jueves, 31 de marzo de 2022

UNA VELADA ELEVADA AL CUBO - LA ESPADA DEL HÉROE



Desierto:
Calor y frío. Intangible como el mar.

Cubo:
De hielo. Colocado en el centro geométrico.

Escalera:
De caracol. De acero.

Caballo:
Caminando con él a la sombra.

Tormenta:



Flores:
Violetas. Cardos violetas.

Me llama la atención las grietas de las rocas.
*



De acero es la espada del héroe.

No perder el centro es un aviso
para quien decidió entrar en el conflicto del ser humano. 

Solo en ese equilibrio hallaremos lo que fuimos a buscar.

 Está ahí, aunque le hacemos esperar
porque llegan todavía nuevos aspectos.

Nos da miedo poner fin a lo que puede ser principio
 y estamos un poco desorientados por tanta vitalidad.

Pensé que ya no estabas
y pretendía distraer la pena de tu ausencia.

 Tu voz devuelve su realidad a cada cosa
 y se impone el silencio.

No imaginas cómo te quiero.


*

martes, 29 de marzo de 2022

UNA VELADA ELEVADA AL CUBO - ESE LUGAR



Desierto: Arena ardiente. Amarillento. Sol abrasador. Caravana, camellos, beduinos. Contraste de un oasis. Agua fresca, cielo azul. Noche estrellada.

Cubo: Muy grande. Un poco inclinado. De hielo transparente y duro. Se deshace y va refrescando la arena.

Escalera: Vertical. Hundida para que no se caiga. Cerca del bloque de hielo. Que permita subir hacia una zona menos calurosa. Buscando siempre ir en contra del calor.

Caballo: Un caballo fuerte, veloz, que pueda galopar bien por el desierto y me acerque al oasis para refrescarnos y disfrutar tranquilamente.

Tormenta: Que me permita disfrutar del desierto y el caballo y sea gratificante.

Flores: Me gustaría encontrarlas. Quizá estén en el oasis.

*

No puedo soportar el viaje que propones.
Me mareo.
Y es que en ese vaivén, discrepa el equilibrio.

No es por ahí, si buscas mi entusiasmo,
pero tampoco pretendo que te quedes.

Ve. Te espero.

Lo haré en ese lugar que solo existe
si tú decidieras volver.

**

domingo, 27 de marzo de 2022

DESDE GRANADA 1998


 

UNA VELADA ELEVADA AL CUBO - CONFLICTO GENERACIONAL



Desierto:Mucha arena. Dunas. Muy cálido, con mucho sol. Árido y sin vida.

Cubo:Arenita. Rojo. Amarronado. Naranja.

Escalera:De dos metros y medio. De aluminio. Gris. Para subir a una furgoneta.

Caballo:Grande. Gris. En el medio de un camino. Camina con un hombre encima.

Tormenta:Por la noche. Lluvia, relámpagos y truenos. Mucha lluvia, mucho frío. Arena toda mojada.

Flores:No hay flores.

*




Dices tú:
Erase una vez, hace muchos años... 
Tienes que hacer esto... 
No debes hacer lo otro... 
Cuando yo tenía tu edad...
Te conviene...

....

Digo yo:
Me voy, pero vuelvo enseguida.

Toma asiento.
Ahora soy yo quien tiene que decir.
Escúchame con seriedad:


"El hombre serio es aquel
 que es capaz de desprenderse de todas las conclusiones
 porque sólo entonces está en condiciones de inquirir..."
Dice: Krishnamurti






viernes, 25 de marzo de 2022

UNA VELADA ELEVADA AL CUBO - HOSPITALIDAD




Desierto:
Llanura enorme. Llamas. Saharahuis con turbantes corriendo. Tienen sed y van a beber agua.

Cubo:
(1m x 1m) Madera blanca y está sobre un pilar, porque si no no se vería. Al comienzo del desierto, donde hay ruinas romanas y todo eso...

Escalera:
Al otro lado de la columna. Hay caballetes y muebles. La veo allí, blanca y de madera.

Caballo:
Rojizo, tirando a marrón. Está parado con un caballista a tiempo de montarse. Hay gente por allí y está entre el cubo y la escalera.

Tormenta:
Está todo en calma.

Flores: Hay un puesto de cosas antiguas, gente... hay muchas flores raras y silvestres.



