martes, 24 de enero de 2023

CONVERSANDO CON JUAN RAMÓN JIMÉNEZ EN EL 2001

 




EL VIAJE DEFINITIVO

JUAN RAMÓN JIMENEZ – CORAZÓN EN EL VIENTO 1910-1911

 

Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando;

y se quedará mi huerto, con su verde árbol,

y con su pozo blanco.

 

Todas las tardes, el cielo será azul y plácido;

y tocarán, como esta tarde están tocando,

las campanas del campanario.

 

Se morirán aquellos que me amaron;

y el pueblo se hará nuevo cada año;

y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado,

mi espíritu errará, nostálgico…

 

Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol verde, sin pozo blanco,

sin cielo azul y plácido…

Y se quedarán los pájaros cantando.

 

 

Conversando con Juan Ramón en el 2001

 

A Juan Ramón

(a una preocupación que no lo fue, en el fondo)

 

Se quiere ir y no puede.

Y deja el huerto, un canto, el pozo y un árbol

a modo de testigos de su paso

Y le parece poco.

 

Intenta que se vayan

los que vieron su luz

para sentir nostaljia de sí mismo

Y no le satisface

 

Se queda, finalmente,

haciendo que se vayan los demás

... sin hogar ... sin cielo azul

Él con su soledad, que le seguirá acompañando.


lunes, 23 de enero de 2023

REFLEXIONES EN 1998






En el colegio (católico) me enseñaron que la fe es una gracia divina otorgada a quien dios quiere. Y yo deduje que el único culpable de la falta de fe era dios.

Entre otras actitudes vitales me descubrí partidaria de la no penalización del aborto y un conocido padre de la iglesia me llamó asesina. 
 Ese mismo día, un hombre de fe, según la iglesia, recibía su diaria comunión bajo un conocido palio. Y yo deduje que, para ser consecuentes, a este hombre, Pinochet, deberían haberle excomulgado.

Estaba realmente confundida. Pero mi compañero, que es un cielo, me regaló su conciencia. "Dios no es una cuestión de creencia, sino de vivencia"

Y esto es lo que quise compartir con todas las personas de buena voluntad en el año 1998.




lunes, 16 de enero de 2023

MI LIBRO - EL TANGO CON DARIO

 







 “El Tango con Darío”

Está dedicado a Paula

Nació, como Libro, un 15 de marzo de 2001.

Se empezó a gestar el 22 de octubre de 1952

Silvia Arzac

Directora de la Casa de las Letras de José C.Paz (Buenos Aires), fue la responsable de que participase en el concurso de poemas sobre el tango en el 2000 y nos alojó en su hospitalidad. Fueron seis días inolvidables para acompañarle en su primer premio.

Rafael Flores tuvo la generosidad de prologarlo.

Francisco Blesa (Paco), fue su primer diseñador.

El 15 de marzo de 2001 nació maquetado en los Talleres Gráficos de Impresionarte en Zaragoza. www.impresionarte.com/empresa.html.

Posteriormente, Antonio García Olivares lo dimensionó. Habló de él con tanto cariño que parecía ser su autor. Pudimos escucharle en FNAC de Zaragoza, al tiempo que Antonio y Lines bailaban como ellos saben. Nos emocionaron. Nunca olvidaré aquella generosidad.

En la idea de Merlhe Carvallo y Tanno Vorenkap, viajó a Holanda acomodado en “Un Maletín de Tango”.

Justo Erdociaín le dio espacio en su voz.

Roberto Cáncer escuchó la música de “El Cruce”, la escribió y nació un tango que lleva el mismo nombre.

Blanca García lo piropeo en acuarelas.

Miguel Ropero Nuñez y Antonio García Olivares, moderados por Alonso Cordel, aceptaron su propuesta y conversaron sobre los puntos comunes del tango y el flamenco en un acto que cerraba una exposición de acuarelas y poemas patrocinada por el Ayuntamiento de Zaragoza con Roberto Tordesillas al frente del Centro Cívico Terminillo.

 


viernes, 13 de enero de 2023

VIAJE A BUENOS AIRES

 





 

 

 

                                                                                                                                                              030101

 

 

 

Zaragoza nos despidió compartiendo con nosotras la interrogante de un viaje inesperado.

 

Aprovechamos los "pasillos" del tiempo entre vuelos para ver a la familia, y conocer algún aeropuerto, "aeroparque", como dirían ellos.

 

Pasadas 26 horas desde que salimos de casa, la entrada en Buenos Aires no pudo ser mejor. Silvia nos recibió con la hospitalidad del propio nombre, preludio de una acogida intemporal.

 

Desde su coche los primeros contrastes. Atravesamos un barrio lleno de sueños pendientes y alguna pesadilla, pero el final del camino, como la misma vida, terminaba en el paraíso. Una casa (que sería la nuestra durante esos días) rodeada de naturaleza verde, árboles, jardines, pájaros y algún habitante más que luego nos visitaría., modificó la primera impresión de inquietud. Pero quedarle solas en un espacio tan abierto nos preocupaba un poco.

 

Silvia nos dejó instalándonos, pero poco duró este abandono, menos que la cortina entre dos tangos. Enseguida volvió acompañada. Este intervalo parecía hecho a propósito para subrayar la llegada de Juan, el alma de una casa que hasta entonces había estado vacía. Juan nos guardaría día y noche, añadiendo a su seguridad un ritmo en nuestro descontrol horario. El café del desayuno y el de regreso (no importaba la hora que marcase el reloj) mantenía el latido cotidiano que tiene el hogar.

 

El recibimiento lo enriqueció Teresa con unas exquisitas empanadas que renovaron nuestras energías y cuya receta no llegamos a conocer.

 

¡Qué decir de Zaida!, la pequeña hija de Silvia. Tan pocos años para tanta madurez.

 

Nos volvieron a dejaron solas un ratito. Digo bien solas, la soledad precisa un paisaje especial y estaba perfectamente protegida nuestra intimidad por ese excelente guardián que compartió nuestro viaje.

 

El Club de Leones y el Rotary Club tuvieron la cálida idea de invitarnos a una reunión de "familia" y a la cena posterior cocinada por las "chicas". Una placa conmemorativa deja constancia de su amabilidad con nosotras, además de un "corazoncito" (un símbolo del Club)  que nos hizo latir con ellos.

 

Terminado el encuentro fuimos a perdernos por Buenos Aires. Exactamente perdernos. A pesar de que no bailamos esa noche, fueron tres horas de paseo con encanto: San Telmo, Piedras, Corrientes, La Ideal-no vista, Casa Rosada… Café Tortoni-no visto...

 

El regreso a casa. La sorpresa de volver escoltadas por una patrulla de la policía nos hizo comprobar que las advertencias de prevención "exageradas" en su momento, se quedaban chicas comparadas con la inseguridad equivalente a la protección recibida.

 

Silvia tenía compromisos al día siguiente. Decidimos hacer el viaje solas. Remis, tren, autobús, en total dos horas y media para recorrer los 35 kms que nos separaba de Buenos Aires. Flora nos esperaba en su casa para comer. Después nos llevaría a la milonga Sin Rumbo, un lugar amplio donde bailamos los primeros tangos con acento (aunque hay quien pronuncia muy bien en Zaragoza, Córdoba, Granada, Madrid...)