1.
Quizás se ausenta de esa idea “mortal para siempre” porque el
año que termina muere si no lo incorporamos al presente.
Quizás te ha pisado para que no dejes de mirarle.
Las vivencias se “van” si contemplan que no tenían sitio en nuestro camino.
El tiempo es el ritmo de la vida. En su espacio no podemos
entrar porque solo él cabe.
Sí que podemos elevarnos y contemplar desde ahí la quietud en la
que todo se mueve. Un pisotón a tiempo puede evitarnos perder pie, es la única
forma de crecer.
No el mismo dejar huella pisoteando lo anterior que descubriendo
nuevos caminos.
Cuantos más años, mejor. La vida nos mira a través de esos ojos
que nos quieren.
La vida nos quiere vivos, es decir, vitales, formando parte de ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario