lunes, 3 de enero de 2022

FORO HUMANÍSTICO - ÁNGELA LÓPEZ en el 2008










Conversar es un arte.

Ángela, le pone voz al "Foro Humanístico", me pone de excusa y os provoca con un libro.

Me imagino que los preparativos de esta tertulia son siempre así. Cocinar un tema y hablar con quienes están alrededor de esa "receta".

En esta ocasión ha elegido un plato que yo he preparado y me acerca la cuchara esperando mi aprobación, no porque dude de su buen hacer, sino porque está contenta habiendo dado con las proporciones exactas de lo que lleva entre manos. Y así es. Emociona paladear cómo lo ha visto.

Y ha visto lo que yo.

El juego de autor-espectador es imprescindible para que una obra crezca, y crecerá si tiene el espacio necesario para incorporar la visión de quien contempla. Este espejo no es una simple réplica de imagen. Es una toma de distancia que permitirá vernos a nosotros mismos. Un viaje fundamental para alcanzar el arte de la madurez.

Desde ella, desde la madurez, leeremos los ingredientes de la última receta: Igualdad de salida, libertad de llegada. En esas coordenadas podremos quebrar cualquier uniformidad de pensamiento y encontrar nuestro paso en el arte de ser humano.



                                                                                          María Bernad




ACERCA DE "EL TANGO CON DARIO"

 por Ángela López




"El Tango me recordó que antes había danzado con la Palabra" (Darío).

Es un libro que habla del tango, ¿o, hay algo más?. Pero no encuentro en él citas históricas, ni detalladas descripciones, ni teorías sobre la danza.

Es un libro de poemas -breves en su mayoría-, sencillos en apariencia. Intuyo que me estoy perdiendo algo. Quito mis gafas de ver, razonar, y el enfoque cambia. Centro mi mirada; la distorsiono cual espejo de feria y entonces lo veo más claro. Siento, me dejo llevar, hacia no sé dónde. Inicio este viaje interior y María es la guía. Ella nos muestra el paisaje del tango. Nos atrae, nos seduce para que nos abandonemos a nuestras sensaciones.

Comienzo la lectura, el sonido de un viejo tango de Gardel parece acompañarme.

Empieza con su historia, que podría ser la historia de cualquiera de nosotros, sin apenas esbozarla, nos provoca, nos invita. El juego se llama tango.

TANGO: "PRESTARLE ROSTRO AL SILENCIO". 
Su rostro es el rostro que cada uno deseamos. Empieza sin más dilaciones nuestro recorrido, un fluir, una búsqueda personal donde inexorablemente aparece el compañero. Una invitación a reconocerle y a fundirse con él en un cóctel magistral; Música, Letras, Formas.. Dibujos cambiantes cual caleidoscopio.
Sensaciones que provocan sentimientos y sentimientos que crean sensaciones.

DEL ENCUENTRO A LA PASIÓN, DEL DESENCUENTRO A LA NOSTALGIA.
Recorremos esa montaña rusa, con calma.

NOS FUNDIMOS EN EL ABRAZO, SENTIMOS LA PENA DE LA AUSENCIA.
El dolor de ese anhelo no realizado.

No sé bailar tango, pero me dejo llevar y LA EMOCIÓN que todo lo impregna me regala EXPERIENCIA.

Empiezo con "el paso básico", voy dibujando "el ocho", saboreo "la calesita", me lanzo a "la barrida" y arriesgo en "los ganchos".

Casi sin sentirlo, la melodía y el libro llegan a su termino: EL DESTINO
Cada uno que lo disfrute como pueda. Y el final: SILENCIO.

El Destino
Qué sería de mí sin tu presencia,
y de ti
si no tuvieras el norte de mis ojos.
Qué sería de ti sin mi paisaje,
y de mí
sin tu silueta que lo dimensionara.
Del amor, qué sería, si no tuviera hogar
Y del destino... (silencio)
El destino es quien habla. 




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