lunes, 11 de julio de 2022

RECUERDOS DE PASADOS ENCUENTROS TANGUEROS-CÓRDOBA 2001













Los ritmos latinos y bailes de salón, han sido un preludio del tango en Córdoba gracias al entusiasmo de Florencio Ruiz.

El Quiñón es una finca ecológica de 8.000 m2 con huertos, jardines, granja… que alberga distintos espacios: Cocina tradicional y elaboración casera con productos ecológicos. Salón de exposiciones y actuaciones. Danza, Teatro, Galería de Arte Elemental. Sala Multidisciplinar. Eco-Tienda. Terrazas, Jardines, Huertos. Eco-Parque Infantil. Energías renovables.



En este espacio alternativo se organizó un festival de tango con el mismo apellido. El número de participantes superó la cifra más optimista. Zaragoza tuvo una numerosa representación y regaló color. Contagió alegría porque se dejó impregnar de la que sus anfitriones derrochaban.

La escasez masculina es la misma en cualquier lugar y algún caballero se vió en la obligación de asistir al curso de canyengue a requerimiento de las chicas cordobesas que no querían perderse una ampliación del lenguaje tanguero.

Las mañanas estuvieron ocupadas por los sanísimos desayunos andaluces (tostadas de pan con aceite, salmorrejo, mixto tradicional, chicharrones…)

Los que tuvieron que elegir la alegría de conocer Córdoba (Mezquita, Jardines, Pañuelo, Calleja de las Flores, Plazuelas, Guadalquivir…) lo hicieron sabiendo que los cursillistas agradecerían el espacio libre que su ausencia les procuraba, para hacer algún gancho sin peligro. No como el que estuvo a punto de costarle la pierna a Orlando.

En la cena hubo división de opiniones. A unos les encantó la variedad de ensaladas, entremeses y cus-cus, seguido de un cordero exquisitamente guisado y postres de artesanía. Para los que pasaban de vegetales y entretenían el estómago con pan, casi se desmayan al comprobar la escasa superficie que ocupaba en el plato lo que debía ser "el plato fuerte" y que además deberían compartir.

Pero no se trataba de comer sino de bailar. Había entusiasmo. Todavía tendrían que aguantar la presentación (larguísima) de un libro. Al final lo consiguieron. Se habló en tango, es decir, empezó la milonga.

Fue una hermosa excursión a Córdoba. El tango en el Sur también existe.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Coincido con María,yo tuvo la suerte de conocer aquel sitio tan especial....
Y un dia cualquiera,tomando café,vi con Florencio daba sus clases de tango,entusiasmando a la gente que allí estábamos.....Tanto que me levanté de la silla y me inicié en los primeros pasos del baile guiado por Florencio,......seguidamente me apunté a sus clases de baile.....las mejores que he recibido en Córdoba.....