lunes, 23 de enero de 2023

REFLEXIONES EN 1998






En el colegio (católico) me enseñaron que la fe es una gracia divina otorgada a quien dios quiere. Y yo deduje que el único culpable de la falta de fe era dios.

Entre otras actitudes vitales me descubrí partidaria de la no penalización del aborto y un conocido padre de la iglesia me llamó asesina. 
 Ese mismo día, un hombre de fe, según la iglesia, recibía su diaria comunión bajo un conocido palio. Y yo deduje que, para ser consecuentes, a este hombre, Pinochet, deberían haberle excomulgado.

Estaba realmente confundida. Pero mi compañero, que es un cielo, me regaló su conciencia. "Dios no es una cuestión de creencia, sino de vivencia"

Y esto es lo que quise compartir con todas las personas de buena voluntad en el año 1998.




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