(Chile)
Hace bastantes años perdí a un amigo.Estar cerca de su mujer en esos momentos era una cuestión de amistad y la conversación se ceñía al dolor provocado por su pérdida. Le conté algo que la hizo sonreír y ese día fue capaz de hablar de Pedro como si no se hubiera ido.
Me iba a casa y al salir a la calle tuve la impresión (más que impresión) de que alguien me abrazaba.
Esa mezcla de emoción, sorpresa y escalofrío (por describir la “carne de gallina”) es lo que he sentido al recibir tu comentario. Mi admiración por tu padre se refuerza y me alegra que te tenga. Gracias por ese entrañable mensaje.
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