jueves, 31 de diciembre de 2015

NIEVE ANDREA Y EL TANGO





"Tango.
Nunca me había fijado de aquel modo en ese baile, pero en ese momento descubrí que era algo distinto. Y dirigí mi mirada hacia la pareja que claramente destacaba; nunca sabré si su protagonismo era sólo producto de mi imaginación, o si realmente eran los reyes de la sala.
María y Eugenio. Los pies de ambos seguían a la música (¿o era la música la que los seguía a ellos?), coordinación perfecta.
Y esa energía que desprendía ella, impregnando toda la sala con su alegría. Los ojos cerrados de felicidad y una sonrisa radiante. Casi daba la impresión de que flotaba, que estaba en otro paisaje. Al igual que quien la miraba, pues transmitía esa paz que sólo puede conseguirse cuando se es completa y realmente feliz. Disfrutaba al máximo del baile, comunicación, vida al fin.
¡Qué gusto daba verlos! Eugenio la llevaba de aquí para allá con soltura, al marcado ritmo de la pieza, pasos desconocidos para mí, extrañas bellezas entrecruzadas entre las cuales se veía algo más.
El tango, qué baile. Belleza como no hay otra cuando se baila bien, y eso que apenas metían adornos ni pasos inverosímiles, como en los concursos. Así, tranquilamente, como quien no quiere la cosa, unas cuantas parejas bailaban desplazándose poco a poco en torno a las columnas.
Un ligero contratiempo de los pies de él, una sonrisa de ella, y al momento siguiente todo volvió a la normalidad. Nada podía turbar esta magia.
Terminó la pieza, y yo, desde el otro lado de la sala y por medio de señales que apenas me salían -tan hipnotizada me tenía su actuación-, les pedí que bailasen la siguiente.
¡Qué instantes tan perfectos! No había espacio para el tiempo: las horas, los minutos, pasaban sin saberlo.
Ante mis asombrados y deleitados ojos pasaban los bailarines, enfundados todos ellos en negros pantalones o ropas elegantes: empresarios, artistas, dependientes de tienda, ejecutivos, amas de casa, bohemios, madres; en definitiva, de todo había allí. Gente tan distinta unida por una misma pasión.
A los oídos me mi memoria llegaban aquellos poemas sobre el tango que con tanta emoción había escrito María cuando estaba aprendiendo a bailar…

Tango
Prestarle rostro al silencio.

¿Acaso no interpretaban la frase con su danza?

La postura
Enfrentados, te pones a mi altura yo me crezco.
Cincelados mis pies por la ternura,
no invado tu terreno
y equilibrada, esa fuerza nos impulsa.
El norte son mis ojos.

Claramente, ésa era la postura adoptada por la gran mayoría de los danzantes; los que parecían uno con su pareja y con la música eran el vivo reflejo de este poema.

La distancia
Ni muy pegada a ti
(que quepa un hilo),
ni demasiado lejos
(que tenga todo el mundo sitio).

No habría podido serse tan preciso en la descripción del baile: ni mucho, ni poco. El eterno y vital término medio.

El pie
…todos tus pasos dibujados en mí, que soy tu tierra.
Aquellos poemas, publicados en edición limitada por ella misma, habiendo ganado aquel premio de poesía del tango en el 2001, en un libro titulado “El Tango con Darío”, eran justo lo que más encajaba con aquellos instantes. Tan precioso era el baile, y tanto lo era su arte, su poesía. Tan bien lo reflejaba.
También se había hecho CD, leído por una argentina, la que había convocado el concurso de poesía. Me había gustado tanto, que lo escuché hasta la saciedad.
María, de vez en cuando, abría los ojos y miraba a Eugenio.

La mirada
Nos miramos
y siento una emoción desconocida
porque no sé, todavía, quién eres.
¿Te imaginas qué puede ocurrir
cuando me reconozcas?

Mi poema preferido en aquel bello libro.
Terminó la pieza y, esta vez sí, María y Eugenio volvieron a sentarse junto a mí, ella con toda su emoción reflejada en las sonrosadas mejillas que contrastaban con el azul de sus ojos."


Fragmento de "El Eco de un Concierto". Nieve Andrea Sádaba




miércoles, 23 de diciembre de 2015

En el autobús - diciembre 2015






Esperaba, como todos los días, el autobús.

Subí la primera, aunque era la tercera en una fila que fue aumentando desordenadamente.

La máquina dijo que no, que mi tarjeta no era válida. Volvía validar y la respuesta fue la misma: “que no”.

Los pasajeros pasaban (también de mí) y el conductor se multiplicó en dispensar los billetes y comprobar que mi tarjeta de transporte era legal. (Yo no tenía ninguna duda). Se le veía cansado y se dirigía a mí de manera displicente. Después de varios intentos con una incómoda expresión, me dijo con tono cansino: “puede pasar”. Y pasé. Pasé de él, sin darle las gracias.

Ese “des-agradecimiento” me hizo sentir incómoda y pensé que la solución hubiera sido dar dos golpecitos cariñosos a la máquina validadora dejando constancia indirecta de que me hacía cargo de su agotamiento.

