Cuando funcionan bien las cosas parece que funcionan solas.
No hay vida sin latido y el corazón son las personas.
Agradecí al servicio de urgencias su humanidad en un momento complicado y me devolvieron el abrazo.
Me emocionó recibir esta inesperda carta.
Espero que no fuera nada, María. Y me alegro mucho de que las cosas aún sigan funcionando como debieran.
ResponderEliminarUn abrazo,
David
ResponderEliminarGracias, David, por tus buenos deseos.
Todo está bien.
Un abracico
María