domingo, 13 de julio de 2014

WALZ OF THE BUTTERFLY


Suena fuerte esta pieza.




Hay un ritmo muy marcado y el solo de un violín. Las notas están distribuidas en el pentagrama como si estuvieran impresionadas por la historia que oyeron y quisieran contarla. Contar es sembrar y el “re” y el “sí” se arrepienten y vuelven a su recuerdo.

La melodía sugiere atención... como si quisiera profundizar en los hechos para encontrar una razón que justifique tanto dolor. Contar no es vivir y para entender el relato hay que ponerse en el lugar del otro. Solo así nace el perdón.

Perdonar no es olvidar… o podría decirse que perdonar es olvidar la venganza. Comprender no evita el dolor pero nos hace más fuertes. Fuertes para afrontar los problemas sin ser injustos con los demás. Considerar a los demás como parte de nosotros mismos es un ideal alcanzable en algún momento.

En aquel momento me emocionó esta música. 




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