Una velada elevada al cubo
Desierto:
 
Arena blanca. Palmeras. A ratos de día, a ratos luna y estrellas. Azul clarito
más luminoso.
Cubo: 
  Cristal lleno de agua. Peces de colores,
algas, caballitos de mar. En medio una sirena virtual.
Escalera:
 
Rayas de colores roja,
verde y blanca. Metacrilato. Apoyada en el cubo.
Caballo:
  Tres caballos. Marrón con
patitas blancas. Percherón. Unicornio.
Tormenta:
Flores:     
De muchos colores. Grandes
(fuera de lo normal) y pequeñitas.
                              
    Me
llama la atención que este paisaje está enmarcado.
*
Fantasear es huir de la
realidad y nosotras no somos cobardes. Sencillamente sabemos hablar con los
fantasmas.
                 Los problemas no son mas que falsas soluciones y ha
llegado la hora de hablar claro: “No te echo, te acojo” decimos a esa sombra
que pide garantías para dejar pasar a nuestro yo completo.
                 Preparamos un mapa tejido con puntos de referencia y
esperamos.
                 Cambiamos de escenario.
                          En
esta soledad solo tú, mi cariño, puedes acompañarme.
*
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