22 marzo 2011
martes, 29 de diciembre de 2020
PRIMEROS PASOS
22 marzo 2011
domingo, 27 de diciembre de 2020
NAVIDAD Y AÑO NUEVO
(Ya le prestaré atención a partir del 1 de enero)
Una de las normas del tango es “bailar a tierra”, es decir, ceñirse a la realidad.
Compartiré con él lo que Emerson decía: "Cada día es el mejor del año" y le agradeceré que me haya dejado acompañarle.
A vosotr@s también.
lunes, 21 de diciembre de 2020
UTOPÍA Y FANTASÍA
Las utopías son fantasías y la fantasía se escapa de la realidad. La realidad avanza con la imaginación al frente. Y la imaginación se apoya en esa buena actitud de “hacer todo lo que esté en nuestras manos”.
No hay crisis que pueda recortar la bondad. Darío, al que
también conocía José Antonio Labordeta, decía con mucha verdad que “ser bueno es ser”.
jueves, 17 de diciembre de 2020
FELIZ NAVIDAD PARA TODOS
jueves, 10 de diciembre de 2020
AUSENCIA
lunes, 7 de diciembre de 2020
INVERSIONES
En el fondo no se “banaliza” nada y todo el mundo cambiaríamos las “estadísticas de venta” por aumentar el conocimientos sobre nosotros mismos. Pero ese premio no depende de nuestra voluntad. Llega por el camino que mostró Machado. Leemos donde oímos nuestro nombre y escribimos a fondo perdido (aunque no lo parezca).
jueves, 3 de diciembre de 2020
ACTITUDES QUE PUEDEN CAMBIAR EL MUNDO
La muerte es algo tan natural
como el nacimiento, pero los intereses económicos (instintos básicos) deforman
ese sentido porque “la información es poder”. El poder de las dictaduras se
basa en quitarlo a los ciudadanos para dominar y llevarnos por el carril en el
que sólo el dinero tiene valor. En esta simpleza caemos todos en una fase
inmadura y por eso las bridas están en manos de quien están. Luego crecemos en
otros valores que son los auténticos, aquellos que nos hacen iguales y
distintos. Iguales en derechos y diferentes en capacidades y poco a poco vamos
cambiando de políticos.
La humanidad suma y divide y el
resultado es el general.
Un producto que debería valer 10 y esté etiquetado como 2 como resultado de la explotación es una injusticia.
Nos quejamos, pero contribuimos a
ese disparate como si estuviésemos obligados.
Pero yo no estoy obligada a
comprarlo por 2. O no lo compro o pago 10 y que el receptor haga lo que quiera.
martes, 1 de diciembre de 2020
LAS REDES SOCIALES
Las redes sociales son eso, redes. Son efectivas para trenzar una comunicación en la distancia y pescar elementos colectivos. Acercan o atrapan a quienes se equivocan en los objetivos.
Las redes sociales son como el dinero.
1º.- Un trozo de papel al que damos un valor colectivo y que es el mejor método que hemos encontrado para un trueque en la distancia.
2º.- Un espejo en el que vemos lo que proyectamos.
3º.- Una droga que nos aleja de nosotros mismos.
Tres escalones. El primero valioso. El segundo expectante. El tercero adictivo.
En los tres, el papelito y las redes dicen lo mismo. La responsabilidad está en quien lee.
Tú y yo no nos conocemos personalmente. Gracias a estas redes podemos conversar como si estuviésemos entorno a una taza de café, pero este encuentro podría no haberse producido por mil razones de las que “las redes” no serían responsables. Tampoco se merecen ningún trofeo. El aplauso es solo para ti, por haber publicado algo que a mí me interesaba y a ti te interesó algo de lo que yo dije y también me aplaudes.
Si esta conversación nos alejase de todo lo que tiene valor en nuestras vidas perdería todo interés y si se convirtiese en algo obsesivo deberíamos pedir ayuda.
Las redes están ahí. Se puede hablar en Facebook, wasap, post… depende de lo que uno tiene que decir o quiere que le digan. Si no se responde a lo que no interesa no pasa absolutamente nada.
A mí, por favor, contéstame. Un cortado es
algo de lo que no puedo prescindir.
lunes, 30 de noviembre de 2020
LA EMPATÍA
La empatía es el traductor perfecto para entender al otro.
