sábado, 23 de mayo de 2015

SITUACIONES MAL-TRATADAS - (Fragmento)

(Río Ebro - Zaragoza)
El agua es vital, pero también puede ahogar

Si supiera decirte lo que veo ya no habría problema.

Notas diferencia entre el antes y el después. “Antes todo lo que yo decía iba a misa, ahora no vale nada” y no está ahí la diferencia.

Sigo viendo lo mismo que antes, pero ahora veo que tú no ves lo que yo veía …y no es un juego de palabras.

Siempre me ha dado igual lo que dijeras porque me entusiasmaba la forma en que lo hacías. Pero no me refiero a esa vehemencia que ocultaba tu pasión, ni a esa cólera que enmascaraba tu firmeza, ni a ese miedo que anulaba tu prudencia, ni a esa rutina sometiendo a un ritmo que no necesitaba pentagrama, ni a esa intolerancia que no podía esconder un generoso corazón, ni a ese infantilismo que hacía reír de tapadillo al niño que tenías encerrado con todas esas llaves.

No te admiraba porque tus ideas fueran originales. Siempre leí lo que mi naturaleza necesitaba en lo que publicaron otros. Me gustabas tú, Adalbrecht, a secas, sin esa impostura de “genio” “célebre” “póstumo” y se entiende, porque en esa “otra humanidad” yo no podía estar. Yo era de este mundo y no iba a renunciar a él por unos cuantos elogios aunque tuvieran pedigrí.

Te quería a ti, sin adornos ni firuletes. Quería a ese hombre que se te ha despistado por querer diseñar otro modelo genial. Por obligarte a demostrar que eras el mejor y mostrar por ello que no admitías tus limitaciones.

Limitación no es sinónimo de impotencia. Es una vital señal que activa la empatía. Un mapa que muestra el camino de retorno hacia uno mismo.

Aquí estoy, esperando que llegues.






***

viernes, 22 de mayo de 2015

A MIGUEL ROPERO NUÑEZ











Si pudiéramos sentir que la vida es el ritmo de la conciencia,
contemplaríamos el “palo” de la nuestra con “alegría”.





viernes, 15 de mayo de 2015

CONVERSANDO CON EVA VIVES EN EL 2005



En general estoy contenta. Fue una presentación ambivalente, con aspectos positivos aunque demasiado larga, bastante incómoda para los asistentes (calor y falta de sillas) y un tanto desequilibrada en las actuaciones por una serie de imprevistos achacables a mi bisoñez como maestra de ceremonias.

“Sólo dos letritas” dices, y has sintetizado perfectamente lo que pretendía con esa exposición. Me has emocionado, porque ciertamente mostrar los poemas ha sido una excusa para presentaros a Blanca García que es una artista. A Konstancio Pradas y Paco el de la Serrana, a quienes conocí en un curso de “palmeo” y me parecieron magníficos. A Miguel Ropero al que oírle es un placer por la pasión que pone en lo que dice. Y también volver a recordar lo que tenemos en “casa”. Amparo Millán, Roberto Cáncer y Antonio García Olivares.

“Solo dos letritas” y te dibujas entusiasta, vital, valiente para descubrir nuevos aspectos; generosa, hospitalaria y no me dejas otra respuesta que asentir en cómo me ves porque si no me estaría perdiendo cómo eres.

Gracias, Eva. Me quedo los besos.

jueves, 14 de mayo de 2015

INCOMUNICACIÓN

(Atocha)

La conversación es un intercambio de ideas.

Si ésta se da entre distintos niveles puede nacer algo más: la incomunicación.

¿Quién asume esa paternidad?

Y si no se asume, ¿qué podemos reprochar a la criatura del Dr.Frankenstein?


miércoles, 13 de mayo de 2015

PROBLEMAS EN EL 2004





Es importante ver los problemas desde distintos cristales, pero sobre todo con el ánimo de resolverlos.

A este amigo le quiero mucho y me gustaría ayudarle. En una ocasión le escribí una carta de la que te reproduzco algunos pasajes:

“Lo que yo he sabido de tus padres es que se han encontrado con un problema que en cierta manera les desbordaba, pero querían echar una mano. Sus circunstancias han sido duras, como las de toda su generación y están acostumbrados a las privaciones. Hubieran dado su vida por recuperar la tuya.

Siempre me han hablado bien de ti. Que eras amable, responsable, trabajador, cariñoso, en suma, un pedazo de pan (de pueblo). “Hay mucha gente que consigue tener una familia, una casa, un coche... y no son mejores que él”, me decían. “¿Por qué ha decidido tomar un atajo y pasar de todo?”

Después de hablar con los psicólogos se calmaron un poco. Le explicaron a su padre que podía ser un problema de falta de estimación. (¿Pero cómo le van a estimar si está prisionero de la droga? apostillaba su madre, “que la deje y será una persona respetable”).

Recuerdo alguna situación de callejón sin salida. Si le pedía dinero a su madre y se lo daba, su padre le reñía y si se negaba le acusaba de que esa falta de cariño le había puesto a los pies de los caballos.

