miércoles, 24 de enero de 2024

4.- CONCIERTO EN SÍ



Concierto en sí sostenido (y contenido).

Suena la trompeta y a pié, descubre un terreno sin explorar. Se diría que dice:

"Cada día trae su afán".

El piano acepta ese reto y eleva la realidad hasta el punto más alto.
Para evitar cualquier abduccionismo, todos deberemos formar parte de la orquesta y darle así la réplica.

Como Emerson, diremos:
"Cada día, es el mejor del año".

El violín susurra, cuenta, provoca, recorre todo el espacio dibujado por el piano y la trompeta.
Se le oye cantar

"Cada día trae su cariño, también para ti"





***

martes, 23 de enero de 2024

3- UNA ORQUESTA NOVATA



Un paseo por el Ebro - Zaragoza




La percusión se impuso con un protagonismo que no le correspondía.

Debido a la descarada rotundidad con la que intervenían platillos, bombos y castañuelas, los demás instrumentos parecían avergonzados.

Los violines se vieron afectados por este ambiente y bajaron el tono. El saxo entró desafinando. Las cuerdas pasaron el testigo al piano que también falló. Su ejecutante pulsaba las teclas con una vanidad a la que no estaban acostumbradas y la música salía envuelta en un rumor desagradable.

Por fin el oboe. 

Fue una intervención pequeña, pero suficiente para animar. ¡Así, así! decían con su silencio los animosos espectadores intentando profundizar con él en la partitura. 

Pero quien dirigía no era el público, sino aquel señor situado en dirección contraria a la orquesta y en su batuta faltaba la altura que da la pasión.

Faltaba y la encontramos en el patio de butacas.

Aplaudimos a todos aquellos jóvenes (director incluido), por haberlo intentado. No estaban obligados a más. Sustituyeron a quien falló y agradecimos que no nos dejasen sin concierto.

Hicieron un bis.



***

lunes, 22 de enero de 2024

2.- CÓMO VÍ AQUEL CONCIERTO-3

3 febrero 2002


 







Orquesta de Cámara "Virtuosi Pragenses"


Purcell, a través de la viola, recordaba el hogar y suspiraba por la seguridad de lo materno, mientras el resto de instrumentos advertían del peligro que suponía esta vuelta atrás.

Desde las primeras notas supe que este concierto iba a gustarme. El elegante negro de la orquesta subrayaba la variada gama de colores que animaba el patio de butacas.

Es fácil dar el tono, la señal de lo que lleva mucho tiempo ensayándose, pero es un milagro que callen los problemas, el estrés, la angustia al mismo tiempo… y se callaban. La empatía incluye una justa dosis de asombro, adivinada por la excelente disposición a escuchar.

El punto, aunque diga "seguido", anima al aplauso. El maestro de ceremonias ya advirtió que las pausas requieren silencio, una forma de escenificar la reflexión para que el autor se sienta acompañado en su relato musical, pero somos novatos y el silencio se nos hace todavía demasiado íntimo. Con un desconocido hablamos del tiempo. Aquí tosemos, como si afinásemos nosotros también esa añorada quietud de los sentidos.

Al principio hablé de peligro, pero allí todo estaba conjurado. Los aplausos hicieron volver a todos aquellos excelentes músicos que nos envolvieron, una vez más, en ese susurro de la felicidad que es la música.

How I watched that concert.
            Purcell, through life, remembered his home and longed for the confidence of motherly feeling, while the rest of instruments warned about the danger that this backward step meant.
            From the first notes I noticed that I was going to like this concert. The orchestra in elegant black emphasized the varied range of colours that brightened up the stalls.

            It´s easy to play in tune, the sign of what has been rehearsing for a long time; but it´s a miracle to make problems, stress, distress to get quiet at the same time … and they went. Empathy includes a right dose of astonishment, made out by the excellent willingness to listen.
            Although without a new paragraph, the stop encourages to applause. The master of ceremonies had warned the rest requests silence, a way of reproducing the reflection for the author to feel accompanied along his musical story, but we´re just beginners and the silence is still for us too innermost. We talk about weather with a stranger. Here, we cough as if we tuned that fine calm of senses as well.

            In the beginning I talked about danger, but there it all was warded off. Applause made all those excellent musicians, who covered us, once more, in that whisper of happiness music is, to come.
(Traducción María Rubio)





































domingo, 21 de enero de 2024

1.- JOVEN ORQUESTA NACIONAL.-13



(Dibujo de Anita Brus)



Enero 2002


Suena la joven Orquesta Nacional.


En la última fila fagotes, trombos y trompetas esperan el momento para subrayar el ascenso conseguido. La percusión interviene reconduciendo la melodía que por un momento parecía querer volar. El latido de un poderoso corazón devuelve la pasión a su cauce y da comienzo otra frase.

Pero yo no estoy fina.

