En el 2003
Perdemos nuestra imagen en el bullicioso juego de lo cotidiano y el desasosiego es proporcional a la distancia.
Tranquilos.
Tenemos cerca ese amigo que lleva nuestro mapa en el bolsillo y sabe mostrar lo mejor de nosotros.
Pero la amistad también provoca.
Como si fuera fácil nos propone que juguemos con ella y ofrece su espacio para hablar.
¿Condiciones? Vestidos de etiqueta
Hablar con un amigo es retornar al centro de nosotros mismos, y para hacerlo iremos elegantes. Dicho de otra manera: Seremos.
Darío tiene razón cuando dice: “Amistad es la elegancia del Amor”.