lunes, 18 de febrero de 2013

Cartas a Julia



 

Estoy son los primeros zapatos de tu mami.

Siempre caminó bien. Se cumplió el deseo de ser “elegante como Juli”.

Su naturaleza le permitió avanzar con tanto equilibrio que despertaba en mí la curiosidad de contemplar el siguiente paso y nunca tuve nostalgia de su niñez. No fui una de esas madres que deseaban eternizar la infancia de sus hijos porque les daba miedo que crecieran.

Seguramente guardé estos zapatos para escribirte esta carta, querida Julia. Cualquier excusa es buena para hablar de mi hija y volver a estar contigo.






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