Ella dice:
Me gusta dormirme con el aroma y
la suavidad de la ropa de algodón si además en ese momento escucho un disco con
sonidos de la naturaleza mucho mejor. Me gusta imaginar que paseo por mi playa
privada en un día que el sol brilla en lo alto y la mar está en calma. Paseo descalza
con el agua mojando mis pies. Me gusta mucho volver a mi pueblo, pasar los
veranos y oler el aroma que emana de la tierra mojada por una tormenta cercana.
Coger caracoles y comerlos con ali oli. Meterme en mayo en los campos de mies
que prometen una cosecha abundante. Me gusta saborear una buena lectura, ver
una buena película y los amaneceres que durante años he presenciado en mi turno
de noche. Me gusta mucho el aguacate, la naranja, el melón y saborear cualquier
comida con un buen vino tinto del Somontano. Me gustan los niños y los “yayos”.
De los primeros su mirada expectante, su sonrisa. De los segundos sus manos y
la mirada serena de una vida vivida.
Acabo de darme cuenta que a pesar de lo que estoy viviendo me gusta la vida y me gusta el esfuerzo que he hecho para venir.
Acabo de darme cuenta que a pesar de lo que estoy viviendo me gusta la vida y me gusta el esfuerzo que he hecho para venir.
A mi tampoco me gustan esas manos
blandas, “fofas” que a veces tienes que rozar. No me gusta la presión a la que
la vida actual me somete. No me gusta nada estar yo aquí, mientras me necesitan
“allá”. No me gustan las vísceras de animales, salvo el hígado de ternasco o
cordero. No soporto la violencia ni las peleas. No me gustan las críticas, ni
recibirlas ni hacerlas. No me gusta que me lleven la contraria, no me gusta el
bullicio excesivo. No me gusta cocinar, pero lo hago con amor. No me gusta el
desprecio y la negligencia que veo en mi entorno hacia nuestros mayores. No me
gusta que en mi trabajo no atiendan nuestras demandas y trabajar en vano. No me
gustan las tareas de la casa. No me gusta que se me caigan tanto las cosas
porque tengo que inclinarme a recogerlas. No me gusta estar sola pero busco esa
soledad.
No me gusta, odio, la hipocresía.
El mal hacer, la no disciplina en el trabajo. No me gustan tantas cosas…
Digo yo:
Lo único que no me gusta de ella es que a veces deja de contemplar su hermoso paisaje. Pero ese despiste es breve.
Me gusta su capacidad de amistad.
ResponderEliminarTe agradezco que valores mis escritos
ResponderEliminarSoy yo la que te agradezco a ti poder leerte. Se revaloriza la amistad.