Hay que comprender que a veces (pocas), se comportan (nos comportamos) como autómatas y la empatía es un oasis donde reponer fuerzas. Estos días están de huelga y la lucha por los derechos desgasta.

En ese momento él no estaba para responder emocionalmente y yo quise guardar silencio para no hacer hablar a las máquinas.

A través de la ventanilla el paisaje era gris pero se adivinaba un sol que podía llegar en cualquier momento.

Y llegó.





 

martes, 22 de diciembre de 2015

LOTERÍA 2015








Sueño con no desear dinero y la feliz realidad me abraza.







martes, 15 de diciembre de 2015

MI PRIMER POEMA

Eco y Narciso
John William Waterhouse.



Al atardecer, me buscabas por todos los rincones de la tierra sin saber qué buscabas.

Cuando anocheció acariciaste todos los rostros esperando encontrarme.

Al amanecer tu corazón sintió que me encontraba cerca,
y se preparó para recibirme.

En el mediodía te susurro,
¿cómo esperabas verme, si estoy en tu ojo?

Y seguí, danzante, en torno a tu centro.





***

miércoles, 9 de diciembre de 2015

PAZ - 10 septiembre 2012


A todos los muertos inocentes,
incluidos aquellos que son responsables de tanto dolor,
porque en esa medida, son inocentes también de estar muertos.





Dibujo de Pilar Alcolea







Acabo de participar en una manifestación por la paz.
¡Cuánto cuesta encontrarle todo el sentido a esa hermosa palabra!
Los que allí estábamos no queríamos que siguieran matando inocentes. ¿Pero quién lo quiere?

Como estábamos enfadados le dijimos al embajador de turno que se fuera. Solo quedó añadir: “por las buenas o por las malas”

Como por las buenas no hicieron aquello que ordenaba el país representado por el embajador “non grato”, eligieron las “malas” y mataron al invasor para dejar que los buenos gobernasen.

En todos los países, en algún momento, las fuerzas supuestamente del orden, quitaron la voz “por las malas” a quienes no pensaban como ellos. En estos conflictos, un porcentaje eligió la palabra para defender sus ideas, pero el resto no encontró esa salida y creyeron tener derecho a responder igual, es decir, con la fuerza, haciendo exactamente lo mismo que quienes les habían agredido.

Como la fuerza ejerce para no quedarse sin significado, acabó por eliminar incluso a los compañeros con los que juntos lucharon contra los que solo admitían el orden por ellos establecido. Ahora lloran juntos víctimas y verdugos sin tener el consuelo de poder enfadarse con un enemigo claro.

A la manifestación nos acompañó Isabela, una pequeña de pocos años. Venía de jugar con otro niño que, según nos contó, le había dejado su tractor por la hermosa razón de compartir.

Muy interesada preguntaba qué decían los que gritaban; por qué la gente estaba tan enfadada; por qué no llevábamos una bandera como el niño del cochecito.

Isabela, le dije: “Tienes que dibujar una bandera y regalármela”. Contundentemente dijo: “No”. “La dibujaré para las dos”.

Estoy sentada frente al embajador expulsado, al que he pedido que me acompañe, para encontrar la manera de reciclarnos en el corazón de Isabela.

PAZ

...

Isabela, le dije: “Tienes que dibujar una bandera y regalármela”.
Contundentemente dijo: “No”.La dibujaré para las dos”.
















Estoy sentada frente al embajador expulsado, al que he pedido que me acompañe, para encontrar la manera de reciclarnos en el corazón de Isabela.
***




jueves, 3 de diciembre de 2015

CONCHITA PIQUER - No te mires en el río (1ª versión)






Cuando somos niños dependemos de nuestros padres. No tenemos la madurez suficiente para conocernos y que nos acompañen es primordial. Nuestros padres nos guían según saben y saben lo que aprendieron cuando eran niños y dependían de los suyos.

Es una cadena que sería muy fácil de romper si socialmente estuviésemos bien organizados. Afortunadamente vamos avanzando y cada vez con más naturalidad aceptamos las diferencias. Ya no caminamos a toque de corneta de quien dice tener la verdad y poco a poco va desapareciendo el infierno. No obstante, falta mucho.

La clave está en conocernos. En saber cómo somos. Es la única forma de encontrar el tesoro de la empatía, esa capacidad de ponerse en lugar del otro para conseguir nuestra “dimensión vital”.

Ayer entendí la razón de una tristeza infantil.

De muy niña me impresionó aquella canción interpretada por Concha Piquer, que decía:

 ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! - no te mires en el río –
 ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! -que me haces padecer,
 - porque tengo, niña, celos de él. ...
Una noche de verano - cuando la luna asomaba,
vino a buscarla su novio - y no estaba en la ventana.
 - Que la vio muerta en el río - y que el agua la llevaba –
¡Ay corazón, -parecía una rosa! - ¡Ay corazón, - una rosa muy blanca!
¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! - cómo se la lleva el río
¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! - lástima de mi querer...
Con razón tenía celos de él.