Hace muchos años, leí una noticia en el periódico sobre la detención de un violador. Cumplida su condena salió y volvió a violar. A la tercera vez decidieron castrarle. Él estuvo de acuerdo, porque entendía que no podía dominar ese agresivo impulso y no quería seguir haciendo daño. Pero puso una condición. Una vez que la sociedad se librara de él, quería que la sociedad le explicase por qué él era así. Qué responsabilidad les correspondía a quienes debieron cuidarle de niño y no lo hicieron y cual hubiera sido su destino en un entorno distinto. Me impresionó profundamente.
Te recomiendo (si no la has visto ya) “El Profesor”. Una
película durísima en la que el tema es ese. Entender al otro para comprenderse.
sábado, 28 de noviembre de 2020
EL MISTERIO DEL TANGO
jueves, 26 de noviembre de 2020
AUTISMO
Cuando descubrí el autismo, me llamó la atención que quien lo era, parecía una persona “normal”. No había signos externos que advirtieran de esa diferencia como ocurre, por ejemplo, con en el síndrome de Down.
Esta reacción no deja de ser un prejuicio. Uno de tantos con los que intentamos protegernos (de nuestra ignorancia).
Autismo, Down o cualquier otra diferencia, son “estados” a los que deberíamos intentar llegar rompiendo las fronteras del miedo. Descubrir lo que se oculta bajo ese disfraz nos completaría las claves necesarias para entrar en la conciencia colectiva.
Cada uno tiene un recorrido distinto porque está situado en las coordenadas requeridas para que todo esté en su sitio.
A una persona que le falten los brazos no le puedes exigir que “coja la taza de café con elegancia”, pero puede ser un elegante ser humano.
A quien no sabe leer estaría mal que le obligases a aceptar las condiciones escritas en un documento. Pero esa laguna en su desarrollo, no significa que no tenga claras las ideas.
Ser ciego no supone que no pueda leer. Perfectamente a través del tacto.
Ser mudo no impide transmitir emociones.
La falta de capacidad para ponernos en el lugar de los otros es también una incapacidad natural y mucho más peligrosa.
Cada uno llegamos a este mundo con lo que caracteriza nuestro personaje. El conflicto empieza cuando a la ignorancia la dispara el miedo. A partir de ahí la historia es demoledora. Pero volvamos al comienzo.
El autismo se debería contemplar desde dos polos opuestos.
Uno de ellos como lupa para entender, además del comportamiento personal de quien lo es, las reacciones socialmente aceptadas y que son similares a las que diagnosticamos como enfermedad.
El otro contemplando con el cristal de la inocencia el paisaje humano del autista que tenemos delante (o cualquiera que sea diferente y al que ocultan los prejuicios).
Por esa ceguera podemos perder unos valores que tardaremos mucho tiempo en recuperar.
Menos mal que Kronos tiene paciencia búdica.
lunes, 23 de noviembre de 2020
NEUTRINOS
En el 2003
“Los neutrinos son partículas materiales elementales extremadamente ligeras (posiblemente sin masa) que se ven afectadas solamente por la fuerza débil y la gravedad”. Esto dice Stephen W. Hawking en su libro Historia del tiempo, y me gustó la “biografía” de estos “elementos”.
En el libro relata que ha resultado muy complicado descubrir su existencia porque el hecho de señalar donde se podían encontrar suponía usar una fuerza que los desplazaba, ocultándose de su descubridor, siendo delatados sólo por la estela dibujada en su huida.
Tenemos ejemplos en la naturaleza. Hay especies de animales que rechazan a sus crías si las tocan manos extrañas. Ese “toque” incorpora un elemento ajeno que le da otra dirección a lo contado y esa dirección supone un desvío que despista.
Lo natural solo se hace responsable de lo que se modifica “naturalmente”.
Porque el Amor sólo tiene una puerta, y es de entrada.
domingo, 22 de noviembre de 2020
sábado, 21 de noviembre de 2020
DUMBO
viernes, 20 de noviembre de 2020
EL DÍA UNIVERSAL DEL NIÑO
Cartas a Julia.
Noviembre 2014
viernes, 13 de noviembre de 2020
Esto sí, esto no...
Esto no, esto no, esto no, esto no, esto sí, esto no, esto sí, esto no, esto no…
La filosofía zen dice: esto sí.
Desde esa actitud, desde el sí, cualquier “no” puede encontrar su otra mitad para “ser” y ser nunca es negativo porque es consciencia.
Retornar al hogar, a uno mismo, lleva consigo haberlo abandonado en el momento preciso. Entre esos dos momentos hay una historia que solo su protagonista puede contarla como es.
