viernes, 1 de noviembre de 2013

Juan Ramón Jiménez






EL VIAJE DEFINITIVO

                              Corazón en el viento. 1910-1911

Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando;
y se quedará mi huerto, con su verde árbol,
y con su pozo blanco.

Todas las tardes, el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.

Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu errará, nostáljico…

Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido…
Y se quedarán los pájaros cantando.

                                 Juan Ramón Jiménez



Le hice la segunda voz:

A Juan Ramón Jiménez de María Bernad
(a una preocupación que no lo fue, en el fondo)

Se quiere ir y no puede.
Y deja el huerto, un canto, el pozo y un árbol
a modo de testigos de su paso
Y le parece poco.

Intenta que se vayan
los que vieron su luz
para sentir nostaljia de sí mismo
Y no le satisface

Se queda, finalmente,
haciendo que se vayan los demás
... sin hogar ... sin cielo azul

Él con su soledad, que le seguirá acompañando.


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