El volumen se me hace insoportable porque algo ha ocurrido. Una de estas primeras notas tropezó en el estribo de mi oído que a su vez golpeó al martillo. Éste explicitó una sonora protesta por considerarse el único con capacidad de golpear, para lo cual derribó a un asustadizo yunque que cayó por el caracol y ya no hubo escalera capaz de rescatarle.
En esas condiciones acústicas no podía unirme a la opinión general que expresaba alegría porque esa joven orquesta hubiese dejado de ser una promesa. Si ellos habían conseguido lo que prometieron, a mí ¿qué me pasaba?

Interpretaron a Ravel en la segunda parte.

No era un buen apoyo (en mi caso) para reflexionar, por muy cerca que estuviera este compositor de los meditativos. Pero no quise dar la nota y aproveche el comienzo de aquel, casi imperceptible, temblor de los palillos para intentar localizar, como un zahorí, el origen de tamaño desajuste.

En tono tranquilo, desarrolló la frase un instrumento de viento

Una de las valiosas aportaciones que hace Matilde Ras al mundo grafológico es incorporar al pensamiento interpretativo el símbolo del aire. (Respiran los óvalos abiertos mostrando confianza en sí mismos).

Yo estaba cerrada

Seguía el concierto. Una vez más, escuchamos ese corto y reiterativo pasaje musical, reforzado, esta vez, por las cuerdas que parecían decirme: "el mal genio aparece como un dique en tu puerta". Y yo, como defensa, me distraía.
La orquesta subía, poco a poco, el tono. La partitura no era tal, sino un mensaje monocorde que no dejaba escapar a nadie de su disciplina. Todos tenían que decir lo mismo aumentando proporcionalmente el volumen.
Cuando los de la percusión se resarcieron, haciéndome oír en unos pocos, pero fortísimos compases, todo lo que no habían hablado hasta entonces, creí no poder contenerme.

Fue un esfuerzo no chillar ¡basta! ¡no puedo más!

Pero ese esfuerzo abrió una puerta. Salió, como alma que lleva el diablo, un no sé qué, y pude escuchar el agradecimiento general a nuestra joven orquesta. Las manos revoloteaban y no sabría decir si el aire fresco que se respiraba salía de aquel palmoteo o de las abiertas sonrisas que manifestaban su aprobación por ese sobresaliente concierto.
Ellos tenían razón.

Desde hoy escucharé a Ravel con otros ojos.

*


How I saw that concert


The young national orchestra sounds.

At the last row bassoons, trombones and trumpets wait for the moment to underline the achieved rise. Percussion takes part taking back the melody that, for a moment, seemed as if it wanted to fly. The beating of a powerful heart gets passion back to normal and begins another phrasing.

But I´m not acute.
Volume is unbearable for me because something´s happened. One of these notes tripped on my ear´s spur that, in turn, hit the hammer, this one asserted a stringent protest for considering itself the only one able to hit, and therefore it knocked down an easily frightened anvil that fell through the cochlea and there wasn´t a ladder able to rescue it any more.
In those acoustic conditions, I couldn´t join the general opinion expressing joy because that young orchestra had stopped being a promise. If they had got what they promised, what happened to me?.
They played Ravel in the second part.
It wasn´t a good support (in my case) to reflect on, even though this composer was close to the interveners. But I didn´t want to give the keynote and took advantage of that nearly imperceptible trembling of the drumsticks to try to locate, like a water diviner, the origin of such an imbalance.
In a quiet tune, a wind instrument developed the phrasing.
One of the valuable Matilde Ras´contributions to graphological world is incorporating the air symbol into the interpretative thought. (The open ovals breath showing self-confidence).
I was closed.
I followed the concert, once more, we listened to that short and reiterative musical passage, reinforced, this time, by string that seemed as if they wanted to tell me: “bad temper appears like a dyke at your door”. And I, as a defence, kept myself entertained.
The orchestra grew louder little by little. The score wasn´t anything of the sort, but a single-stringed message that didn´t let anybody escape from its discipline. Everybody had to say the same, turning volume up proportionally.
When those in the last row made up for it, making me hear in just a little, but absolutely strong time, all they hadn´t told till then, I thought I wasn´t able to restrained myself. It was an effort not to shout: stop! I can´t go on!.
But that effort opened a door. It went out, like a bat out of hell, a certain something, but that let me listen to the general gratitude to our young orchestra, hands fluttered and I couldn´t say if the fresh air I breathed came out of that clapping or of the open smiles that showed its approval to that outstanding concert.
They were right. It´s up to the truth to find its place.

From now on, I´ll listen to Ravel in a different way.
            María.
(Traducción María Rubio)



viernes, 19 de enero de 2024

AURORA























¡Mira qué belleza!

Miro y veo que quien mira,
también tiene algo que ver.



***

miércoles, 17 de enero de 2024

CONVERSACIONES




Querido Francisco.
Los años son solo un envoltorio. La sorpresa está dentro.

La madurez se arrebuja en el paso de Cronos y le imprime ritmo. 
Entonces caminar se llena de alegría y el paso militar necesario en un primer momento, deriva en danza.

