Durante algunos días, leía cada noche un libro ("El pájaro burlón")
que me prestaste.
Ya te lo devolví... no su añoranza.
Y me gustó.
Me entusiasmó
que supieras de mí que iba a gustarme.
(Es una historia, dijiste, intranscendente,
pero llena de vitalidad, de buena gente.)
***
Paso a dejarte un beso Maria y un abrazo muy fuerte, no te olvido y me gusta siempre ver tuspalabras escritas en este blog, que lo llenas tanto de ti.
ResponderEliminarEva.