Pintura de Susana Negri
Me regaló un abrazo.
Llegué sin conocernos.
Conversaban e intervine al poco rato. Acuerdo y discrepancias se alternaban dibujando el espacio que pronto apareció. Pasamos a dialogar con argumentos.
Qué importa la distancia si estamos dispuestos a llegar hasta el otro para ver desde dónde está mirando. El tiempo, ese “terrible Kronos”, se enternece y “no mira” para dejarnos libres, si somos generosos.
Y salió la violencia en el país vasco.
La violencia es un grito del que se ve encerrado y solo. Esa puerta se abre con dos llaves y una siempre la tienen los demás. Todos quisiéramos saber dónde está la nuestra, pero no nacemos con un mapa en el bolsillo.
Con cariño me dijo: eso es “buenismo”, al tiempo que marchábamos.
Ya en la calle me regaló un abrazo. ¡Qué sorpresa! Despedida no era, aunque ponía fin a nuestro diálogo. Era encuentro. Encuentro sin secuencia, pues yo no vi en qué instante apareció una “t” en ese “ismo” y él se vio bondadoso en la bondad que, dudando, a mí me atribuía.
La Vida,
Me regaló un abrazo.
Llegué sin conocernos.
Conversaban e intervine al poco rato. Acuerdo y discrepancias se alternaban dibujando el espacio que pronto apareció. Pasamos a dialogar con argumentos.
Qué importa la distancia si estamos dispuestos a llegar hasta el otro para ver desde dónde está mirando. El tiempo, ese “terrible Kronos”, se enternece y “no mira” para dejarnos libres, si somos generosos.
Y salió la violencia en el país vasco.
La violencia es un grito del que se ve encerrado y solo. Esa puerta se abre con dos llaves y una siempre la tienen los demás. Todos quisiéramos saber dónde está la nuestra, pero no nacemos con un mapa en el bolsillo.
Con cariño me dijo: eso es “buenismo”, al tiempo que marchábamos.
Ya en la calle me regaló un abrazo. ¡Qué sorpresa! Despedida no era, aunque ponía fin a nuestro diálogo. Era encuentro. Encuentro sin secuencia, pues yo no vi en qué instante apareció una “t” en ese “ismo” y él se vio bondadoso en la bondad que, dudando, a mí me atribuía.
La Vida,
¡qué sorpresa!
***
:-)
ResponderEliminargracias María
Me emocionó ese encuentro entre dos formas distintas de pensar y me acordé de ti, de cómo te interesa captar esos instantes con tu máquina.
ResponderEliminarQué interesante es conversar.
Gracias a ti, Emy.