Evaporado el miedo, ya no es su batuta quien domina,
sino un pentagrama de latidos con nombres y apellidos.

Interpretar la partitura vital dando a cada uno lo suyo es un espectáculo al que todos estamos invitados.



***

domingo, 14 de enero de 2024

Exposición 2005 - Conferencia

Conferencia de Antonio G.Olivares
















El amor en la psicología

Si buscamos la palabra “amor” en un diccionario, encontraremos, típicamente, tres significados para el concepto: (i) Intenso deseo sexual por otra persona; (ii) Emoción positiva intensa de cuidado y afecto; (iii) Fuerte atracción o entusiasmo por algo.

En los tres casos, se trata de un sentimiento de atracción o aprecio que, siguiendo al psiquiatra Claudio Naranjo, podríamos formalizar algo más psicológicamente, en las siguientes tres clases:
-Amor de hijo, o erótico, o libido.
-Amor de madre o benevolencia o ágape (caridad).
-Amor-admiración.

La primera clase de amor consistiría en un aprecio o estimación por el ser humano capaz de satisfacer los propios instintos, sexuales o de seguridad.
La segunda clase consistiría en un aprecio, estimación y/o identificación con los humanos en general tal como son o por alguna característica concreta típica de los humanos (e.g. su fragilidad, sencillez, nobleza, naturaleza pacífica, etc) y/o por los humanos concretos que poseen esa característica.
Si nos concentramos sólo en el amor interpersonal, y no en el amor a símbolos abstractos, la tercera clase consistiría en una estimación o admiración por los humanos tal como podrían llegar a ser o por una forma (humana) de existir, de ser, de estar, de existir, que se considera óptimamente deseable o valiosa y por los humanos que la representan.

Como ejemplo, el enamoramiento sería un amor-admiración despertado por alguien que a la vez despierta deseos eróticos, conscientes o inconscientes.

No encontraremos en las letras de los tangos una definición tan psicológica de los distintos tipos de amor, pero sí observamos que estas tres clases de amor son descritas con cierta frecuencia y, por tanto, son implícitamente aceptadas. En particular, el amor de hijo, el amor pasional (que tiene una componente erótica innegable), el amor de madre y el amor-admiración, aparecen con mucha frecuencia.

John Alan Lee en The colors of love (1973) identificó tres estilos o formas de amar primarias que se combinan en las relaciones amorosas reales: (i) Eros o atracción por una persona ideal, (ii) Ludus o amor como juego, (iii) Storge (amor familiar) o búsqueda de la amistad. De nuevo los tres tipos aparecen en las descripciones que ofrecen los tangos de personajes tales como el enamorado, el vividor y el marido leal, respectivamente.

Claudio Naranjo (Naranjo 2000) ha estudiado los rasgos habituales en las formas de amar de los nueve tipos de personalidades humanas de su clasificación, basada en un eneagrama de nueve clases o eneatipos. Pese a que aún está por desarrollar un trabajo de contrastación más riguroso, esta clasificación caractereológica es bastante útil como tipología, pues recoge nueve “pasiones dominantes” del carácter y sus mecanismos de defensa asociados, que cubren un espectro bastante amplio de tipos humanos reconocibles. A continuación resumiremos la forma de amar distintiva de algunos de los eneatipos que con más frecuencia aparecen en las letras de los tangos.

Eneatipo II, amor-pasión (E2): Carácter seductor por excelencia, el histriónico E2 se muestra muy amoroso. Pero ese amor es inestable, superficial y condicional pese a su aparente intensidad. El E2 se esmera en ofrecer un amor maravilloso, único y extraordinario, pero en contrapartida, es un pozo sin fondo que no se sacia nunca. Incluso habiendo encontrado un “amor verdadero”, la persona E2 es difícil, invasora, puede ser celosa, infantil, irresponsable e inconsecuente. No soporta heridas a su orgullo ni a su imagen siempre idealizada. Su amor termina fácilmente en desencanto o aburrimiento y búsqueda de nuevo objeto. Las llamadas “mujeres fatales” de la literatura y el cine, así como del tango, suelen corresponderse bien con este tipo. Confirma su auto-imagen de dador acumulando relaciones. Es un carácter muy bueno también en el rol de gran madre. Necesita “ser necesitado”, se podría decir.

Eneatipo III, amor narcisista (E3): El vanidoso y utilitarista E3 se valora si su imagen es valorada. Esto le hace tan autocontrolado que pierde la capacidad de entrega. El amor en sí puede ser desvalorizado frente al trabajo o al éxito. Además, la relación puede sufrir por el excesivo control de la pareja o de los hijos. Este amor se expresa más en actos serviciales que en comunicación de afecto. Sabe hacerse indispensable y alimenta la dependencia. Los E3 dominan el rol amoroso como dominan todos los roles. Irradian alegría y adaptabilidad, aunque también superficialidad. Ante la frustración, adopta la posición de víctima agresiva y hieren la autoestima de quien lo ha frustrado de forma precisa y afilada.

