sábado, 29 de mayo de 2021

EL RITMO



Esperar.

Esperar, contando con la buena educación del otro, o adelantarnos para coger la mejor pieza, para mí es egoísmo.

Esperar para que el otro elija lo mejor, o adelantarnos dejándole el mejor lugar, para mí es generosidad.





Un hecho no existe nunca en estado puro, sino que siempre es solidario de una interpretación.
Jean Piaget






viernes, 28 de mayo de 2021

A UNA AMIGA QUE ESTABA AGOBIADA



Nos alivia verbalizar sentimientos. Es comprensible y una espita para la ansiedad, aunque ello pueda herir al que tenemos más cerca. Pero está absolutamente prohibido tomar decisiones en estos momentos. Distanciarnos un poquito de las situaciones que nos agobian, esa es la única separación aceptable. Para cualquier otra se tiene que contar con los amigos y para esa "no hay firma".

Se me ocurre que cuando decimos "ya no estoy enamorado de ti", queremos decir "no tengo luz". Si no vemos nuestra parte oculta nos sentimos "ciegos". Pero este es un problema exclusivamente propio. Arrojar de nosotros ese dolor puede conducirnos al egoísmo de exigir que el otro no se mueva (que no crezca) o que lo haga en la dirección que no le conviene.

El enamoramiento es un estado de gracia en el que nos vemos completos.  Por un minuto acariciamos nuestra individualidad, entramos en el nirvana. Por un minuto. Pero no es posible retener "a voluntad" esa emoción. El río de la vida traza su curso y hay que recorrerlo desde su nacimiento hasta la playa. Resulta complicado mantener el equilibrio de nuestra frágil nave. Es un tango.… no invadir espacios… dos soledades que se abrazan…no detenerse en los errores del otro… escuchar…

Dice el filósofo: "Amistad es la elegancia del Amor".

Y hay tanta verdad en tan pocas palabras que si sabemos vivirla, si acogemos esa tristeza, encontraremos un privilegiado lugar a nuestro lado, para quien compartió momentos sublimes con nosotros, .

Este nublado pasará.

              Desde esta certeza un doble abrazo


jueves, 13 de mayo de 2021

POINCARÉ y GRIGORI PERELMAN


Para mí, las matemáticas son los hechos del conocimiento.

Grigori Perelman, resolvió uno de los misterios de las matemáticas del último siglo: la conjetura de Poincaré. No aceptó la Medalla Fields, equivalente al Nóbel de matemáticas junto al anexo de 1.000.000 de dólares, diciendo que no necesitaba otro reconocimiento que la mera validez de su trabajo.

En el mundo de la física o las matemáticas soy una nulidad pero Poincaré se alojó en mi memoria en 1973.

Hace unos pocos años leí una noticia sobre este matemático y desde entonces soy una espectadora fiel que ha seguido del desarrollo de esta historia.

En agosto de 2007 estuvimos en París. Siempre me han atraído los cementerios sin que haya nada morboso en este interés. De niña no me daban miedo y además había una paz vital que me interesaba. Le propuse a Eugenio visitar el de Montparnasse y me acompañó, como siempre, entrañablemente. Allí estaban enterradas una larga lista de personalidades, entre ellas Henri Poincaré.

Visitamos su tumba. Pegada artesanalmente en la lápida, había una pequeña nota en español que decía: “Perelman demostró tu conjetura. ¡Eureka!”.

A través de los medios de comunicación conocí que Grigori Perelman resolvió, entre otras, esta conjetura, rechazando el Nóbel de matemáticas y la dotación económica incluida, aceptando solo el premio que supone haberla resuelto. Recordé esa paradoja oriental: “Mata la ambición, pero trabaja como los ambiciosos”.

Envié un email contándole aquella alegría que, seguramente, le gustaría compartir, pero en la única dirección que encontré me devuelve el correo. Lo volveré a intentar.