No sabía bien la causa, pero adivinaba una tragedia.
La Ofelia de Hamlet tomó el relevo en mi imaginación.

Un amigo enamorado de Portugal me dejó leer un poema de Fernando Pessoa, un autor al que no conocía. Por tercera vez, la Lidia a la que se dirigía el poeta lideró aquel grupo de mujeres invisibles.

Le hice la segunda voz.
 

Ven a sentarte conmigo, Lidia, a la orilla del río
Fernando Pessoa/Ricardo Reiss (uno de sus heterónimos)

Pessoa
 
Ven a sentarte conmigo, Lidia, a la orilla del río. Contemplemos con sosiego su curso y aprendamos que la vida pasa, y no tenemos las manos enlazadas.
(Enlacemos las manos) 

Lidia/María
Me he sentado contigo a la orilla del río. Sosegadamente mirabas su curso. Querías enseñarme que la vida pasa y no tenías mi mano entre las tuyas. El cauce el río fue mi lecho. Pasé desapercibida ante tus ojos. ¿A quién hablabas?

Pessoa
Pensemos después, niños adultos, que la vida pasa y no queda nada, nada deja y nunca regresa. Va hacia un mar muy lejano, hacia el Hado. Más allá de los dioses.


Lidia/María
Sentada a tu lado, quieta, querías enseñarme que la vida pasa y no queda nada, nada deja y nunca regresa. ¿De qué lugar más allá de los dioses hablabas? ¿Y a quién? pues el cauce del río era mi lecho y pase desapercibida ante tus ojos.

Pessoa
Desenlacemos las manos, porque no vale la pena que nos cansemos. Ya gocemos, ya no gocemos, pasamos como el río. Más vale saber pasar silenciosamente. Y sin grandes desasosiegos.


Lidia/María
Desenlazaste tu mano de la mía porque no valía la pena cansarse. Querías enseñarme a pasar silenciosamente, sin grandes desasosiegos. Tu mano me señaló el cauce del río, y yo, sumisa, me acosté en él. Mirabas abatido el curso del río, pero yo, pasé desapercibida ante tus ojos.

Pessoa
Sin amores, ni odios, ni pasiones que levantan la voz, ni envidias que dan movimiento excesivo a los ojos, ni cuidados, porque si los tuviese el río siempre correría. Y siempre iría a dar al mar.


Lidia/María
Sin amores, ni odios, ni pasiones que levanten la voz. Así me querías a tu lado. Pero una sombra ocupó mi lugar y el río me llamó a que yaciera en su lecho.

Pessoa
Amémonos tranquilamente, pensando que podíamos, si quisiésemos, cambiar besos y abrazos y caricias. Pero más vale estar sentados uno junto al otro. Oyendo correr el río y viéndolo.


Lidia/María
Pensabas en lo que podíamos hacer y no querías. Querías estar sentado junto a mí, pero me señalabas cuál era mi lugar en el lecho del río. Sumisa en él duermo.

Pessoa
Cojamos flores, pon en ellas tus manos y déjalas en el regazo, y que su perfume suavice el momento, este momento en que sosegadamente no creemos en nada, paganos inocentes de la decadencia.


Lidia/María
Desde el lecho del río te oí hablar de flores, de perfume, de la muerte sosegada, pero ¿con quién hablabas, si yo yacía en el lecho de tu río?

Pessoa
Al menos, si yo fuera una sombra antes que tú, te acordaras de mí sin que mi recuerdo te arda, hiera o te conmueva, porque nunca enlazamos las manos, ni nos besamos. No fuimos más que niños.


Lidia/María
¡Pobre amado mío! Demasiado infantil para ser niño.

Pessoa
Y si antes que yo llevaras tú el óbolo al barquero sombrío, yo nada tendré que sufrir al recordarme de ti. Me serás suave a la memoria recordándote así a la orilla del río, pagana triste y con flores en el regazo.


Lidia/María
El curso del río viaja hacia mi destino y allí volveré a despertar en mi presente.


Ayer, tomé conciencia plena del por qué me invadía esa triste sensación de niña.

Hay tribus primitivas que se asustaron la primera vez que se vieron reflejados en un cristal. No se reconocían y pensaban que era el enemigo.

Necesitamos espejos para vernos. No conoceríamos nuestro rostro sin ellos. Esa distancia que recorre nuestra imagen es fundamental.

Necesitamos el espejo de los demás para vernos, pero solamente aquél que respete nuestra imagen.

La tragedia tiene una doble cara. El río se lleva nuestra imagen y no tenemos el tiempo suficiente para ver toda nuestra complejidad. O no se la lleva porque ha dejado de ser un río para convertirse en lago.

¿Decìas?.....






domingo, 22 de noviembre de 2015

CARTAS A GUILLE - AGOSTO 2003



Se enfadó con su madre porque ella descubrió que (cumplidos los 16) todavía jugaba con los “soldaditos” como cuando era pequeño.

Para rebajar tensiones le escribí:



             Querido amigo. Me entero por la prensa del conflicto provocado por unas desafortunadas filtraciones sobre tus actividades con el ejército. No es para menos.
             Entiendo perfectamente el enfado, aunque habría algunos puntos sensibles que suavizarían ese juicio sumarísimo.
             Hay muchas formas de jugar, pero todas imprescindibles. Organizar batallas imaginarias o imaginar cómo las organizábamos cuando éramos pequeños, supone un cambio difícil de percibir para quien nos observa desde fuera. Y si el observatorio está colocado en el puesto de "madre" todavía el panorama se oscurece.
             A quien capitanea ese puesto (tu madre) le cuesta aceptar que dentro de poco le van a sustituir en uno de los territorios que más quiere, porque eso supone renunciar al privilegio de verte en primera línea.
            Tienes razón en enfadarte y ella merece un arresto. Pero, por favor, que sea en la cárcel de tu cariño.
            Si es posible, a mí, extiéndeme un pase permanente en blanco para que pueda entrar y contarle lo que veo desde este observatorio que vuestra amistad me ha adjudicado.

            Un marcial saludo y un abrazo.





jueves, 19 de noviembre de 2015

LA MUERTE




En 1984 me pregunté:


Nos inquieta la muerte, 
pero ¿de qué vida?














lunes, 16 de noviembre de 2015

MARA Y MI ESPALDA





¡Qué bien! Te hice caso, miré a las Hadas y el dolor desapareció.

Un Hada muy pequeña, que no vive en ninguna estrella, sino en los bosques de Cantabria y que se llama Anjana, me contó por qué se me había curado la espalda.

Primero, me dijo, por haber hecho caso a Mara (ella te conoce). Y luego, porque al levantar la cabeza hacia el cielo los huesecillos se ponen todos en fila, se ordenan y el orden es salud.

Otro día te contaré la historia de una Anjana que vivió hace muchísimos años, cuando casi no había nadie que hubiese descubierto el cielo. Gracias pequeñuja.


***/***

viernes, 6 de noviembre de 2015

RECORDANDO MIS CONVERSACIONES CON FRANCISCO CARRASQUER



Correspondencia en el 2008



Naturalmente que me encanta pensar contigo.

Dices: “El hombre es la medida de todas las cosas”. Estoy de acuerdo.

El hombre creó la idea de dios queriendo dibujar un mundo en el que no sobrara nadie. Por eso es buena esa definición.

El problema surge cuando “un hombre” quiere imponerse como “la medida de todas las cosas”. De esa simplificación nace el fascismo.

(Me gusta tu diferenciación entre fantasía e imaginación. La misma que hay entre simple y sencillo.)

Podríamos decir que Dios es un círculo cuyo centro está en todos y cada uno de los hombres.

Imaginemos:

Me imagino jugando con Dios. Si pusiera la carta “María” sobre el tablero y yo “no me tuviera”, perderíamos ambos. ¡Ay! Pero si estuviera en mi madurez conocerme. Al darle esa réplica no sólo ganaríamos dios y yo, sino que Apolo y Dionisos se mirarían equilibradoramente durante un eterno minuto. Kronos, con ese ritmo “endiablado” se encargaría de colocarnos a todos en el preciso lugar para que nadie se perdiera ese espectáculo.

Visto lo cual todo el mundo querría jugar. ¿…?

Ya entiendo.

Kronos únicamente devora a quienes pretenden apropiarse de lo que no es suyo queriendo ser minuteros en un reloj que no les pertenece. Pero su generosidad no tiene límites para subvencionar con todo el tiempo del mundo a quien justamente le reclama el suyo para ser, durante un minuto, actor principal en el espectáculo de la vida.

Mañana seguimos hablando, también de Espinoza.

Un abrazo.



jueves, 5 de noviembre de 2015

RECORDANDO MIS CONVERSACIONES CON MARÍA DOLORES

Zaragoza

Cuando yo era niña se me ocurrió pensar que una sonrisa podía cambiar la historia.

Imaginaba “un hombre hosco, de mal genio” (con suficiente poder para influir en el devenir cotidiano), cruzándose un día (en el que este caballero iba a tomar una decisión importante), con una “mujer feliz, de ojos brillantes” capaz de iluminar su lado oscuro. Ese cambio de humor suponía serenidad a la hora de resolver problemas y un ahorro en guerras.

Más tarde comprendí que somos más complicados y que la agresividad necesita un pararrayos de mucha mayor envergadura.

Un tercer tiempo me hizo “egoísta”.

 ¿Por qué renunciar a ningún aspecto por muy oscuro que fuera.?
¿Por qué permitir que me asustara lo desconocido?
 Sabía que no me era posible conocerlo todo, pero una idea fundamental, sí:

 “El mal no existe”.  Simplemente se le confunde con un "bien cobarde"

 La clave estaría en encontrar un ritmo en las secuencias de cualquier historia desde donde poder acceder a la partitura entera.

En ese guión, todos y cada uno de los seres humanos somos imprescindibles.





***

jueves, 22 de octubre de 2015

LOS REGALOS

(Zaragoza)

No se puede comprar el cariño.

