Leo en "El País" un excelente artículo de Gabriel Jackson titulado: "Perspectivas de la democracia a largo plazo" (16.08.12)
Dice "Al ser el capitalismo un sistema amoral de comportamiento económico, no tiene importancia alguna para el presidente de un banco o para el gestor de hedge funds si alguien se hace multimillonario inventando un teléfono excelente, útil para millones de personas, o ganando su apuesta sobre el precio que tendrá el brócoli en los mercados de futuros recientemente establecidos".
Posteriormente cita la "Ley Glass-Steagall".
Recuerdo a unos vecinos. Eran cuatro. Tres de ellos trabajaban sin descanso. El cuarto, ludópata, disponía de los tres sueldos que le duraban pocas horas. Afortunadamente lo ingresaron.
No sé por qué he relacionado ese pasaje si no tenemos manicomios suizos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario