domingo, 9 de marzo de 2025

PESIMISMO

 




¿Un poco pesimista? 

Los problemas son pasajeros. 

A la Vida le gusta jugar con nosotros. Nos esconde la realidad para que la encontremos y nos sintamos dioses por un instante. Pone pistas y si no damos con la solución,  propone otro juego más fácil aunque menos interesante. 

Todo tiene un aspecto positivo. El frío espabila y el lodo subraya lo que en su tono original podría disimularse. 

El pesimismo, el desanimo es una reacción infantil. Paradójicamente no tiene nada que ver con los niños sino con algún aspecto nuestro que no ha madurado lo suficiente. 

El rumbo de la sociedad es mucho más fácil de modificar de lo que nos parece. Lo vemos imposible porque pretendemos cambiar a los demás y ese deseo queda en eso, en deseo. 

Somos nosotros los que tenemos que ajustar la brújula de nuestros actos con nuestras ideas. Entonces se cierra esa ventana por la que vemos paisajes lejanos y nuestra solidez, nuestro soldado interior, consigue abrir la puerta al presente. 

Es la única forma de ganar batallas.

A MI HIJA un 12 de mayo de 1979

A María, mi hija, gemela de mi niña interior

Ribera del Ebro (Zaragoza)


Mi niña está contenta.
 El regalo de un pequeño telar dibujó en su carita una nueva expresión de gozo.

 Sentada bajo un árbol, con una seriedad desconocida, teje algún misterio.

Un muchacho que vive al otro lado (diferente de la norma), sale a su encuentro; adelanta sus retorcidas manos y mi pequeña deposita en ellas su tesoro. En un abrir y cerrar de ojos aquella criatura le devuelve un amasijo irreconocible de lo que antes fue un encaje.

Creyendo protegerla, he gritado: ¡fuera! (aunque el pobre pequeño, asustado por mi expresión, había iniciado ya una frenética carrera).

Pero... ¡ay! ¿Quién entiende a los niños?

Con los ojos llenos de lágrimas me reprocha que le haya asustado. "¿No ves (me riñe), que también él quería enseñarme lo suyo?" y ha salido corriendo a buscarle, dejándome a mí con un triste sabor, mezcla de torpeza, crueldad y miedo.

Un poco más tarde se me acerca, mientras su compañero de juegos permanece oculto tras un árbol.

Después de mirarme seriamente, deposita en el suelo su caja de madera y saca los trozos de un dibujo que el otro día (no me acuerdo por qué), le rompí. Extiende en la hierba aquellos pedacitos de papel y con una enternecedora sonrisa me pregunta: ¿era éste tu tesoro? ¿también tú querías enseñármelo?

Y los dos se me ríen, dándome tiempo a que teatralice un perdón que al final consigo regalarme.

¡Qué bien nos entienden los niños!

***

miércoles, 5 de marzo de 2025

AUSENCIA








Querido amigo. El teléfono no es suficiente para acompañaros en estos tristísimos momentos. El abrazo en directo hubiera sido lo ideal, pero no ha podido ser. Por eso te escribo esta carta.

Hace muchos años que mantuvimos una correspondencia entrañable, de la que guardo como recuerdo aquel libro que me regalaste con las páginas en blanco.

Así es la vida. Somos sus páginas en las que vamos contándole cómo somos, cómo estamos, qué queremos, qué nos hace falta…  Ella, la vida, en el momento que considera oportuno pone el FIN a nuestro relato.

El dolor por la muerte de un hijo, compañero, padre, hermano, primo, sobrino, amigo, es inevitable y hay que vivirlo (no se puede de otra manera) en primera persona. Ese duelo tiene un ciclo que poco a poco se cumplirá. Para que transcurra por buen camino tendremos en cuenta que la tristeza por su pérdida es nuestra porque nos deja un vacío, pero él, seguro, estará bien. En estos momentos vivía una etapa feliz y eso es lo que deberemos recordar junto a la pena de su ausencia. Seguro que él lo querría así.

Podemos ser creyentes y entonces imaginarlo en el cielo. O no serlo e imaginar que está en su cielo porque él lo era.

Querido amigo, la vida de cada uno es un guión en el que hay momentos difíciles, alegres, complicados, felices y solo uno puede entender completamente su vida. Superar los problemas asumiendo nuestra responsabilidad es de campeones. Tú has sido uno de ellos. Para tus padres un punto de apoyo extraordinario.

La distancia supone un impedimento para la comunicación. Pocas cosas pueden sustituir al gesto, la sonrisa, el abrazo, pero una de ellas es la memoria, el recuerdo de tantas vivencias compartidas por nuestra familia y que están grabadas en nuestros corazones.

Un fuerte, fuerte abrazo para todos vosotros de todos nosotros, desde ese corazón que nos une.




martes, 4 de marzo de 2025

UNA FRÁGIL BARQUILLA







Una voz nos atrae y vamos hacia su ribera en la frágil embarcación que apenas nos protege.

            Es paradójico.

            Si la nave fuera más fuerte, tendríamos una mayor autonomía para oponernos a transitar por esas aguas de peligroso aspecto y podríamos elegir un camino más fácil. Pero ¡ay! en ese atajo habitan las sirenas.

            Aceptar nuestra fragilidad supone asumir la propuesta de la naturaleza y dar cobijo a esos aspectos que han perdido su hogar.

            En esa generosidad se oculta el destino. Llega envuelto en la sorpresa de encontrar lo que siempre habíamos esperado. Escuchar, pronunciado por nosotros, nuestro nombre.