Te regalo, porque sé que me querrías igual si no lo hiciera.



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lunes, 12 de octubre de 2015

ISABEL SANZ y PAULA BARCELONA


(Isabel Sanz,       ...............      Paula Barcelona)










jueves, 8 de octubre de 2015

SORPRESA EN JUNIO DEL 2008

(A Francisco Carrasquer)





























Qué sorpresa el desfile de las Fuerzas Armadas.

Una semana de preparativos, la complicidad del tiempo (un sol deteniendo a las nubes) y el público expectante.

Unos momentos antes de empezar la exhibición, un militar reparte banderitas españolas a los niños. Alguna vuela para llegar a quienes están lejos. Una de éstas la intercepta una señora provocando la protesta de todos los que allí estábamos. “Era para ese niño…” (intervenimos) “¡Es mía! ¡Sólo se la doy si a mí me dan otra!”. Naturalmente se fue de vacío porque estamos es una democracia, es decir, es un país sensato.

Qué sorpresa esta exhibición militar.

Los uniformes, el paso marcial, las medallas… También mujeres, pieles de colores, soldados pensando en los demás. Se nota que estamos más relajados.

Qué sorpresa mis lágrimas.

Empezaron a desfilar por las alturas. Mi compañero señaló el primero de los aviones y me dijo: “Cuesta más que el presupuesto de algún país”. El cielo se llenó de nubes. Inmediatamente aparecieron los blindados, los carros de combate, tanques y demás construcciones guerreras, seguidos por batallones de hombres y mujeres capaces de hacerlas “hablar”. También ambulancias y ayuda humanitaria.

No paré de llorar mientras duró la exhibición. Estaba viendo la razón de la fuerza y esta imagen iluminó el recuerdo de tantos y tantos muertos que lo fueron porque la razón no encontró ejército. Lloraba sin amargura, pues estoy segura de que la mayoría allí presente quería un mundo mejor, más justo, menos violento… pero lloraba. Sentía como si gritasen a través de mí los que se fueron: “No queremos ni uno más, estamos los justos para denunciar la injusticia de no estar a la fuerza”.

Qué sorpresa los hombres que asumen la derrota y evitan con ello la violencia.
 
Sebastián Castellion es el autor de esta frase: “Matar a un hombre para defender una doctrina no es defender una doctrina, es matar a un hombre”. No la conocía y fue a través de Francisco Carrasquer (Premio Nacional de las Letras Aragonesas 2006) en su libro “Miradas de Eternidad” donde encontré esa razonable sentencia. Me emocionaron esos puntos comunes que Francisco Carrasquer encontró entre Miguel Servet y Espinoza como faros de lo que el ser humano debería exhibir:

La libertad de expresión del pensamiento dónde, cuándo y cómo sea.
La tolerancia como base de convivencia, contraste de pareceres y bienestar.
Unos mínimos cimientos de estoicismo.
Amor a la ciencia que se trasluce en la exposición y demostración.
Síntesis de lo racional y lo místico, de la razón y la intuición.

La Vida. ¡Qué sorpresa!



sábado, 3 de octubre de 2015

TE CUENTO LO QUE VEO




Te cuento lo que veo.

Una mujer hermosa.

Diría que el gimnasio es un espacio que frecuenta y a la vista está que sabe y puede relajarse. Esa actitud sosegada dice muy bien de ella. No hay duda. Claramente refleja un equilibrio entre cuerpo y mente.

Algo ha llamado mi atención. Una flecha apoyada en la roca. Pudiera interpretarse como una indicación para ir en sentido contrario al que está mirando, pero no es tan simple como parece. Más bien diría que es el resto del final de una batalla. Una lanza rota como resultado de una lucha interior. Si te fijas las rocas están llenas de rostros fantasmales. Vivió un conflicto de ideas en las que todas querían ser la mejor. Finalmente venció la que en su espacio podía acogerlas a todas.

Da su espalda a las sombras y su mirada ilumina el paisaje. Esta actitud provoca y lo que parece ser un río, al pasar junto a ella, se transforma en una nube queriendo decirle “eres un cielo”.

Y lo es porque ser bueno es ser
(decía, muy bien Darío)







lunes, 28 de septiembre de 2015

EL LENGUAJE

La Música (Fragmento de El Tango con Darío)
El lenguaje es el tesoro mayor que el hombre construye. El fondo en el que reposa es la música.

El hombre descubre que algo le supera, se le escapa. Esa sorpresa, ocupa por un instante el hogar abandonado para que el héroe pueda seguir la pista de aquello que quiere ser descubierto.

El espacio natural donde puede desarrollarse esta historia es la música.

Todo lo que empieza tiene que terminar. Hablar de final siempre nos parece triste pero puede superarse esa tristeza si vemos su otra cara, el nuevo amanecer que este final anuncia.
Para ver este juego tendremos que situarnos en el ojo y no en el párpado. “La vida es el parpadeo de la conciencia”.

Proyectamos, pero no sabemos hasta qué punto. Conocido ese centro lo entenderemos todo.

