jueves, 25 de septiembre de 2014

ENCUENTTROS

Te cuento, Emy...

Pintura de Susana Negri

Me regaló un abrazo.

Llegué sin conocernos.

Conversaban e intervine al poco rato. Acuerdo y discrepancias se alternaban dibujando el espacio que pronto apareció. Pasamos a dialogar con argumentos.

Qué importa la distancia si estamos dispuestos a llegar hasta el otro para ver desde dónde está mirando. El tiempo, ese “terrible Kronos”, se enternece y “no mira” para dejarnos libres, si somos generosos.

Y salió la violencia en el país vasco.

La violencia es un grito del que se ve encerrado y solo. Esa puerta se abre con dos llaves y una siempre la tienen los demás. Todos quisiéramos saber dónde está la nuestra, pero no nacemos con un mapa en el bolsillo.

Con cariño me dijo: eso es “buenismo”, al tiempo que marchábamos.

Ya en la calle me regaló un abrazo. ¡Qué sorpresa! Despedida no era, aunque ponía fín a nuestro diálogo. Era encuentro. Encuentro sin secuencia, pues yo no vi en qué instante apareció una “t” en ese “ismo” y él se vio bondadoso en la bondad que, dudando, a mí me atribuía.


La Vida,
¡qué sorpresa!













***

2 comentarios:

las tardes grises dijo...

:-)


gracias María

Anónimo dijo...

Me emocionó ese encuentro entre dos formas distintas de pensar y me acordé de ti, de cómo te interesa captar esos instantes con tu máquina.

Qué interesante es conversar.

Gracias a ti, Emy.