sábado, 14 de julio de 2012

Anuncio Spot Campofrío: Cómicos - Diciembre 2011

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Un mensaje inmoral. "Que nadie nos quite nuestra manera de disfrutar la vida", por favor... claro, que nadie nos diga que no comamos al pobre cerdo. Una idea bonita en principio, pero lo que anuncia y el mensaje que da, cómete al muerto, apoya la industria cárnica, mata y come, vale, pues no. Lo siento, por ahí no tragamos algunos, chiquilla... pero ya te irás dando cuenta. Ya irás cumpliendo años y viendo cosas. Poco a poco. Pero te adelanto que no todo en la vida es para humanos, de humanos, y sólo importantes los humanos, los demás también cuentan. Claro que quizá eres un poco joven todavía. Yo no me di cuenta de esto hasta cumplir 67 años, ya un poco tarde parecía, pero mucho tiempo después pareció que el tiempo de mi vida se estiraba infinitamente. Eso fue una gran compensación de la existencia por haber tomado una decisión correcta. Tú también puedes. Escucha a tu corazón, Mariuca...

María dijo...

Hemos escuchado mensajes distintos.

A mi no se me ocurriría acusar de lo que tú, a ese animal carnívoro que se alimenta de otro animal, aunque sean insectos. Ni a los herbívoros tampoco. ¿O es que las plantas no tienen alma?

Es mucho más destructiva la frase "mensaje inmoral" dicha desde alguien que se esconde en la oscuridad del anonimato.

Esto último te lo digo sin acritud. A mi corazón no le sienta bien el enfado.

Anónimo dijo...

Yo lo pensaría, María... un animal carnívoro es un animal carnívoro. Un ser humano no es un animal carnívoro. Aquí tenemos la diferencia principal... y tú lo sabes. Y sí, es un mensaje bastante inmoral. Admítelo.

Juanjo

María dijo...

"...y tú lo sabes" - "Admítelo".

Yo digo sinceramente lo que pienso. Y admito perfectamente que tú sepas más que yo.

María

Cardiel dijo...

Anónimo, cada cosa tiene su lugar, como bien dices. Por tanto, debo considerar unos cuantos aspectos acerca de lo comentado:

Primero: estamos hablando de un anuncio producido por una industria cárnica. Quienes en él participan (incluida la dirección) pueden realizarlo con el mensaje que les dé la gana, pero obligatoriamente publicitando a la industria que produce el anuncio. No debería, por tanto, enfadar a nadie que traten de considerar "disfrutar de la vida" comer embutido, pues es el colofón que les exige la producción. Sin embargo, olvidando el márquetin y los intereses que fundamentan el anuncio, deberíamos leer entre líneas el mensaje veraz. Y éste es: no te rindas por mucho daño que te hagan y mantente firme, sé tú mismo. Y este mensaje sí que es completamente justo y real.

Segundo: podríamos comer exclusivamente plantas y, de hecho, así debería hacerse (el daño producido a una planta suele ser menor que el producido a un animal). Sin embargo, un animal que coma otros animales o un ser humano que lo haga si así lo necesita no es malo. O, mejor dicho, se hace porque no te queda otra. Por supuesto que se produce un daño, pero no se hace por un motivo de dañar, sino por un motivo de necesidad. Es necesario que se comprenda esta diferencia. Actualmente, seguimos necesitando alimentación cárnica en gran medida (si reflexionas mínimamente te darás cuenta de carencias importantes que así lo determinan en estos momentos), pero también es completamente cierto que podría reducirse considerablemente si realizamos una buena distribución alimenticia vegetal.

Las conclusiones son:

1) El anuncio está sujeto al márquetin que le imponen. Como se trata de una imposición, es extrictamente necesario extraer la realidad contenida de la adaptación. Y ese mensaje es muy interesante y oportuno para los tiempos de desolación que vivimos y que vendrán.

2) Cuando algo se realiza por necesidad, no se realiza por daño, aunque lo cause. Se realiza porque no queda otra. No tiene sentido hablar de violencia en estos casos. Esto no evita que tengas razón en cuanto a la ingesta de vegetales, debido a que podemos comer ambas cosas y podríamos alimentarnos "casi" exclusivamente de ellos. Pero para eso aún falta tiempo. No es cuestión de costumbre social, sino de comrensión de la realidad. Y de esto, falta mucho.

Un abrazo,
David

María dijo...

Gracias, David.

Un fuerte abrazo.
María