La tristeza es una provocación para tomar distancia de la alegría que todavía no hemos descubierto.



...

sábado, 19 de septiembre de 2015

EL DEPORTE



Hay que llamar la atención a los padres que animan a sus hijos a dejar de ser deportistas para convertirse en guerreros.

(Mosquito en el Río Ebro)






En las guerras hay vencedores y vencidos. Vence el más bruto. Los argumentos no sirven.

La discusión, la puesta en común de ideas distintas, es un síntoma de madurez individual y social.

El deporte sustituye a las guerras.

El deporte es una ritualización de lo que fue una lucha cruenta.

A diferencia de una pelea, en la que el ganador somete y humilla al vencido, en el campeón estamos todos representados. Se trata de reconocer al mejor, de saber hasta dónde puede llegar el ser humano. Para ello es imprescindible el juego limpio, porque:

"Lo importante no es ganar sino participar”.




jueves, 17 de septiembre de 2015

¿LA MUERTE?

Paisaje urbano - Zaragoza


Nos gusta imaginarnos añorados por quienes nos sobreviven
ya que no somos capaces de recordar dónde estábamos antes de nacer.

Pero situados en el ojo (conciencia) y no en su párpado (la vida),
todo vuelve a estar en su sitio.









martes, 15 de septiembre de 2015

ADOLESCENCIA




Miedo, siento miedo y pregunto:
¿Eres tú?
...pero responde un interminable silencio.

Una conocida tristeza se filtra por cualquier hueco de mi felicidad.
 ¿Eres tú?
...todo silencio.

En mi madurez te presiento cercanamente lejos. Desconcertada suplico otra vez
¿Eres tú?
...y vuelve la soledad del paisaje.

Pero un mediodía pleno, vacío de necesidades,
llega a mis oídos la música de esa letra:
¡Era yo!



domingo, 13 de septiembre de 2015

VOCES VALIENTES




Las palabras tienen su justo lugar, pero según donde nos empeñamos en colocarlas resulta más difícil escucharlas.

Interés, riesgo, prima, sube… tienen más o menos valor según quien las maneje.

Nos dicen que “sube el interés de la prima de riesgo”, quedamos en sus manos (en las de los mercados) y miramos en la dirección que quieren que miremos.

Yo no quiero que me engañen como a una prima. No quiero correr el riesgo de perder humanidad. Por lo tanto, he anulado mi interés por el dinero y compruebo que inmediatamente sube mi interés por el ser humano que tiene valor y no precio.




(La luna desde el Puente de Hierro-Zaragoza)



...



martes, 1 de septiembre de 2015

QUEJICAS

(Tortugas en Madrid)

Cuando señalo algo negativo y no tengo alternativa que ofrecer,

¿a quién responsabilizo por mi falta de vitalidad?





jueves, 27 de agosto de 2015

El Dr. JEKILL Y Mr. HYDE






Hyde levantó el puñal ocultando con su gesto la mano tendida de Jekill hacia Rebeca.

Ella, fascinada por la falsa energía de Hyde, no vió ese punto de salvación.

De nuevo Jekill suplicó a Rebeca: ¡Por favor, ¡ayúdame!.

Hyde, más fuerte, se opuso con un histérico ¡vete! y Rebeca huyó.

Fue el triste final de los tres.



Una personalidad incapaz de de dialogar con sus aspectos conflictivos está bloqueada.

Por eso estamos repitiendo una y otra vez, social y personalmente, la historia que escribió Robert Louis Steveson hace más de cien años.


martes, 25 de agosto de 2015

LOS PADRES



Es lógica esa preocupación por nuestros padres. No venimos a este mundo con un libro de instrucciones para saber cómo comportarnos en cada situación comprometida. Tenemos que improvisar y nos angustiamos.

Seamos detectives.

Si pudiéramos ordenar nuestros sentimientos descubriríamos espacios en blanco que les corresponde llenar a los otros y que indebidamente invadimos. He ahí el origen de alguna desazón. No adelantarse y escuchar es una norma básica del tango aplicable al devenir cotidiano. Saber establecer los límites entre lo que nos corresponde asumir y la responsabilidad que debemos dejar a los demás, un arte.

“Por mi situación no me angustiaría,
pero me angustia que el otro se angustie por mi situación”.

Las personas mayores, pero sobre todo nuestros padres, son un incalculable tesoro de experiencias. Unas veces por responder correctamente a problemas de todo tipo o por haber sufrido si no han sabido hacerlo. También son importantes los tachones que ayudan a no repetir errores.

Seamos consecuentes.

Disfrutemos de su compañía como son, sin querer cambiarlos, sabiendo que es un derecho que les da la edad. Cuidémoslos sin querer cobrarles con un reproche, evitando generales sentimientos de culpabilidad.

Seamos buenos, porque lo que hacemos-somos y la vida es un boomerang.




...

miércoles, 12 de agosto de 2015

A JAVIER AGUIRRE, EX-ENTRENADOR DEL REAL ZARAGOZA





(Ordesa por Manuel Muñoz)



Dice Pierre de Coubertein: “Lo esencial de la vida no es el éxito, sino esforzarse por conseguirlo”.

