martes, 12 de diciembre de 2023

GUERR ANÍMICA

Angie es una amiga que llega (una más) herida en esa difícil batalla que tiene lugar en el corazón humano. Recuerdo a Machado

Allan es su compañero. La pequeña Elsa tiene seis años.

Vivieron una crisis en su relación. Allan rompió en una depresión y finalmente se separaron. En ese proceso apareció Sergio. Después de tres años Sergio se ha ido y Angie está conmocionada por un insoportable sentimiento de fracaso personal.

Qué difícil es saber cómo actuar en estos casos. Se comete el error de tomar partido cuando lo que haría falta sería rebajar tensiones.

En las guerras convencionales los países “amigos” se encargan de abastecer de armas suficientes a sus protegidos. Rompiendo puentes de comunicación se hace más férrea la trinchera y consiguen lo que realmente pretenden: Llenar sus arcas con el dinero de esta venta.

Cuando damos argumentos (armas) al amigo sobre aspectos negativos del otr@ para afianzarle en sus quejas, estamos haciendo un flaco favor a la amistad. Pero también lo es crear falsas expectativas si la separación es inevitable.

Aceptar el dolor, vivirlo sin escapar, sin buscar aturdimientos que tienen el efecto de una bomba de racimo, es heroico. Admitirnos, querernos a nosotros mismos en ese estado significa que al otro le guardas su lugar, le dejas un espacio al que siempre puede volver. Ese punto de generosidad es el único bálsamo para las heridas.

Los amigos deberían reforzar la autoestima que se pierde en esa guerra, siendo testigos de los valores de ambas partes.

Os quiero a los tres estéis donde estéis.


1 comentario:

Campanita de BarZaires dijo...

Cuanta razón tienes, cuanto se aprende contigo, tu blog es cada vez más rico, sobretodo porque lo enriquecen tus palabras, está precioso, y su contenido y quién lo escribe es lo más valioso.
Un beso enorme.