Tenemos sensación de estar siempre velando.
El desierto y nosotras somos incompatibles.
Garantizado el alimento por los siglos, en la maleta llevamos un oasis.

Sabemos contarle a la tormenta un cuento para que no haga ruido
y así no despertar a quien descansa.

Sin duda, somos hospitalarias.

Pero miremos más al fondo en esta "vela".

Nos llama la atención que alguien nos llama
(con tanta gente resultará difícil encontrarse).
Le seguimos la pista a esa voz conocida que late y tararea sin que dé con el ritmo.
(No "damos", no encontramos, porque miramos fuera).

Dejemos que se acerque.

Más tarde o más temprano
descubriremos que somos nosotras quienes pronunciamos: ¡Julia!.

.../...


A Julia, mi madre, agradecida por haberme prestado su paisaje.






martes, 22 de marzo de 2022

UNA VELADA ELEVADA AL CUBO - SÍNTESIS




Mi desierto particular, al que no todo el mundo llega, está lleno de macetas de todos los colores, con un cubo de Rubric a los pies de una de ellas.

Una escalinata de caracol inmensa baja del cielo hasta el suelo.

Una lluvia fina, sin estruendos riega las plantas, me moja pero no importa, es tan limpia y tan fina…

Mi caballo color canela de gran alzada y con largas crines vainillas está, simplemente está.







… aunque la vida no es tan simple y lo sabemos.

Podemos contarla como un cuento, escribirla o pensarla.
En cualquier caso pedirá su apellido.

Lo que no está permitido es ponerle "pistas" al campo, por la sencilla razón de que así despistamos y quien tiene que entrar pasa de largo.

Salgamos de ese encierro voluntario.
Pasear por el nombre es un buen ejercicio y tenemos espacio.

Quien llegó varias veces y no pudo pasar, podrá decirnos, por fin, a qué venía.
"Estoy y quiero ser contigo"








lunes, 21 de marzo de 2022

UNA VELADA ELEVADA AL CUBO - INSEGURIDAD




Desierto:Uniforme. Sofocante. Pálido. Extremo. Bonito. Despoblado

Cubo:Pequeño para llevar en el bolsillo. Madera maciza. Huele bien. Cerca de mí.

Escalera:Madera. Tijera. Justo. Siempre a mano.

Caballo:
Blanco o negro. Brioso. Mucha vida. En una cuadra al lado de un oasis. Con forraje.

Tormenta:En un hotel de ***** Dándole vida al oasis. Con el caballo al lado.

Flores:Alguna flor. Una pradera llena de flores.

*







Te sacas de la manga una quimera queriendo impresionarme 
y veo las estrellas cuando apagas mi luz.

Un seductor fantasma me instaló en tu bolsillo
e insinué quedarme hasta el final.

Pero no te confundas…

… me iré si no oigo que te quieres.



***







viernes, 18 de marzo de 2022

jueves, 17 de marzo de 2022

UNA VELADA ELEVADA AL CUBO - PAISAJES ANÍMICOS






No entendía por qué esas pesadillas, si yo sé lo que quiero.

Un buen día dejé marchar aquella sombra con máscara de niño
y al abrir la ventana encontré la respuesta.

¡Qué mañana!

 ¡Qué sol!

 ¡Qué bien mi compañía!






***

martes, 15 de marzo de 2022

UNA VELADA ELEVADA AL CUBO - FANTASMAS




Desierto:Arena blanca. Palmeras. A ratos de día, a ratos luna y estrellas. Azul claro más luminoso.

Cubo:
Cristal lleno de agua. Peces de colores, algas, caballitos de mar. En medio una sirena virtual.

Escalera:
Rayas de colores roja, verde y blanca. Metacrilato. Apoyada en el cubo.

Caballo:Tres caballos. Marrón con patas blancas. Percherón. Unicornio.

Tormenta:

Flores:De muchos colores. Grandes (fuera de lo normal) y pequeñitas.

Me llama la atención que este paisaje está enmarcado.


Tarbes


Fantasear es huir de la realidad y no somos cobardes.
Sencillamente sabemos hablar con los fantasmas.

Los problemas solo son falsas soluciones y ha llegado la hora de hablar claro:

“No te echo, te acojo”
decimos a esa sombra que pide garantías para dejar pasar a nuestro yo completo.

