sábado, 29 de junio de 2013

Paisajes

La Playa
Una excusa para reflexionar


“Una playa grande, solitaria. No se ve el horizonte. Una silla. Al final una escalera.”


Canarias


Cada cual trae su espacio.

El tiempo es la batuta que armoniza la banda sonora del destino.
Sentarse, sentirse, acomodarse en uno mismo, es el mejor espectáculo que podemos contemplar.

¿Hay un final?

El final es únicamente un eslabón más que engarza los balbuceos del principio
y ese cierre de ciclo nos da la clave para entender a qué se debían unos malentendidos que sólo lo han sido porque faltaba ese último ingrediente dinamizador de nuestro nombre.

Es "una serpiente que se muerde la cola" y nos dice que la divinidad, "la felicidad", es un círculo cuyo centro está en todas partes.

Esto es lo que veo desde esa solitaria silla que parece colocada por algún amigo que quisiera ver amanecer.

Ha sido un placer.








lunes, 3 de junio de 2013

Conversaciones con David L. Cardiel







Hay un hermoso tango de Homero Manzi que expresa esa paradoja.

Fui como una lluvia de cenizas y fatigas
en las horas resignadas de tu vida...
Gota de vinagre derramada,
fatalmente derramada, sobre todas tus heridas.
Fuiste por mi culpa golondrina entre la nieve
rosa marchitada por la nube que no llueve.
Fuimos la esperanza que no llega, que no alcanza
que no puede vislumbrar su tarde mansa.
Fuimos el viajero que no implora, que no reza,
que no llora, que se echó a morir.

¡Vete...!
¿No comprendes que te estás matando?
¿No comprendes que te estoy llamando?
¡Vete...!
No me beses que te estoy llorando
¡Y quisiera no llorarte más!
¿No ves?,
es mejor que mi dolor
quede tirado con tu amor
librado de mi amor final
¡Vete!,
¿No comprendes que te estoy salvando?
¿No comprendes que te estoy amando?
¡No me sigas, ni me llames, ni me beses
ni me llores, ni me quieras más!

Trasmites bien ese dolor. La soledad de ese viaje que inevitablemente uno tiene que realizar solo. Es la única manera de llegar al destino correcto. El propio corazón.

Un abrazo
María