Querido David, te voy a reñir por quejarte (dicho con todo el cariño). Lo que importa es lo positivo. La información que compartes, en este caso sobre Coldplay, resulta muy interesante y por serlo deberías prescindir de esas referencias que dejan de ser informativas pasando a ser opinables. Por ejemplo: “Aquí estamos acostumbrados al discurso fácil, a las palabras de un divo y el amén de sus seguidores, no a pensar y reflexionar. Y es una pena que la tradición oriental, mucho menos alejada de la realidad de las cosas, esté siendo desplazada e invadida por las convenciones occidentales.”
No estamos divididos en buenos y
malos. Todos pasamos por la escala del 1 al 9 y en muchas ocasiones colocamos
el 0 al revés y tenemos que volver a empezar.
miércoles, 11 de noviembre de 2020
EL BOLERO DE RAVEL
Cómo
vi ese concierto
Suena la
joven orquesta nacional interpretando el Bolero de Ravel.
En la última
fila fagotes, trombos y trompetas esperan el momento para subrayar el ascenso
conseguido. La percusión interviene reconduciendo la melodía que por un momento
parecía querer volar. El latido de un poderoso corazón devuelve la pasión a su
cauce y da comienzo otra frase.
Pero yo no estoy fina.
El volumen
se me hace insoportable porque algo ha ocurrido. Una de estas primeras notas
tropezó en el estribo de mi oído que a su vez golpeó al martillo. Éste
explicitó una sonora protesta por considerarse el único con capacidad de
golpear, para lo cual derribó a un asustadizo yunque que cayó por el caracol y
ya no hubo escalera capaz de rescatarle.
En esas condiciones
acústicas no podía unirme a la opinión general que expresaba alegría porque esa
joven orquesta hubiese dejado de ser una promesa. Si ellos habían conseguido lo
que prometieron, a mí ¿qué me pasaba?
Interpretaron a Ravel en la segunda parte.
No era un
buen apoyo (en mi caso) para reflexionar, por muy cerca que estuviera este
compositor de los meditativos. Pero no quise dar la nota y aproveche el
comienzo de aquel, casi imperceptible temblor de los palillos para intentar
localizar, como un zahorí, el origen de tamaño desajuste.
En tono tranquilo, desarrolló la frase un instrumento de viento
Una de las
valiosas aportaciones que hace Matilde Ras al mundo grafológico es incorporar
al pensamiento interpretativo el símbolo del aire. (Respiran los óvalos
abiertos mostrando confianza en sí mismos).
Yo estaba cerrada
Seguía el
concierto. Una vez más, escuchamos ese corto y reiterativo pasaje musical,
reforzado, esta vez, por las cuerdas que parecían decirme: "el mal genio
aparece como un dique en tu puerta".
Y yo, como defensa, me distraía.
La orquesta
subía, poco a poco, el tono. La partitura no era tal, sino un mensaje monocorde
que no dejaba escapar a nadie de su disciplina. Todos tenían que decir lo mismo
aumentando proporcionalmente el volumen.
Cuando los
de la última fila se resarcieron, haciéndome oír en unos pocos, pero fortísimos
compases, todo lo que no habían hablado hasta entonces, creí no poder
contenerme. Fue un esfuerzo no chillar ¡basta! ¡no puedo más!
Pero ese
esfuerzo abrió una puerta. Salió, como alma que lleva el diablo, un no sé qué,
pero que me permitió escuchar el agradecimiento general a nuestra joven
orquesta. Las manos revoloteaban y no sabría decir si el aire fresco que se
respiraba salía de aquel palmoteo o de las abiertas sonrisas que manifestaban su
aprobación por ese sobresaliente concierto.
Desde hoy escucharé a Ravel con otros ojos.
lunes, 9 de noviembre de 2020
COMPRENDER
Para comprender hay que escuchar. Silenciarnos y no invadir ese nuevo espacio que llega en la mochila de las nuevas generaciones es difícil.
Están a nuestro alcance los recuerdos habitualmente maquillados, pero el vacío de lo que está por-venir da vértigo.
Un valor seguro es la amistad,
que siempre es hospitalaria y ofrece un espejo desde donde disfrutar del
paisaje completo.
viernes, 6 de noviembre de 2020
PROYECCIONES
Nos pasa que proyectamos. Esperamos encontrar en el otro las piezas que nos faltan para vernos completos. Nos añoramos y como respuesta pedimos cuentas a quien no estuvo donde quisimos, en ese momento.
