EL POR-VENIR

Paisajes

Desierto: 

            Dunas grandes. El viento mueve la arena. Al fondo una ciudad árabe. Luna llena de noche.

Cubo:

            Onice rojizo. Tamaño pequeño/medio. Sobre un soporte de piedra (altar), en medio de una duna.

Escalera:

            De cuerda dorada. Cerca del cubo. Envolviendo el altar y subiendo por el cubo. (también para bajar).

Caballo:

            Grande. Joven. Entre color pardo, marrón oscuro y negro. Fuerte. Poderoso, con nervio. Difícil. Cerca del cubo. Es el caballo del guardián del cubo.

Tormenta:

            Violenta. Color arena. La escalera no se mueve. La arena no toca el cubo. Éste es el centro de la tormenta.

Flores:

            Cactus. Pocos, dispersos. Lejos del cubo.

     Todo está construido. No hay sitio para mi, podría pensar un niño por-venir.

     La naturaleza jalea a los intrusos y quien así no se considera presenta una encarnada batalla. ¡Cuánto ruido!

     Si no viniera yo, habría paz, diría nuestro infante. (¿La de los cementerios?)

     No es lo mismo la ausencia de ruido que el silencio.

     Seremos nosotros, nadie más, los autorizados para abrir la carta del destino que lleva nuestro nombre.

     Un silencioso aplauso nos regala la vida (un instante) para que podamos regalarnos en ella.

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              LIBRERÍA LA PANTERA ROSA 

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