domingo, 18 de noviembre de 2018

INTERPRETANDO A JUAN RAMÓN JIMÉNEZ






EL VIAJE DEFINITIVO

Corazón en el viento. 1910-1911

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ



Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando;

y se quedará mi huerto, con su verde árbol,

y con su pozo blanco.



Todas las tardes, el cielo será azul y plácido;

y tocarán, como esta tarde están tocando,

las campanas del campanario.



Se morirán aquellos que me amaron;

y el pueblo se hará nuevo cada año;

y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado,

mi espíritu errará, nostáljico…



Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol verde, sin pozo blanco,

sin cielo azul y plácido…

Y se quedarán los pájaros cantando.





A Juan Ramón Jiménez

(a una preocupación que no lo fue, en el fondo)



Se quiere ir y no puede.

Y deja el huerto, un canto, el pozo y un árbol

a modo de testigos de su paso

Y le parece poco.



Intenta que se vayan

los que vieron su luz

para sentir nostaljia de sí mismo

Y no le satisface



Se queda, finalmente,

haciendo que se vayan los demás

… sin hogar … sin cielo azul

Él, con su soledad, que le seguirá acompañando.



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