(Fragmento de El Tango con Darío)
(Acuarelas Blanca García)
EN EL PUNTO CERO (Aproximación a la vacuidad)
No le conozco, (tampoco
yo le conozco,
pero le acojo,
siento su cuerpo
preto al mío, entre sus senos encuentro calidez.
Le miro y no
debiera, cómo resistirse,
su ternura me
conmueve.
Busco mi espacio
sobre su lánguido brazo y veo el vacío,
¡El vacío soy yo!
Ansiedad,
Penetro con mis
ojos, aún más en el vacío… veo mejor, sí, soy yo,
soy yo intemporal,
desde niño hasta hoy, hasta mañana, hasta mi muerte,
soy eterno, soy
siempre yo.
Siempre he estado
ahí, aunque no lo hubiese reconocido, y aún distraído,
ahí estoy yo,
aunque no haya nada.
Ni soy feliz ni
infeliz
Soy yo, pleno capaz,
entero.
Me reconozco y me gusto,
soy maravillosamente yo.
¿Y ella? ¿Qué es
ella?,,,
Lo sé, también le
reconozco,
ella es yo,
mi otro lado, mi
otra orilla,
No espera nada de
mí, no es un reto,
es el “punto cero”,
el punto “nada”
somos ella y yo
unidos en una espera eterna,
como el universo,
eterna como su maravillosa quietud.
Ahora no siento
nada, porque su cuerpo es mi cuerpo,
es mi complemento
primigenio,
origen y raíz de
mí.
No sé cuando te perdí,
pero has retornado,
has vuelto para bailar
un tango,
otra vez unidos,
como antes de que
las fuerzas universales,
los misterios inconmensurables
de la inteligencia eterna…
nos dividieran en dos,
Has vuelto para
bailar un Tango.
Nos arrebataron, me
alejaron de ti (de mí),
Pero el gran amor
del hombre creó una danza que une alma a alma.