A Paula, un día que protestaba.
No sé si te fijaste.
Ante el reproche, apareció el caballero defendiendo
a su dama con tal ternura que apetecía mantener la tensión para seguir
contemplando el espectáculo.
"A mí también…", decía (y quería decir que
no podía cualquier cosa afectar al cariño) y que a pesar de que te viera
protestar me corregía a mí por verte protestando.
En resumidas cuentas. Que Luis, te quiso mucho. Y te quiere.
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