Eneatipo IV, amor-enfermedad (E4): Para el romántico masoquista E4 el amor es una pasión enfermiza, dolorosa y fortuita pero inevitable. Al igual que el E2, su amor es apasionado, pero el orgulloso E2 exalta e idealiza su pasión, mientras que el envidioso E4 (que no cree en sí mismo) más bien la sufre. Tiene un sentimiento carencial, como de envidia, que se autofrustra por su exceso. Pide más de lo que es esperable dar y molesta al otro con su acoso. Como se sabe acosador e inconscientemente agresivo, no se siente digno y anticipa su propio rechazo, que se vuelve así realidad más fácilmente. Se vuelve dependiente del que ama, pero si su amor es correspondido, ello invalida al otro: “si me quieres a mí, que soy una porquería, ¿qué clase de persona eres?,¿otro como yo?”. Para el E4 el amor nunca es lo suficientemente exaltado, lo suficientemente romántico ni lo suficientemente perfecto. El E4 es servicial, acomodaticio, sacrificado, que aguanta hasta el masoquismo la frustración y el sufrimiento. A la vez, presenta ese sufrimiento como moneda para que se le compense con amor (victimismo y chantaje emocional). Algunos desarrollan cierta arrogante vengatividad. Lo erótico puede ser vehementemente perseguido, pues es algo que le saca de lo ordinario y calma su sed de intensidad, pero tiene dificultades para entregarse al placer y al otro, llegando a veces a la inhibición orgásmica. También es aficionado al amor-dar tipo caridad: defensa de los oprimidos y necesitados, pues aunque él mismo no sabe recibir piedad, se apiada fácilmente del que no la tiene.

Eneatipo V, desapegado (E5): El reservado E5 tomó la decisión, en algún momento de su desarrollo, de arreglárselas solo, por eso es uno de los caracteres que aparentan ser menos amorosos. Es contrario al impulso de fusión con el otro porque alberga una verdadera pasión por evitar los vínculos. No sólo expresa poco su posible cariño, sino que es más indiferente y alejado. Le gusta recibir, pero no lo pide, pues ello podría molestar y conducir a una mayor frustración que la autoimpuesta. Se ha acomodado a vivir con las mínimas necesidades respecto de otros. Cree poco en el amor, al igual que el E8 y tiende a pensar que quienes se lo manifiestan lo hacen por otros motivos. Puede sentir el deseo del otro como algo que le limita.

Eneatipo VI, amor sumiso y amor paternalista (E6): El temeroso tipo VI desconfía de la entrega que implica el amor. Se teme ser engañado, sometido, humillado, controlado. Tienen problemas para establecer relaciones filiales igualitarias: unos van de huerfanitos por la vida, buscando protección, mientras que otros toman una actitud paternalista eliminadora del miedo en los otros. Hay una ambivalencia continua frente a lo exterior, de amor y odio, confianza y desconfianza. Por otra parte, funciona desde el control en aras del deber más que desde el deseo, porque implícitamente se piensa, en la línea de Freud, que el propio “ello” desatado sería algo horrible. Lo podemos identificar con el “amor desconfiado” de muchos protagonistas varones de tangos.

Eneatipo VII, amor cómodo (E7): El autoindulgente VII es seductor y cariñoso como el E2, pero necesita ante todo un amor indulgente, que no le exija ni le ponga límites y, a cambio, ofrece al otro permisividad. En lugar de un amor-pasión como el E2, el E7 busca un amor tranquilo, agradable y a salvo de problemas, como el “amor galante” de la época cortesana. Tiende a una confusión entre el amor y el placer y entre el amor y la no interferencia en el cumplimiento de los deseos o amor-comodidad. Se bate en retirada ante compromisos, obligaciones o restricciones, por lo que es un amor un poco inestable, siempre exploratorio. Agravado porque al goloso “oral-optimista” E7 lo lejano siempre le parece más atractivo que lo cercano. Busca relaciones sin roce y sabe encontrarlas, salvo que difícilmente pueden llamarse relaciones. Tiene una actitud muy amistosa, simpática e igualitaria y entra en conversación fácilmente. Su amor es muy lúdico y sabe simpáticamente hacer aceptables su juegos a los demás.

Eneatipo VIII, amor avasallador (E8): Dada la indiferencia emocional del E8, sería propio hablar de atracción lujuriosa más que de amor lujurioso en este tipo. El Don Juan original (el burlador) se correspondería con este tipo: un amor que invade, utiliza, abusa, explota, y que exige a su vez un amor que se someta y se deje explotar. En su posición cínica, y en guerra con el mundo, no cree en el amor del otro, lo pone a prueba pidiéndole lo imposible o pidiéndole el dolor como manifestación de sinceridad. Puede admirar modelos fuertes de persona. El amor de pareja del E8 es invasivo, excesivo, avasallador, violento y antisentimental. Amor-contacto, no emocional, sin compromisos y con negación de la dependencia. El amor a sí es el más fuerte y el amor al prójimo va en segundo lugar, pese a ser aparentemente antisocial: es contrario a las normas más que a las personas concretas. Sin embargo, su amor a sí no es un amor al niño de pecho interior, sino a un adolescente titánico que se ha propuesto conseguir lo que no se le dio en su momento.