Preparamos un mapa tejido con puntos de referencia y esperamos.

Cambiamos de escenario.

En esta soledad solo tú, mi cariño, puedes acompañarme.


***


A Eva, con mi agradecimiento por haberme prestado su paisaje.



domingo, 13 de marzo de 2022

UNA VELADA ELEVADA AL CUBO - ZEUS Y HERA


*


Desierto:Hace mucho calor, tiene un tono rojizo, lleno de enormes dunas de arena. Hace sol, el cielo es de un azul intenso, hay mucho silencio y nada ni nadie se mueve alrededor. Pese a las dunas, los horizontes se ven lejanos.

Cubo:
Es de un metro treinta de lado, está en el centro de la cuenca que forman las dunas cercanas. Es azul ultramar, oscuro, de un material transparente, como gelatina, pero que no necesita frío para mantenerse en su forma de cubo.

Escalera:
Es de un tamaño medio, más o menos un metro de ancho, de madera de pino. Sin barandilla. Sube al cubo, está pegada a uno de sus costados.

Caballo:Es un caballo de montar, esbelto, alto, grande. Es de color ocre con las crines y la cola blanca-rubio platino.

Tormenta:Huele a humedad, cae mucho agua en grandes gotas y hay viento arremolinado que todo lo mueve. Los relámpagos llenan el cielo oscuro, casi negro y los truenos suenan cerca.

Flores:
Son narcisos silvestres, llenan un campo entero arriba del todo casi en la sierra de Leire, en un lugar plano o casi. Son todas del mismo tamaño y apenas dejan ver la hierba: se diría que el campo entero es amarillo.



*

Se diría que Zeus nos añora y quisiera vernos con él en su huevo cósmico.

¡No es tiempo todavía!
le gritaría Hera (que siempre le gritaba) 
y para asegurarnos aquí abajo, ordenó a Aracne tejer una conquista que nos atase con el mismo deseo que tenía la tejedora de librarse del genio de la diosa.

¡Y no era suficiente!

Para que no mirásemos al cielo, pidió a Urano que hiciese de pintor.
Accedió de buen grado y con un solo piropo le sacó sus mejores colores a la tierra.

¡Qué hizo!

Tanta belleza consiguió lo contrario:
entusiasmarnos más y añorar lo elevado.

Quiso entonces enmascarar la altura y ensayó la idea de llover,
sin notar cómo Zeus,
 a quien la añoranza se le hacía insoportable,
se filtraba en cada gota de agua.

Como era un dios y un dios lo abarca todo,
no pudo dejar ni una sola gota marina por ocupar y esto llevó su tiempo.

Ordenó a las sirenas que durmieran a Hera
y cuando la mar estuvo fecundada,
se acercó a despertarla con un beso. 

A Ella le gustó y a nosotras que cambiase de humor.
Para festejarlo agotamos nuestra intuición sembrando bienvenidas.

Fue tanta la cosecha que todos los seres humanos, 
sin faltar un@ sol@,
 tuvieron que echar una mano en la recolección...
...cazando ideas ...llenando de besos ...hablando ...mirando ... bailando ...luchando ...soñando ...cantando.
En resumen, viviendo.

Desde entonces,
nos vemos en cada matiz de cualquier cosa
 y deseamos que Zeus nos rapte y Hera se lo impida.

Pero ya tienen años para ir y venir y están cansados.

Por eso, encendemos un fuego,
 preparamos sopitas y les contamos,
 una y otra vez al amor de la lumbre, 
como hicieron para “llegar a dioses”.

Cuando se duermen leemos a Tagore.


*







(Fragmento El Test del Cubo)

viernes, 11 de marzo de 2022

UNA VELADA ELEVADA AL CUBO - EMPATÍA


(Nieve Andrea)
Desierto:Es un gran paisaje que limita con un cielo rojo, morado – atardecer, con una gama del naranja al morado intenso, de abajo hasta arriba. La arena toma esos colores para sí, fundiéndose con el pajizo que luce de día, haciendo sombras caprichosas con las dunas, dispuestas de manera ordenada, al antojo del viento. Hay alguna plantita que asoma tímidamente de cuando en vez, y, a lo lejos, se intuye el caminar de un poblado que, con sus camellos y tiendas de campaña, buscan un lugar donde pasar la noche que se aproxima, para seguir, al día siguiente, en busca de un lugar habitable donde su ganado pueda pastar y beber. Es embriagador contemplarlo, pero comienza a hacer frío...

