viernes, 21 de diciembre de 2012

Amnistia internacional contra la pena de muerte.





Señor Ministro:


A través de estas líneas le ruego que no ordene la ejecución de sus compatriotas

Entiendo que su intención aplicando la pena de muerte a  personas que han asesinado a sus semejantes, es buena y que de esta manera se pretende conseguir un mayor orden en la sociedad, pero no estoy segura de que por ese camino se logre el objetivo.

Permítame reflexionar con usted.

Hemos avanzado mucho en el conocimiento de ser humano a todos los niveles, física y psíquicamente.

Ahora es posible extirpar un cáncer sin provocar dolores inútiles, gracias al avance de la ciencia. También sabemos que la violencia es una respuesta provocada por el miedo, (curiosamente por no saber responder a lo que la vida nos pregunta) y que la autoridad se basa en la autoestima.

La no aplicación de la pena capital no es síntoma de debilidad sino de autoridad.

Entiendo la complejidad de estar al frente de un Ministerio como el suyo y le deseo que pueda sentirse orgulloso de sus decisiones. 

Cordialmente le saluda,




                                                        María Bernad Echeverría




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