Los dos tipos amorosos del extremo del eneagrama son más difícilmente reconocibles entre los protagonistas de los tangos:
-Las personas perfeccionistas, rígidas e invasoras del Eneatipo I.
-Las perezosas, maternales y acomodaticias del tipo IX.

La tesina de García Martín (García Martín 1992) subraya el ambiente del lupanar y la subcultura asociada a él como origen del ambiente que describen muchos tangos:

“El hecho es que una casa de lenocinio agrupa soledades, no las integra. La dinámica del prostíbulo acerca a sus habitantes pero mantiene las distancias entre ellos; es decir, les hace volver hacia su propio interior.” Como decía Sábato (Sábato, 1963, pag. 15): «El puro acto sexual es doblemente triste, ya que no sólo deja al hombre en su soledad inicial, sino que la agrava y ensombrece con la frustración del intento». Y también: “Hay un sentimiento latente -casi nunca racionalizado- de "círculo vicioso", en el que se ve sumido el individuo que frecuenta el prostíbulo. (…) Es sobre todo la impotencia por reformar lo indeseable lo que da lugar al llanto, la imposibilidad de romper ese "círculo vicioso". A eso corresponde siempre un clima exterior, un clima físico característico, que es la lluvia, la niebla, la garúa o el color gris de lo que rodea al protagonista.”

En mi opinión, aunque esto explica el ambiente descrito en algunas letras, éstas describen, más generalmente, el propio ambiente social de la Buenos Aires de las primeras décadas del siglo XX. Una sociedad de recursos muy limitados, limitado acceso a la propiedad de la tierra y al ascenso social, constituida principalmente por inmigrantes alienados de sus culturas de origen, con fuerte desproporción entre población de hombres y de mujeres y fuerte competición entre los hombres por el acceso al trabajo y a las mujeres. Para una introducción a los orígenes históricos del tango véase García-Olivares (2003) y Labraña y Sebastián (1992).

Ante un ambiente adverso y agresivo la construcción de un ego poderoso y blindado es una solución muy promovida desde la revolución romántica (véase García-Olivares 1997).

Como dice García-Martín: “(Hay en el ambiente del tango una) complicidad sutil, consistente en la camaradería con los "compañeros de fatigas", aunque guardando las distancias. Esto, sin embargo, no impide la violencia, la crueldad y el desprecio hacia ellos cuando se trata de la autoafirmación en el ambiente. La razón es bien simple: la jerarquía de valores se construye en torno al concepto de supervivencia (en todos los sentidos; por lo general la supervivencia de la relación con la mujer supone la supervivencia material, física; el compadrito vive de la prostitución de su compañera)”.

Sin embargo, incluso aunque no se dependa materialmente de la mujer, el fracaso en la competición por seducirla recuerda dolorosamente que ese ego que tanto ha costado montar no nos inmuniza del fracaso vital en general ni de nuestra inferioridad frente a otros.
(continuará...)

Acuarelas: Blanca García
Fotografía acuarelas: Ignacio Aguas








CONFERENCIA ANTONIO G.OLIVARES - Exposición en el 2005 -

Conferencia: Antonio García Olivares



























Metáforas del saber popular (III): el amor en el tango
Antonio García-Olivares

Resumen
El análisis metafórico es un valioso instrumento para estudiar los presupuestos implícitos de un grupo social. Este artículo, continuación de dos trabajos previos, analiza las metáforas que utilizan los grupos sociales que crearon el tango cuando describen un tema tan importante culturalmente como es el amor. La concepción del amor del tango es coherente con su visión desconfiada ante la vida. Para el tango, el amor es: fuerza irracional, fuego, nutriente, locura, hechizo y embriaguez , y la relación amorosa es: cooperación en la lucha, caminar conjunto, cooperación volátil, paraíso artificial, juego, dominación y lucha. Todas estas metáforas coinciden o son desarrollos de las metáforas básicas sobre el amor identificadas por Lakoff y Kövecses en varias lenguas occidentales. Las metáforas anglosajonas del amor como inversión y como máquina no son frecuentes en el tango. Los tangos describen además los espejismos del enamoramiento, las causas y motivos del mismo, los riesgos del amor, los efectos del desamor, las distintas maneras de amar y proporciona consejos para que cada cual pueda obtener lo mejor del amar.