Cubo:
Es un cubo de unos cuatro metros de lado, de piedra color arenisca, pero por su situación en el tiempo, espacio, tomaría un color purpúreo en la cara oculta a la luz tenue del atardecer, brillando. Sin embargo, con un dorado intenso en su cara orientada hacia el sol poniente. Está casi en el centro del paisaje, quizá un poco más cerca del espectador que del mismo centro.

Escalera:
La escalera es de madera, tiene una altura de unos tres metros y está apoyada en una de las caras del cubo, llegando hasta arriba del todo. Es una escalera de mano.

Caballo:
El caballo es un palomino, macho, con largas y blancas crines y pelo ocre/canela, que galopa libremente por las dunas, hacia el grupo del fondo, que busca dónde pasar la noche. Busca agua y alimento y sabe que ellos saben dónde conseguir lo que necesita. También, aunque amante de su libertad, ama la compañía humana, pues entre humanos se crió. Es extremadamente hermoso, vigoroso... tiene los ojos negros y galopa hacia el sol..

Tormenta:El cielo se vuelve negro y comienza una gran ventolera, originando grandes torbellinos de arena; las dunas desaparecen, cambian de forma azotadas por el viento, para volver a organizarse de diferentes maneras, sin forma definitiva; todo ello iluminado por la luz fantasmal de relámpagos que cruzan veloces el cielo de parte a parte, como rápidos y feroces destellos, barriendo de luz la oscuridad del desierto... La escalera ha sido absorbida por un tornado, y lanzada a gran distancia del cubo que, debido a su peso (es de piedra), soporta impasible todo lo que ocurre a su alrededor. El poblado se ha parapetado, como ha podido, bajo unas enormes pieles que les servirían para montar sus tiendas de campaña, y esperan que pase. El caballo corre, enloquecido, no sabe a dónde. Los relámpagos le iluminan de vez en cuando, y es una silueta desbocada y perdida que galopa, sobre el retumbar de los truenos que sacuden el paisaje entero. Termina toda esta crisis con una bendita aunque torrencial lluvia que el desierto recibe ansioso tras un año de sequía.

Flores:

Al día siguiente, amanece como si nada hubiera ocurrido, sólo que... las tímidas plantitas han florecido unas diminutas pero preciosas florecillas blancas, rosa pálido, rosa más intenso; hay azules, lilas, incluso verde claro.

*



Nos despertamos escuchando una tristísima voz que a lo lejos pedía auxilio:

¡Por favor, ayúdenme!

Se repite la súplica sin que nadie la atienda.

¿No habrá nadie cerca?

Queremos ayudar, pero estamos tan débiles que parece una imposible empresa levantarnos y se nos niega cualquier iniciativa.

(Aquella mujer seguía pidiendo ayuda, cada vez más cerca de nosotras).

Tendremos que hacer algo, sobreponernos a esa fatiga y encontrar la forma de unir nuestra voz a la de ella, para conseguir aquello tan vital, tan necesario.

Finalmente, lo hacemos, y se nos desvela que esa voz era la nuestra.

Para explicar con qué amorosidad se cobijo en nosotras nuestro yo abandonado y cómo abrió la puerta a la alegría, es preciso otro espacio.

Aquel aspecto nuestro, espera esa victoria.


*






miércoles, 9 de marzo de 2022

UNA VELADA ELEVADA AL CUBO - LA PROVOCACIÓN








“Cuando el dedo señala la luna, quien no sabe mira el dedo”

No caeremos en esa trampa.
 Sobredimensionamos los problemas y por ello nos protegimos tanto
que no oímos su voz cuando pasaba.

Para compensar queremos que nos vean 
desde un punto imposible de mirar con otros ojos que no sean los nuestros.

 ¡Hasta cuándo dejaremos de ser para que sean otros!

¿Ves la luna?

     Aceptamos la provocación y disfrutamos.

¡No parecía que estuvieses tan cerca!






lunes, 7 de marzo de 2022

UNA VELADA ELEVADA AL CUBO - CHIQUILLADAS





Me quejaré una y otra vez, pero no me hagas caso.


