jueves, 1 de septiembre de 2022

06.- ARQUETIPO




Una velada elevada al cubo



Desierto:
      Inmenso. Arena dorada (sepia)
Cubo:     
      Tamaño persona. Esquinas redondeadas. Piedra. A la derecha.
Escalera:              
      Piedra. Cuatro lados. Pirámide truncada. Contiene al cubo.
Caballo:
      Blanco. Largas crines. Fuerte. Nervio. Movimiento. Lo recorre todo.
Tormenta:
      Viento huracanado. Tormenta terrible. Soledad. Protección junto al cubo.
       Al caballo le gusta
Flores:
     Se convierte en un vergel después de la tormenta, árboles, caminos…

                           




     El principal elemento, la mítica escalera, nos sitúa en el corazón de la idea. Toda la humanidad participa en esta imagen. Cuatro niveles por los que podemos acceder a nuestro yo, que descansa en la superficie ofrecida por esta peculiar figura. El cubo apoya su base en el final del ciclo completando la unión en retorno. Sus cantos rodados vuelven a mostrarnos la comunión universal, el huevo cósmico, el arquetipo. Todo lo demás (no hay más) es desierto, la huella dorada abandonada por la divinidad a su paso.



     Ahora bien, escuchando lo que cuenta el resto del paisaje "cúbico" me encuentro con una historia humana, demasiado humana. ¿Te suena? "Mis frutos están maduros, pero yo no estoy maduro para mis frutos".

     ¿Por qué se enfada la naturaleza? (Esa terrible tormenta que lo revuelve todo)

     ¿Por qué no conseguirá atraer toda la atención ese tesoro hermafrodítico y en su lugar le distrae el eco de un sentimiento personal? (La soledad es el espacio imprescindible que contiene al cubo y la escalera, que (como la elegancia), no debería hacerse notar)

     ¿Por qué "protege" el cubo, cuando este logro es consecuencia de haberse ofrecido el hombre sin red al destino? (La protección es un aspecto materno que no puede prescindir del padre terrible)

     Esta es la historia del hombre, que le lleva hacia su abismo: el horizonte infinito.

     Pero siempre hay un punto de retorno.

     En este vergel nacido después de la tormenta tendremos la oportunidad de compartir, tan sólo por un minuto (ilusión del tiempo), la ternura humana. En esta página exclusiva disfrutaremos del auténtico héroe y "empáticamente" de nuestro mejor yo. Darío y Don Juan, tienen la clave: "acuérdate, también, de mí".

     Pero es él, Darío, quien tiene que relatarnos esta travesía. Los amigos estamos aquí, en la puerta, esperando.



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