Introducción

Este artículo es el tercer capítulo de un trabajo de investigación en que el autor se propuso el estudio de los presupuestos culturales, intereses y aspiraciones de los grupos sociales que crearon el tango, mediante el análisis de las metáforas que tales grupos utilizan en sus canciones (véanse: García-Olivares, 2003; 2004). Como vimos en esos trabajos previos, las letras de los tangos constituyen una auténtica filosofía popular sobre la vida que, en parte, coincide con la que se trasluce del análisis de las letras del flamenco. El origen humilde de los grupos sociales creadores de ambas formas de canción podría estar detrás de sus coincidencias en las formas de plantear la propia experiencia vital.

Para aquellos dos trabajos, así como para éste, se partió del análisis de las letras de (por entonces) 6.984 tangos que aparecían recogidos en el servidor Gardel de Internet (http://argentina.informatik.uni-muenchen.de/argentina.html), creado por Luis Mandel y Federico Waisman. De esta colección de tangos, se seleccionaron 227 que hablaban sobre el amor y que hemos utilizados aquí para analizar qué dice el tango sobre este objeto complejo e importante.

Seis de cada siete tangos tienen un contenido descriptivo de situaciones particulares, que no son fácilmente generalizables, y por ello no fueron seleccionados. Sin embargo, la mayoría de estos tangos rechazados hablaban también de temas amorosos, lo cual ilustra la importancia que para el tango tiene este tema, en comparación con otros temas que también se analizaron, que son: la vida, el saber, el mundo y la sociedad, la persona, la ética y el propio tango.

De todas las formas de análisis metafórico posibles (véase Lizcano, 1998), hemos utilizado la que consiste en fijar un término metafórico, aquí el amor, y buscar todos los sujetos metafóricos que el tango utiliza para describir dicho tema o término.

El lingüista Kövecses (1988; 1990; 1991) ha mostrado que hay correlaciones entre la forma como la gente experimenta el amor y la presencia de ciertas metáforas conceptuales que hablan sobre ese tema en su propia cultura. Estos y otros estudios apoyan el papel que las metáforas parecen tener como constituyentes de significados (véase, por ejemplo, Lakoff y Johnson, 1991). Otros trabajos, como el de Murphy (1996) han puesto en duda el papel de las metáforas como las fuentes únicas del significado del tema al que se aplican. Según Murphy, la metáfora puede relacionar un término con un sujeto porque hay una analogía estructural previa entre los conceptos relacionados. Este autor considera más verosímil que el contenido de una representación no esté constituido completamente pero sí influido por las metáforas que la propia cultura utiliza para describirlo. A falta de más evidencia empírica, el rol de la metáfora parece estar entre ser el único mecanismo constitutivo del significado de los objetos complejos y ser una influencia importante en este significado.

Según los estudios de Koevecses, hay metáforas muy frecuentes en el mundo anglosajón, y también en el hispanoparlante, que describen el amor como “un nutriente” (“estaba sedienta de amor”), la cual conduce a la gente a experimentar el amor como una necesidad, o la metáfora occidental de origen platónico de que “el amor es la unidad de dos partes complementarias” (“estamos hechos el uno para el otro”, “es mi media naranja”, “ella y yo somos uno”, serían expresiones equivalentes en castellano), que inducirían a la gente a concebir el amor como un estado idílico y en perfecta armonía, un lazo poderoso entre dos seres (“la rotura de la relación”) y una especie de necesidad.

Otra metáfora habitual en las lenguas europeas es la que describe el amor como un fluido con la capacidad de impregnar total o parcialmente a uno: “Esta relación no me llena del todo” o “estoy lleno de amor”. ¿Qué es lo que es llenado en uno?. De acuerdo con Barthes (1977) podría ser el deseo: “(el ser amado) es la imagen singular que ha venido milagrosamente a responder a la especificidad de mi deseo”. Más en la línea de Ortega, podría ser la atención: “El enamoramiento es atención anómalamente detenida en otra persona” (Ortega y Gasset, 1985).

En nuestro análisis de las letras de los tangos hemos encontrado estas metáforas, pero también otras muchas metáforas descriptivas del amor, que constituyen una visión de enorme riqueza filosófica y psicológica sobre este complejo tema.

En los dos artículos anteriores, describíamos el ambiente social que acompañó al tango a lo largo de su historia. En sus orígenes, se trata de un conjunto heterogéneo de inmigrantes procedentes de Europa y de la Pampa argentina, que convivieron junto con ex-esclavos negros, compartiendo antiguos caserones coloniales o conventillos, donde se agrupaba el 28% de la población. La competencia por conseguir un lugar en el eximio mercado de trabajo fue feroz desde el principio, y lo siguió siendo prácticamente hasta la actualidad, pues Argentina no consiguió nunca despegar económicamente, en contra de las esperanzas de casi todos.

Otro dato importante es la gran disparidad que se produjo entre hombres y mujeres. En 1869 Argentina contaba con 1.700.000 habitantes. Entre esta fecha y 1930, el país ingresó seis millones de extranjeros, de los que el 70% eran hombres, cuyo 70% a su vez estaban entre los 20 y los 40 años de edad. Esto es, casi todos eran hombres en edad fértil (R. Flores, 2000).