Hay ciclos en los que vivimos como locos. Queremos ser ricos, guapos, jóvenes, famosos… y en esa marabunta nos perdemos a nosotros mismos.

El doping del dinero es un trampantojo con el que nos dejamos engañar por no tener la madurez suficiente con la que valorar nuestros actos.

Esta crisis que nos duele porque ha pellizcado en carne propia, no es más que el contagio de la injusticia en la que están sumidos millones de seres humanos sin voz para quejarse.

Sería magnífico vivir en una sociedad madura.

La esencia del deporte es “que gane el mejor”. Cuando gana el que más cualidades tiene nos representa a todos.

Con el Campeón todos ganamos, porque hemos conseguido lo que pretendíamos, encontrar al mejor para saber hasta donde puede llegar el ser humano sin perder su centro de equilibrio. O dicho de otra manera, hasta donde podemos llegar sin dejar de ser humanos.

En distintos momentos he escuchado lo que Javier Aguirre dice al final de los partidos:

“Los dos jugamos bien. Ganamos, pero el empate hubiera sido lo más justo”

…. los jugadores “están dentro de su realidad”.

"Ni los árbitros ni la suerte entrenan conmigo de lunes a sábado. Hemos merecido tener los puntos que tenemos".

Actitudes como la suya, sencillamente sanas, ofrecen un terreno de juego en el que la vida y el deporte se hermanan.

Yo quiero pertenecer a esa familia.





sábado, 25 de julio de 2015

TODO A SU TIEMPO





En ciertas materias como las matemáticas o las ciencias, donde un concepto actúa como base sobre la que se construye otros conceptos, la enseñanza prematura puede provocar la pérdida de comprensión en el niño en un estadio primario, para no recuperarlo ya nunca.

(Génesis del pensamiento lógico. Inhelder y Piaget)




miércoles, 22 de julio de 2015

NO HAY QUE CALLAR



Tenemos que escuchar la segunda voz. El individuo a la sociedad, los partidos políticos a los ciudadanos.

No es la misma sociedad española aquella del tanto por ciento de analfabetos que la educada actual.

Tenemos que resistirnos al atraco.

Quien tiene la pistola del dinero sabe que si aprieta el gatillo mata a quien se lo procura y todos saltamos por los aires.

El auténtico valor es el trabajo de los asalariados y empresarios como actividad social.

Lo social lo es por ese tejido en el que todos intercambiamos lo que sabemos hacer.

Esto es sentido común. Sentir juntos en la misma dirección. Solidaridad, avance y apertura.

Seamos una familia universal. Aquellos que tienen más madurez expongan con autoridad la frontera entre el “mío” y el “tuyo”.

Los niños, hasta un determinado desarrollo, no son capaces de jugar con esas diferencias.

Un paraíso fiscal, es un niño malcriado.

lunes, 6 de julio de 2015

PREGUNTAS

(Zaragoza)




¿Por qué un niño pregunta ¿por qué?

Quizás porque no tiene madurez suficiente para saber
que él será su respuesta.









martes, 30 de junio de 2015

NANAS PARA MI NIETA





Te voy a contar un cuento
un cuento chiquirritín,
se lo contaba a tu madre
y lo canto para ti.

Mi cuento tiene una niña
un campo, también la mar
un príncipe y un mendigo
y un montón de cosas más

Mi cuento tiene una ola
que hizo a un barco naufragar
y una sirena que supo
a un capitán rescatar

Mi cuento tiene un mendigo
que un día pescó a ese pez
ese pez que le rogaba
vuélveme al mar otra vez.

Mi cuento tiene una ola
que al lado de un barco está.
Un pez, una caracola
y una sirena en la mar

Te voy a contar un cuento
un cuento chiquirritín
tendrás que cerrar los ojos
y así soñarás feliz

Mi cuento tiene una niña
un sueño y un despertar
unos padres sorprendidos
y felices sin parar.

El príncipe era marino
y la sirenita azul
en el cielo se encontraron
porque los mirabas tú.

Te pido que ahora me cuentes
lo que antes yo te conté
para que sueñe contigo
y feliz despertaré





viernes, 26 de junio de 2015

JUAN ANTONIO JIMENEZ en el 2008

Cerámica Juan Antonio Jiménez



Una exposición que no se olvida.





Voltea la imágen y aparece un diábolo. Imagina el hilo que le hace girar.

Mira esa gota que sale al encuentro de la que cae. Observa esos dos puntos que esperan oir lo tuyo (también lo mío y lo de todo el mundo).

Gota a gota fue una exposición con espacio y llena de luz, como dicen esos cuencos respirando vitalidad.

Que cada uno pueda aportar lo suyo dice bien de quien propone compartir su idea a través de esa materia original que nos une: El barro.

Gracias, Juan Antonio Jiménez, por tu generosidad.




martes, 23 de junio de 2015

CONVERSACIONES






Hay una notable diferencia entre “ponerse en el lugar de los demás” para saber qué ven y entender sus reacciones y “ponerse en el lugar de los demás” para decirles que en ese lugar no deberían estar y sentenciar “que tienen un problema de ética y moral, además de un comportamiento inmaduro”.