Si aceptásemos la soledad, ella, la soledad, nos acompañaría. Esa hospitalidad sería irresistible para que nos quisiera quien queremos.
Dejemos que sea el hado, el destino, quien marque el ritmo y seremos libres para interpretar su melodía.
Solo así podremos estar desde el principio hasta el final de
la pieza.
jueves, 5 de noviembre de 2020
LOS REPROCHES
El amor cierra ese túnel hacia la hipocresía.
Curiosamente caminamos hacia atrás. Ese es uno de los misterios de esta vida. “Lo que no es no puede ser y además es imposible” dice un refrán popular.
Las matemáticas lo reafirman. En el cuatro está incluido el tres y sin embargo para el tres el cuatro no existe, no tiene espacio donde alojarlo.
Es natural y por ello bueno.
La hipocresía puede tener un matiz ingenuo que simplemente demuestra una incapacidad para ver un aspecto que le supera. Perjudica cuando quiere sustituir una vivencia más sólida, pues dejaría a ese “uno” (4-3) huérfano.
Todo aspecto negativo se rinde en algún momento. Deja de
serlo porque el vencedor le acoge sin humillar en ese nuevo espacio. Hay que
dejar los reproches en el limbo (creo que el limbo no existe, por lo que
desaparecerían inmediatamente después de dejarlos allí. De otra manera
quedarían los dos vencidos.
miércoles, 4 de noviembre de 2020
EL PIANO Y EL PIANISTA
Es bueno que haya un
intermediario entre el piano y el posible pianista. La memoria se aloja en
todos sus espacios y no es lo mismo que escriba en sus teclas un novato o
alguien que sabe apreciar el esfuerzo de los demás.
Quien espontáneamente quiere escribir su partitura en un piano ajeno tendría que hacerlo como si fuera suyo en la forma de cuidarlo y apreciarlo.
Supongo que ese hecho influye en la persona que está vigilante.
Cualquier otro instrumento puede llevarlo “quien lo toca”, pero el piano necesita “brazos ajenos” para transportarlo.
Sus teclas se mueven uniformemente de arriba abajo. Cambia la intensidad, la velocidad, el tiempo… pero no pueden cambiar de sitio. Están pegadas a la tierra, como la sociedad.
El piano y “quien lo toca” podría ser una metáfora.
Para que la sociedad sea justa cada individuo tiene que tener sus siete notas bien distribuidas. Cuatro hospitalarias por tres básicas.
Individuo (4) y sociedad (3) son complementarios o contradictorios, depende del orden. El individuo tiene el suficiente espacio para incorporar a la sociedad, pero si en lo que es colectivo priman los intereses individuales hay guerra porque falta espacio.
¡La música! ¡Qué misterio!
lunes, 2 de noviembre de 2020
HOMERO MANZI - Tango
Hay un hermoso tango de Homero Manzi que expresa esa paradoja.
Fui como una lluvia de cenizas y fatigas
en las horas resignadas de tu vida...
Gota de vinagre derramada,
fatalmente derramada, sobre todas tus heridas.
Fuiste por mi culpa golondrina entre la nieve
rosa marchitada por la nube que no llueve.
Fuimos la esperanza que no llega, que no alcanza
que no puede vislumbrar su tarde mansa.
Fuimos el viajero que no implora, que no reza,
que no llora, que se echó a morir.
¡Vete...!
¿No comprendes que te estás matando?
¿No comprendes que te estoy llamando?
¡Vete...!
No me beses que te estoy llorando
¡Y quisiera no llorarte más!
¿No ves?,
es mejor que mi dolor
quede tirado con tu amor
librado de mi amor final
¡Vete!,
¿No comprendes que te estoy salvando?
¿No comprendes que te estoy amando?
¡No me sigas, ni me llames, ni me beses
ni me llores, ni me quieras más!
Trasmite bien ese dolor. La soledad de ese viaje que inevitablemente uno tiene
que realizar solo. Es la única manera de llegar al destino correcto. El propio
corazón.
domingo, 1 de noviembre de 2020
A DAVID L. CARDIEL
La vida te tiraría de las orejas se te oyera decir: “Si no sabemos hacer literatura tampoco sabremos hacer, en consecuencia, vida”.
No se puede transmitir toda la vida a través de la literatura. A la narración le falta el gesto de unas manos que acompañan. La voz en la que las manos se mueven. La expresión de cada parte del rostro. El movimiento del cuerpo. No es lo mismo la letra caligráfica que la tipográfica.
