Da vértigo,
pero es la única manera de saber dónde estás.
Si te pierdo me asusto y tú no quieres que te siga.
He oído que dices este mantra:
"Cada uno su vida, para que no tengamos que llevarnos a cuestas."
Y menudo eres tú cuando te alejas.
Por eso decidí subirme a la atalaya de mi nombre
(mi conciencia)
y estar, así, a tu lado.
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