sábado, 23 de agosto de 2014

EQUILIBRIO - Conversaciones con Andrea


Intenta caminar por esa línea del suelo. Puedes ayudarte con los brazos para mantener el equilibrio. Es fácil. La dificultad aumenta si la línea está suspendida en el espacio. Da vértigo. Los funámbulos se compensan con una pértiga.

Cuando somos pequeños caminamos a gatas. Un poco más tarde conseguimos hacerlo de pié y con este ejercicio logramos mantener la atención de quienes nos rodean. Nos prestan sus brazos para no caer y usamos su tiempo como si no tuvieran otra cosa en la que ocuparse. Así ocurre en distintas etapas de crecimiento que se cierran con la llave de “normalidad”.

Cuando se dice que las cosas funcionan con “normalidad” se entiende que hay un cierto equilibrio entre problemas y soluciones, que hemos conseguido un grado de satisfacción similar para la mayoría y que somos capaces de quejarnos dentro de un orden. Prestamos nuestra colaboración a la sociedad para conseguir entre todos una mayor calidad de vida. La idea de conseguir un “desarrollo sostenible” me parece especialmente equilibrada.

Samsara” me ha dado pie para conversar con un amigo sobre la dificultad de encontrar el equilibrio en “la contradicción que se plantea frecuentemente entre las expectativas que otros se hacen de lo que debe ser tu comportamiento y tus propias expectativas, así como entre tus expectativas y tu comportamiento real”. (Te dejo a solas con esta reflexión).





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