TRANSPIRENAICO
2022
El Encuentro Transpirenaico se celebró los días 3, 4
y 5 de junio en Ibos y queremos felicitar a Tangueando-Ibos por, una vez más,
darnos la posibilidad de encontrarnos con la esencia del Tango. Un reconocido
aplauso a todos los que trabajaron por el esfuerzo que supone preparar los
espacios en Halle Ibos y Salle de la Bianave, donde nos alimentaron para que
nadie perdiese energía y, así, seguir bailando en la Salle Pierre Comet y el
Centre Leclerc Le Meridien, con la complicidad de los musicalizadores. Nuestra
representante estuvo a la altura, como siempre.
Agradecemos a todas las Asociaciones que acordaran
seguir organizando los próximos años este entrañable Encuentro Transpirenaico.
De común acuerdo decidieron este orden: AGATA-2023; NIDO GAUCHO-2024;
TANGUEANDO PAU-2025; GARUA-2026; EL GARAGE-2027,
Y ahora os cuento nuestra historia de
este viaje raro.
Teníamos previsto salir a las 15:30
del viernes 3 y finalmente tardamos una hora más. Aprovechamos para tomar algún
refrigerio, pero sobre todo contactar, con las 20 personas que compartiríamos
el autobús conducido por Samia. (Es el único nombre que voy a dar. A los demás
los nombraré por el apellido: El GaraGe).
Llegó el autobús y fuimos depositando
las maletas y ocupando los asientos en un orden que parecía ensayado.
Nos pusimos en marcha a las 16,30 y el
viaje empezó con mucho humor. Los chistes iban de un lado a otro y cada
respuesta provocó que todos nos relajáramos.
Primer destino: Huesca. Ahí recogimos a
una tanguera que cambiaba el 0 por el 1 y ya éramos 21.
Llegamos al túnel de Arguis. El
autobús se paró a 500 metros de la entrada y a 500 metros de la salida. No
había cobertura telefónica y después de que Samia intentara por todos los
medios solucionar el problema, unos garager@s pudieron contactar con la empresa
y nos enviaron otro autobús.
La empresa avisó a la conductora que
estaba en camino un nuevo autobús. Pudo salir del túnel y aparcar en un lugar
al aire libre. Por fin llegó.
A las 18:00 recuperamos el viaje a Tarbes.
Durante todo el trayecto el humor
ocupó incluso los sillones vacíos y para no perder energías compartimos la
comida que llevábamos. Frutos secos, jamón, queso, tortilla, dulces…
Llegamos al Hotel Premiare Classe
sobre las 23:30.
¿Cómo entendimos lo de Primera Clase?
¿Qué se pretende reservando una habitación de hotel? Poder dormir, descansar
después de bailar sin parar, y una ducha para refrescarse.
Esto fue lo que se agradeció. Unas
habitaciones en las que había cama y ducha. ¿Nos extrañó que fuese tan simple
el alojamiento? SÍ. ¿Protestamos? NO
La Milonga
había comenzado a las 20:00 horas, y según el programa terminaba a las 3 de la
mañana. Pero, por normativa municipal, se adelantó el cierre a las 2:00. Allí,
ya pasada la medianoche, fueron 18 campeones en ese Taxi-Samia a bailar en
representación del grupo maño. Tres se quedaron en el hotel a recuperar fuerzas
para el día siguiente.
El sábado, a las 9:00 de la mañana, nos despertó una
alarma que duró varios minutos. Seguramente la provocaría ese espíritu tanguero
que nos acompañó todo el viaje con el fin de que nadie, ni uno solo, se quedase
sin desayunar para recuperar fuerzas. La estupenda conductora nos esperaba a
las 11:15 para llevarnos a TODOS al Aperitivo Tango de Bienvenida en Ibos.
Allí, en Le Halle de Ibos,
nos encantó completar el puzle de El GaraGe con siete compañeros que habían
llegado a Tarbes por otros medios.
El programa preparado por Tangueando Ibos fue
realmente denso: en Le Halle, entre 12:00 y 14:00, al aire libre, nos
ofrecieron un excelente almuerzo y una milonga. A las 15:00 hubo una nueva
milonga en el centro comercial Leclerc Le Meridien, que se prolongó hasta las
19:00. Volvimos al hotel para arreglarnos y recomponernos y a las 20:30 disfrutamos
de una magnífica cena, seguida de una excelente milonga hasta las 2:00.
El domingo también hubo un excelente almuerzo,
seguido de la milonga de despedida, que empezó a las 15:00 y para nosotros
terminó a las 19:00, en que volvimos al autobús y con él a Zaragoza, esta vez sin
incidentes.
El encuentro fue una magnífica ocasión para volver a
encontrarnos y bailar con viejos conocidos, así como para recuperar el espíritu
de convivialidad y hermandad que siempre ha caracterizado al Transpirenaico,
interrumpido por la pandemia.
Pero lo que realmente nos alimentó fue conocernos
más a fondo los 21 que nos comportamos marcialmente para que lo superficial no
nos distrajese de lo importante.
Por eso digo que fue un viaje RARO.
No hubo ni una sola protesta por los problemas que
se presentaron. El humor lo repartimos a partes iguales entre todos y nadie
dejó espacio al reproche. Se podría resumir en que no hubo problemas, sino
soluciones.
Disfrutamos
tanto de este viaje que hemos decidido repetirlo. Querido Nacho te toca organizarlo
con esa varita mágica de tu empatía.
Gracias a todos por todo.