Te pediré que vayas y que vengas,
que seas y que no.

En más de una ocasión diré que no has estado.

Escucha,
en esas chiquilladas no quiero compañía.

Te necesito lejos de todos los asuntos que no lleven tu nombre.

Te necesito a ti.

Si no,
¿dónde me encontraría?











***

sábado, 5 de marzo de 2022

UNA VELADA ELEVADA AL CUBO -








Desierto:
                            Arena fina, lisa, como para caminar. Sin nada mas.
Cubo:      
Dorado. En el centro del desierto. Se puede utilizar para sentarse. Aristas de hierro dorado, fuerte, bastante sólido.
Escalera:               
                            Apoyada en el cubo para subir y sentarse en el.
Caballo: 
Blanco, elegante, grande, fuerte, con crines al viento. Junto a la escalera. Estoy contenta porque me acompaña y vamos a hablar. Paseamos cerca de la escalera. Le procuro agua.
Tormenta:
Me protejo con el caballo. Me gusta. Relámpagos, lluvia fuerte, buena temperatura. No tengo miedo.
Flores:    
Árboles con hojas verdes. Flores de color blanco, amarillo, azules. Situadas envolviendo la escalera y el cubo.

*


        No quisiera inquietar. Ciertamente estoy bien y, sobre todo, los demás están bien conmigo.

        Mi compañía aporta soluciones. Nada tengo pendiente que me obligue a nada.

¿Entonces?

¡Cómo esperaba esa nueva pregunta!







UNA VELADA ELEVADA AL CUBO - LA PEREZA




Desierto: Con mucha arena. Grandes dunas, cálido. No hay vegetación. Veo insectos, escarabajos y otros animales, que cruzan y se miran y se van cómplices.

Cubo: De plata, brillante por el reflejo del sol. No muy grande, mitad tapado por la arena.

Escalera: Mecánica, como la de un metro, van andando y se van encontrando las cosas.

Caballo: Blanco, quieto, un solo movimiento con las patas delanteras.

Tormenta: Fuerte, excitante, bonita, importante, necesaria, mucha lluvia.

Flores: No veo flores, pero sí un oasis, pero no llego a él, no lo veo, sólo sé que existe.

*

Amenaza la reina con comerse al caballo y no hay nadie que pueda sustituirle en nuestro paisaje.

Dice verdad Oriente cuando enseña a cruzar el río sin mojarnos. También es correcta esa actitud silente que evita encadenar un paso con el otro…

¡Pero algo tendremos que hacer! ¿Recuperar la iniciativa?

Quizás ese "no pasar" no prohibe sino advierte.

"No pases de ti".








***/***

martes, 1 de marzo de 2022

UNA VELADA ELEVADA AL CUBO - EL GENIO



Desierto:Dunas doradas, reflejo del sol. Arena brillante. Sensación de paz. Al final se ven palmeras. Hay un oasis. Sol fuerte, en calma. Posibilidad de algún habitante. No se ve todavía, pero al final hay una ciudad.

Cubo:Cristal transparente. Uno de los vértices se apoya en un pie que descansa en la arena. Se puede entrar en él. Refugio. Hay una base estable en la que apoyarse. Está cerca del lago que hay en el oasis.

Escalera:Metal inoxidable. Sube hasta la puerta del cubo y otro cuerpo hasta el final, donde hay otra base firme en la que la vista alcanza mas espacio.

Caballo:Marrón rojizo. Crin y cola negra. Sin montura, ni riendas. Viene de la ciudad que hay al final del desierto, hacia donde estamos. Bebe en el oasis y se va.

Tormenta:Impresionante. Truenos, relámpagos y finalmente, lluvia. La sensación de peligro que da el aparato eléctrico, desaparece con la lluvia.

Flores: De cactus rosas o blancas.






Nos parecía difícil, pero lo conseguimos.
Tuvimos que hacer algún equilibrio y ponerle pararrayos
al carácter de ese genio que salió prematuramente de su candil.

Se calmó cuando entendimos que "no tenía otra salida"
y esta comprensión le hizo volver a su lámpara.
Desde entonces nos acompaña con su luz.

Brilla especialmente cuando lo que hacemos
"puede convertirse en ley universal".


***