Yo, desde fuera, lo que veía era que los tres querían entenderse pero hacía falta más distancia para que las propias angustias no se empujaran en tre sí.
Los conflictos son inevitables. La diferencia es cómo se afrontan. Ocurre a veces que uno estaría dispuesto a asumir lo suyo, pero se encuentra con un exceso de peso que no le corresponde y del que nadie se hace responsable. No sé si me explico. Bueno, mañana te veo. Un abrazo y cuídate.”

María


viernes, 8 de mayo de 2015

UN CAFÉ




Si reacciono ante una respuesta inesperada del otro, sin averiguar cuál ha sido el origen de esa actitud, siento que algo falta.

Si asumo esa responsabilidad se abren las ventanas y aparece un nuevo horizonte.

Por eso la empatía es el espacio del amor. En ese estado todo es luminoso. Vemos y nos vemos completos. En esa realidad podemos reconocernos y esa conciencia nos hace invulnerables a cualquier distracción.

El león simboliza la fuerza porque es “indistraíble en el ataque”. Caza con la misma inocencia que Nieztsche lo hacía con sus ideas. La acción es nuestro tesoro. El amor nos hace libres porque ilumina nuestro campo de batalla.

Decir “te quiero” no es hablar de posesión. Es indicarle al otro que su compañía supone una jornada de puertas abiertas a la alegría.

Por eso el amor solo tiene una puerta y es de entrada.



***

miércoles, 6 de mayo de 2015

FRAGMENTO


Carta en el 2003

(No se si podrás aceptar que te quiera en esta situación, con esta realidad de la que no puedes sentirte orgulloso y a la que yo de ninguna manera puedo renunciar. Pero quisiera estar ahí, también contigo, donde me dejes estar.)



(Lee Justo Erdociain)

Hemos recorrido juntos treinta años y dibujado una vida en común felizmente fecunda.

En la última etapa hubo un cambio imperceptible de vía que nos ha situado en paisajes distintos. No es sensato arremeter contra ese paisaje por haber aparecido de repente, como si fuese la proyección quien se moviese.

Tenemos dos cristales. Donde uno ve monte, el otro dibuja una llanura y no hay forma de lograr un acuerdo entre dos realidades incomunicadas por los torpes reproches que pretenden despabilar al compañero para que se apresure a llegar donde estamos, dando por hecho que la verdad es nuestra y que el otro está perdido.

A primera vista no se entiende nada. Desde lejos no se ve la realidad de lo que ocurre y hay que acercarse a todos y cada uno de los hilos para ver donde se formó el nudo de esta historia. Deberíamos, serenamente, desandar lo andado, para encontrar el momento en el que nuestro jefe de estación cambió las vías.

El amor es el bailarín más experto en cuyos brazos solo una cosa se puede hacer: ver lo que se hace. Para conseguir esta lucidez nuestra naturaleza hará lo imposible. El conflicto está en que a nadie le es permitido sustituir al otro en su trayecto. Es cada uno, en primera persona, quien debe tomar las riendas de su vida, asumiendo cualquier riesgo.

En mi equipaje tengo la certeza de que se ama sin pedir nada a cambio. Mas aún, recordando que nos dieron sin estar obligados. Que somos mendigos del amor y que el empleo es fijo. Que se quiere sin red y ese es el riesgo.

Recíprocamente, el destino nos guarda un lugar preferente en nuestro centro, al que siempre podemos retornar. Solo en ese giro hacia la inocencia se puede descubrir en qué momento se dio la vuelta Eros, para “alejarse un poco” y protegernos de aquella seducción que pudiera despistarnos demasiado de nosotros mismos.

En la bondad de la vida ya estamos encontrados.


¿Por favor, me das algo?



domingo, 3 de mayo de 2015

A CARMEN VEGA






Preguntas: ¿Es acaso un pedir constante de lo que no te dan y dar mucho de lo que no te piden? y entiendo que es un matiz que ves en el tango.

Yo añadiría otro matiz. Un aspecto fundamental del tango es el equilibrio. Para caminar bien en la vida, el equilibrio es fundamental.

Los demás son un cristal en el que nos vemos reflejados. Imagínate que pides delante de un espejo. Lógicamente verás que tú te pides. En el espejo de los demás pasa lo mismo, pero nos despistamos.

Si cuando pedimos pudiésemos preguntarnos ¿por qué no tenemos lo que deberíamos?, nos haríamos responsables de esos vacíos y liberaríamos a los demás de algo que no les toca dar.

Si cuando damos, no lo reciben y por ello nos enfadamos, deberíamos preguntarnos ¿qué aspecto mío estoy abandonando?

¿Egoísmo o generosidad? La vida es complejamente sencilla.

Cuando somos pequeños solo podemos centrarnos en nosotros porque estamos desarrollando nuestras capacidades empáticas y la relación con los demás activa nuestros interruptores vitales. Encendida la luz descubrimos a los demás. Eso es inocencia.

Cuando somos adultos podemos interaccionar con el mundo entero. Si no lo hacemos tendremos que investigar las causas.

El tango es un buen ejercicio para desarrollar esas capacidades vitales.

Querida Carmen. Te agradezco mucho tus palabras. Son amables, cariñosas y con un aroma de admiración que dice muy bien de ti. Siempre he dicho que “quien elogia, se elogia”. Para ver en los demás un valor tenemos que llevarlo dentro. De otra forma no sabríamos leerlo.

Querida Carmen. Espero seguir conversando contigo.

Mientras, un fuerte, fuerte abrazo.