sábado, 28 de febrero de 2015

CONVERSACIONES CON AURORA


Febrero 2004
Me enseñaba un paisaje.
Aurora proyectaba su interior.




AURORA

¡Mira qué belleza!
Miro,
y veo que quien mira
también tiene algo que ver
en lo que ve.

*

miércoles, 25 de febrero de 2015

MI MANO


A Eugenio



MI MANO

Miro de reojo mi mano.
Algo hizo que llamó tu atención.
Dejaste de mirarme a mi para mirarla a ella
y, además, darle un beso.

Interrumpí el discurso,
no porque no pudiera seguir sin el apoyo que los gestos suponen.
Callé por no encontrar tus ojos.

La miro preguntando qué hizo,
de qué elegancia hablaba capaz de interesarte tanto
y no sabe expresarlo.

La entiendo.
Le pasa lo que a mí si falta tu mirada.




***

lunes, 23 de febrero de 2015

viernes, 6 de febrero de 2015

EL PÁJARO BURLÓN







Durante algunos días, leía cada noche un libro ("El pájaro burlón")
que me prestaste.
Ya te lo devolví... no su añoranza.
Y me gustó.

Me entusiasmó
que supieras de mí que iba a gustarme.

(Es una historia, dijiste, intranscendente,
pero llena de vitalidad, de buena gente.)






***

martes, 3 de febrero de 2015

CANTABRIA


Os recomiendo un paseo por estas páginas.
Ediciones Valnera, S.L.




Mirando a través de la Cantabria de Gustavo Cotera.
En Diciembre de1993 escribí:














Ijana es un hada pequeña, joven y hermosa. Quien tiene la suerte de acariciar su nariz verá inmediatamente satisfecho un deseo. Pero este bien, lleva aparejada siempre una incomodidad futura.
A nadie engaña, pues en su naturaleza está todo anunciado. Ijana lleva un pecho "echado" a la espalda, o sea, amamantando el futuro con el presente. "La abundancia de hoy a costa de la estrechez del mañana".

Anjana es diferente. Su nariz, puente de un jánico rostro, es una referencia para hallar la fortuna de sus ojos. Puede mostrarse, como una belleza perfecta, ciertamente peligrosa por su apariencia de juventud o con un aspecto anciano, maduro, en el que la perfección formal se oculta dando paso a la bondad, corazón de todo misterio.
En esta paradoja sentimos la necesidad de socorrernos y ella ayudará pidiendo un poco de pan a nuestra inquietud. Desprendimiento que completa el feliz conjuro para que en nosotros se resuelva el misterio.
Sólo entonces vemos realmente quién es.

Sabremos qué dimos y qué recibimos: recibimos conciencia y somos buenos.