Una velada elevada al cubo
Desierto:
Con mucha arena. Grandes dunas, cálido. No
hay vegetación. Veo insectos, escarabajos y otros animales, que cruzan y se
miran y se van cómplices.
Cubo:
De plata, brillante por el reflejo del sol.
No muy grande, mitad tapado por la arena.
Escalera:
Mecánica, como la de un metro, van andando
y se van encontrando las cosas.
Caballo:
Blanco, quieto, un solo movimiento con las
patas delanteras.
Tormenta:
Fuerte, excitante, bonita, importante, necesaria,
mucha lluvia.
Flores:
No veo flores, pero sí un oasis, pero no
llego a él, no lo veo, sólo sé que existe.
Amenaza
la reina con comerse al caballo y no hay nadie que pueda sustituirle en nuestro
paisaje.
Dice verdad oriente cuando enseña a cruzar
el río sin mojarnos. También es correcta esa actitud silente que evita
encadenar un paso con el otro… ¡pero algo tendremos que hacer! ¿Recuperar la
iniciativa?
Quizás ese "no pasar" no prohíbe
sino advierte.
"No
pases de ti".
***
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