Muchos de estos hombres se encontraron sin pareja permanente, y se arrimaron al tango para bailar, pero usaron el baile sobre todo como una manera de acercarse a una mujer, aunque fuera paga y con tiempo limitado (como ocurría en las academias, donde se pagaba a veces para bailar con las camareras); a la vez que otros hombres utilizaron la música como una forma de integración a una nueva tierra donde se sentían solos.

El tango pues, como no podía ser menos, sirvió entre otras cosas, como medio de acercamiento a las pocas mujeres disponibles, y como medio de lucimiento competitivo entre los hombres a la hora de llamar la atención de esas mujeres. Esta competición debió de influir probablemente en el gusto masculino por formas de bailar cada vez más espectaculares.
(continuará...)

Acuarelas: Blanca García
Fotografía Acuarelas: Ignacio Aguas







PACO EL DE LA SERRANA y ALBERTO GAMBINO-Exposición en el 2005



(Paco el de la Serrana y Alberto Gambino)


..Justo Erdociain, diga lo que diga, lo dice bien y un@ no se cansa de escucharle. Como actor profesional está acostumbrado a viajar por diferentes estados de ánimo y siempre consigue llegar donde quiere. Es un experto mendigo que sabe pedirle a la vida lo que la vida trae para él.

Os decía que Justo siempre va donde quiere. Yo le pedí que quisiera recitar el poema de José María Gabriel y Galán “El embargo” por dos razones. Porque el acento extremeño que da otro color a la forma de decir y una prueba más de que, en todas partes, las penas se viven en gris..

(Justo recita el verso de Gabriel y Galán)

(cuando termina suena el tango "Mi noche triste, interpretada por El Cabrero.
(Pista 1)
Manuel Barrios, El Cabrero interpretando "Mi noche triste" de Pascual Contursi. Como habréis escuchado es un tango lleno de lunfardo con acento flamenco.

Esto sólo ha sido un adelanto de la conversación entre las dos culturas a la que estamos todos invitados. Será el sábado 19 de noviembre a las seis y media en el salón de actos de este mismo centro. Os dejaré los elogios a vosotros cuando escuchéis a Antonio García Olivares hablar sobre la filosofía de la vida a través del tango y a Miguel Ropero Nuñez de la Poesía en el Flamenco. No os perdáis esta conversación.

San Juan y Boedo antiguo y todo el cielo,
Pompeya y, más alla, la inundación,
tu melena de novia en el recuerdo,
y tu nombre flotando en el adios...
La esquina del herrero barro y pampa,
tu casa, tu vereda y el zanjon
y un perfume de yuyos y de alfalfa
que me llena de nuevo el corazón.

Sur... paredón y después...
Sur... una luz de almacen...
Ya nunca me veras como me vieras,
recostado en la vidriera
y esperandote,
ya nunca alumbrare con las estrellas
nuestra marcha sin querellas
por las noches de Pompeya.
Las calles y las lunas suburbanas
y mi amor en tu ventana
todo ha muerto, ya lo se.

San Juan y Boedo antiguo, cielo perdido,
Pompeya y, al llegar al terraplen,
tus veinte años temblando de cariño
bajo el beso que entonces te robe.
Nostalgia de las cosas que han pasado,
arena que la vida se llevo,
pesadumbre del barrio que ha cambiado
y amargura del sueño que murio.

Sur... paredón y después...
Sur... una luz de almacen...

Recita Justo Sur

(Canta Roberto Cancer Sur)



Fotografías acuarelas






sábado, 13 de enero de 2024

KONSTANCIO PRADAS-Exposición en el 2005



Konstancio Pradas


"El flamenco es la expresión más singular de todas las manifestadas dentro del panorama musical español. Se nutre de gran cantidad de culturas que a lo largo de la historia han ido pasando por la península" nos dice Konstancio Pradas. Y nos recuerda la similitud de sus orígenes con los del tango."



Acuarelas

viernes, 12 de enero de 2024

2-RECORDANDO LA EXPOSICIÓN EN EL 2005









Fusiones o cruces.

(Canta Roberto El Cruce ) (Pista 27)

A los doce años, Roberto Cáncer Alayeto estudia guitarra con profesores de clásico y flamenco. Desde entonces la música y él han sido inseparables. En 1967 Oriente quiso quedárselo pero la tierra tira y en 1970 volvió a los escenarios españoles. En 1980 dejó de actuar como profesional y repartió su tiempo entre la canción y el teatro. Desde 1999 es socio de “El GaraGe”. Para resumir esta última etapa diremos que el tango le sedujo, Amparo Millán a él y ellos a nosotros.

(Se oye el poema “El Cruce)










continuará...

miércoles, 10 de enero de 2024

Homenaje a Carmen Serna en el 2006

Fraga, domingo 26 de marzo de 2006.
Homenaje a Carmen Serna en el Día Internacional de la Poesía.

El Día Internacional de la Poesía (reconocido por la UNESCO) se celebra en Fraga desde el año 2004. Organizaban la Asociación de Amas de Casa, Asociación de Amigos y Vecinos del Casco Histórico, Asociación de Hosteleros de Fraga y el Hogar de Personas Mayores. Como plato fuerte el homenaje a Carmen Serna, reconocida poeta y escritora aragonesa.
Ángela Ibáñez me invitó a participar porque conozco a Carmen, no tanto como para decirme amiga íntima suya pero sí para entender por qué la quieren tanto sus amig@s. Una parte del programa consistió en leer ante los que allí estábamos poesías propias, de Carmen u otros autores. Y allí fui con mi libro. Como éramos much@s hubo que agilizar la cantidad de líneas que todos queríamos leer y resultó bastante ameno.
Pero os quería contar que a petición de la homenajeada cerramos el recital con un tango. Que supo a poco y los responsables de las actividades culturales se quedaron la dirección de “El GaraGe” para que el próximo año, cuando tengan terminado el hermoso auditorio que están construyendo, puedan ofrecer a tod@s los tanguer@s su hospitalidad.
Fraga espera que el tango llegue pronto. Monzón se adelantó.
No os perdáis estas excursiones. Son entrañables.








domingo, 7 de enero de 2024

Fraga y "El Día Internacional de la Poesía" - Ángel Guinda - 2012





En París, en el año 1999, la Conferencia general de la UNESCO decidió proclamar el 21 de marzo, como Día Mundial de la Poesía. Desde el 2004 Fraga se une a esa fiesta y nos invita a compartir vivencias.

Os cuento.

“El Día Nacional del Tango” se celebra cada 11 de diciembre desde hace 35 años y en el 2009 fue declarado “Patrimonio de la Humanidad”.

Hace poco, Ángel Guinda y sus poemas hicieron dúo con el tango en una de las más antiguas Milongas de Zaragoza, la del Arrabal, dirigida por José Carlos de La Fuente.

Enrique Santos Discépolo dijo que el tango es “un pensamiento triste que se baila”. Alonso Cordel lo define como “el nuevo Esperanto”. También he leído en mí que esta danza traduce el pentagrama de la tierra.

En el tango, encontrar el punto de equilibrio es complejo, como en muchos aspectos de la vida, porque no depende sólo de uno.

Desplazarse sobre la pista deletreando correctamente la indicación del compañero.

Llegar a tiempo para empezar el siguiente paso sin perder ritmo.

No cargar el peso en el hombro que te sirve de apoyo.

Oír el tema y saber escuchar cómo quiere interpretarlo quien te acompaña.

Saber proponer sin que suene a mando.

También podría decirse que para bailar un pensamiento y que dé fruto en los hechos, es necesario leer bien para decir bien, como en poesía.

No leo más. Que digan ellos.

sábado, 6 de enero de 2024

RECORDANDO MIS CONVERSACIONES CON FRANCISCO CARRASQUER en el 2008

















Zaragoza, marzo 2007


Querido Francisco Carrasquer, espero que al recibo de ésta se encuentre bien. ¿Se acuerda? Así empezábamos las cartas no hace tantos años.

Mucho han cambiado algunas cosas, esas que no echan raíces y su obligación es cambiar. Otras permanecen igual, aunque vayan creciendo. Las buenas ideas, en el sentido Machadiano, han prendido con fuerza en las nuevas generaciones y aunque hay una larga lista de injusticias que concienciar ya se ve natural incorporar a lo cotidiano los derechos humanos. Ello gracias a hombres como usted.

El 25 de marzo pasado en Fraga, en el Día Internacional de la Poesía, fuimos muchos los que nos reunimos alrededor de su figura. Ángela Ibáñez, además de admirarle, le quiere y nos habló fundamentalmente de su dimensión humana. No sabe cuánto me hubiese gustado “alucinar en colores” como sus alumnos, cuando les explicaba las experiencias colectivizadoras en Aragón.

Le agradezco que sea como es, porque no es fácil asumir en primera persona el aspecto trágico de la vida. Participar en ese diálogo imposible entre blanco y negro es heroico y ofrecer, como punto de equilibrio, el hogar de un buen corazón como el suyo, imprescindible.

Beltor Brecht hablaba de los hombres imprescindibles, aquellos que luchan durante toda la vida. Dicho de otra manera, aquellos que no pierden la fe en el ser humano y son, por ello, puntos de referencia de la humanidad.

Para participar en su homenaje elegí estos textos que le acompaño. Naturalmente no pude leerlos todos ya que, como le he contado, fuimos muchos y repartimos solidariamente el tiempo.

Espero tener el placer de conocerle personalmente.

Admirado Francisco, desde esa vitalidad reciba un entrañable abrazo.

María Bernad




 

jueves, 4 de enero de 2024

PISTAS PARA CUANDO ESTOY DESPISTADA



Autoestima


No me cambiaría por ti. Pero si yo fuera tú, no me cambiaría por mí.