jueves, 26 de marzo de 2015

BAILAR - HABLAR






Hablar es la mejor forma de comunicarse. Bailar un buen argumento.

Empecé a bailar tango y me gustó. Quedé totalmente impresionada cuando alguien que sabía, compartió su experiencia conmigo. Ahí nació la primera figura de mi libro. A cada nuevo paso que aprendía, una idea le hacía la segunda voz.

Cuando todavía era un proyecto, participó en el II Concurso Literario de Poemas y Cuentos que organizó la Casa de las Letras de José C. Paz.

José C. Paz es un barrio situado a cuarenta kilómetros de Buenos Aires que en aquellos momentos se encontraban con muchas dificultades económicas y una gran inseguridad social.

            Les pareció original y decidieron darle un premio. No había dotación económica y tuvimos que pagarnos el viaje a Argentina para ver en directo la emoción que les había producido leerlo. Ese fue realmente el premio. Una experiencia humana inolvidable.

            Todo lo que ha ocurrido a su alrededor es inolvidable.

            Se nota que soy su autora porque no me cansaría de contaros sus gracias pero él no me deja.

            Dicen que los niños vienen con un pan debajo del brazo. Podría añadirse que los libros con sus páginas en blanco.

            “El Tango con Darío” es acogedor, hospitalario y provoca en el lector la reciprocidad de escribir entre sus líneas.

            ¿Os imagináis mi emoción cuando vuelve con una nueva gracia? ¿Cuándo balbucea o escribe al revés? Una de mis alegrías es leer a quien lo lee y esa es la razón de que os incluya en su biografía.

            Ha sido un placer haberos conocido. Volveremos a vernos. Hay un tango pendiente.

           







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