viernes, 3 de noviembre de 2023

CARTA CONTRA LA GUERRA






Vicente es un amigo que llega, (uno más), herido en esa difícil batalla que tiene lugar en el corazón humano. ¡Cómo recuerdo a Machado!

          Lo conocí en Granada, el segundo año que asistí al Festival de Tango. Me llamaron la atención él y, su compañera. Los dos rubios y guapos. Tardé en volverlos a ver. 

          Pasaron una crisis en su relación. Él rompió en una depresión y finalmente se separaron. En ese proceso apareció Elena. Después de tres años Elena se ha ido y Vicente está conmocionado por un insoportable sentimiento de fracaso personal. Pasa unos días con nosotros. Jesús lo acoge en su casa y Carmen hace de cicerone. Yo me uno cuando puedo.

          ¡Qué difícil es saber cómo actuar en estos casos! Se comete el error de tomar partido cuando lo que haría falta sería rebajar tensiones.

          En las guerras convencionales los países “amigos” se encargan de abastecer de armas suficientes a sus protegidos y consiguen (¿lo que realmente pretenden?) llenar sus arcas con el dinero de esta venta, y hacer más férrea la trinchera rompiendo puentes de comunicación.

          Cuando damos argumentos (armas) al amigo sobre aspectos negativos del otro para afianzarle en sus quejas, estamos haciendo un flaco favor a la amistad. Pero también lo es crear falsas expectativas si la separación es inevitable.

          Aceptar el dolor, vivirlo sin escapar, sin buscar aturdimientos que tienen el efecto de una bomba de racimo, es heroico.  Admitirnos, querernos a nosotros mismos en ese estado significa que al otro le guardas su lugar, le dejas un espacio al que siempre puede volver. Ese punto de generosidad es el único bálsamo para las heridas.

          Los amigos deberían reforzar la autoestima que se pierde en esa guerra y ser testigo de los valores de ambas partes.

                                
                                 Te lo diré en  mi catalán. Yo te estimo Vicente. Y a Elena.

                                                                                            María


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