Con la primera actitud me identifico plenamente. Asumo la responsabilidad de mis hechos y dejo libres a los otros para que hagan lo que su naturaleza les permita.

No seré yo quien les examine, pues necesito todo ese tiempo para juzgarme y pedirme cuentas por el resultado de mi comportamiento.

“Por sus hechos los conoceréis”, decía un filósofo. Y yo quiero conocerme para poder contarme cómo soy.





.../...

viernes, 19 de junio de 2015

JUAN CARLOS GANDARILLAS


(Zaragoza - El Pilar en el Ebro)



(Invierno 2002 - un sábado de febrero)


Paula tenía pocos meses y estaba atenta. Escuchaba voces nuevas que concentraban su atención y alguna caricia que dibujaba los límites de su rostro. La miraba Juancarlos ofreciéndole un lugar desde donde mirarse. Alegría y generosidad, distribuidos por igual, en un rostro de matemático distraído.

Gandarilla podría ser una fruta, el matiz de un color (verde gandarilla)... la vereda a tomar para no perder esa capacidad de asombro nacida en el misterioso mundo de los niños. O quizás una lámpara. La de ese genio paciente, que espera ser liberado en las notas musicales de unas manos llenas de amistad.

Esperará un poquito más de la cuenta... pero merece la pena.



sábado, 6 de junio de 2015

RECORDANDO A CARLOS MENDO

(Dibujo de Isabela)

Te escuchaba todas las noches en la Cadena Ser. Unas veces me hacías sonreír y otras me enfadabas según el calibre de los argumentos con los que defendías tu posición “derechona”. En absoluto estaba de acuerdo contigo y sin embargo felicitaba al programa por tener la oportunidad de escuchar cómo un hombre conservador defendía sus convicciones noblemente.

Me gusta decir de mí que soy “roja perdida” porque me encuentro en esa concepción de la sociedad atribuida a la izquierda, pero al mismo tiempo me siento “como en casa” en cualquier actitud de origen bondadoso venga de donde venga, aunque haya salido de una idea supuestamente contraria a la mía.

Son muchos los aspectos por los que me alegró la victoria de la Selección Española y estoy segura de que a ti también.

Que “la roja” nos representara a todos los españoles fue mágico. Que la “bandera nacional” dejara de ser madrastra, entrañable. Que el entrenador fuera uno más, como lo fueron todos y cada uno de los futbolistas nos permitió ver un equipo invencible.

Sólo faltó una página y esa solo se hubiera escrito si en lugar de ganar hubieran perdido.

En el deporte se trata de que “gane el mejor” y si esta convicción la tuviésemos interiorizada sus efectos cambiarían espectacularmente la sociedad.

Perder y no enfadarse es admirable.

Admiraba que fueras capaz de quedarte solo frente a todos los contertulios y volvieras al día siguiente sin heridas ni rencores, con la intención de convencernos de lo que tú creías era lo mejor.

Admirar tiene efectos bondadosos.

Gracias y hasta siempre, querido Carlos Mendo.

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sábado, 23 de mayo de 2015

SITUACIONES MAL-TRATADAS - (Fragmento)

(Río Ebro - Zaragoza)
El agua es vital, pero también puede ahogar

Si supiera decirte lo que veo ya no habría problema.

Notas diferencia entre el antes y el después. “Antes todo lo que yo decía iba a misa, ahora no vale nada” y no está ahí la diferencia.

Sigo viendo lo mismo que antes, pero ahora veo que tú no ves lo que yo veía …y no es un juego de palabras.

Siempre me ha dado igual lo que dijeras porque me entusiasmaba la forma en que lo hacías. Pero no me refiero a esa vehemencia que ocultaba tu pasión, ni a esa cólera que enmascaraba tu firmeza, ni a ese miedo que anulaba tu prudencia, ni a esa rutina sometiendo a un ritmo que no necesitaba pentagrama, ni a esa intolerancia que no podía esconder un generoso corazón, ni a ese infantilismo que hacía reír de tapadillo al niño que tenías encerrado con todas esas llaves.

No te admiraba porque tus ideas fueran originales. Siempre leí lo que mi naturaleza necesitaba en lo que publicaron otros. Me gustabas tú, Adalbrecht, a secas, sin esa impostura de “genio” “célebre” “póstumo” y se entiende, porque en esa “otra humanidad” yo no podía estar. Yo era de este mundo y no iba a renunciar a él por unos cuantos elogios aunque tuvieran pedigrí.

Te quería a ti, sin adornos ni firuletes. Quería a ese hombre que se te ha despistado por querer diseñar otro modelo genial. Por obligarte a demostrar que eras el mejor y mostrar por ello que no admitías tus limitaciones.

Limitación no es sinónimo de impotencia. Es una vital señal que activa la empatía. Un mapa que muestra el camino de retorno hacia uno mismo.

Aquí estoy, esperando que llegues.






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