Para transmitir todo lo que se quiere decir, tiene que escucharlo un espectador, alguien que esté en ese punto preciso donde no haya interferencias.
No hay nada igual a sí mismo. Todo es diferente. Y ese es el espectáculo vital. El sol está donde puede abarcarnos a todos. Hay momentos que nos ensombrece y otros nos asombra. Lo mismo que hacemos nosotros con aquellos para quienes somos “un sol”.
He dicho que “te tiraría de las orejas si te oyera decir…”, pero es un supuesto que no se da en tu caso. Estoy segura de que la vida te abraza porque dices “vivir, vivir, ya vivo como siento”.
Después de escribir: “Debemos ser viajeros a Ítaca que
aprendan a no temer y a perdonar los errores de quienes nos aman”, me pregunto:
¿Es David L. Cardiel quien dice ser torpe y no saber dar las gracias?
jueves, 29 de octubre de 2020
PESIMISMO
¿Un poco pesimista?
Los problemas son pasajeros.
A
Todo tiene un aspecto positivo. El frío espabila y el lodo subraya lo que en su tono original podría disimularse.
El pesimismo, el desanimo es una reacción infantil. Paradójicamente no tiene nada que ver con los niños sino con algún aspecto nuestro que no ha madurado lo suficiente.
El rumbo de la sociedad es mucho más fácil de modificar de lo que nos parece. Lo vemos imposible porque pretendemos cambiar a los demás y ese deseo queda en eso, en deseo.
Somos nosotros los que tenemos que ajustar la brújula de nuestros actos con nuestras ideas. Entonces se cierra esa ventana por la que vemos paisajes lejanos y nuestra solidez, nuestro soldado interior, consigue abrir la puerta al presente.
Es la única forma de ganar
batallas.
miércoles, 28 de octubre de 2020
MONÓLOGO DE TATO BORES
Monólogo de
Tato Bores |
La culpa de todo la tiene el ministro de Economía dijo uno. ¡No señor! dijo el ministro de Economía mientras buscaba un mango debajo del
zócalo. La culpa de todo la tienen los evasores. ¡Mentiras! dijeron los evasores mientras cobraban el 50 por ciento en negro y
el otro 50 por ciento también en negro. La culpa de todo la tienen los que
nos quieren matar con tanto impuesto. ¡Falso! dijeron los de la DGI mientras preparaban un nuevo impuesto al
estornudo. La culpa de todo la tiene la patria contratista; ellos se llevaron
toda la guita. ¡Pero, por favor...! dijo un empresario de la patria contratista mientras
cobraba peaje a la entrada de las escuelas públicas. La culpa de todo la
tienen los de la patria financiera. ¡Calumnias! dijo un banquero mientras depositaba a su madre a siete días. La
culpa de todo la tienen los corruptos que no tienen moral. ¡Se equivoca! dijo un corrupto mientras vendía a cien dólares un libro que se
llamaba "Haga su propio curro" pero que, en realidad, sólo contenía
páginas en blanco. La culpa de todo la tiene la burocracia que hace aumentar
el gasto público. ¡No es cierto! dijo un empleado público mientas con una mano se rascaba el
pupo y con la otra el trasero. La culpa de todo la tienen los políticos que
prometen una cosa para nosotros y hacen otra para ellos. ¡Eso es pura maldad! dijo un diputado mientras preguntaba dónde quedaba el
edificio del Congreso. La culpa de todo la tienen los dueños de la tierra que
no nos dejaron nada. ¡Patrañas! dijo un terrateniente mientras contaba hectáreas, vacas, ovejas,
peones y recordaba antiguos viajes a Francia y añoraba el placer de tirar
manteca al techo. La culpa de todo la tienen los comunistas. ¡Perversos! dijeron los del politburó local mientras bajaban línea para
elaborar el duelo. La culpa de todo la tiene la guerrilla trotskista. ¡Verso! dijo un guerrillero mientras armaba un coche-bomba para salvar a la
humanidad. La culpa de todo la tienen los fascistas. ¡Malvados! dijo un fascista mientras quemaba una parva de libros juntamente
con el librero. La culpa de todo la tienen los judíos. ¡Racistas! dijo un sionista mientras miraba torcido a un coreano del Once. La
culpa de todo la tienen los curas que siempre se meten en lo que no les
importa.
¡Blasfemia! dijo un obispo mientras fabricaba ojos de agujas como para que
pasaran diez camellos al trote. La culpa de todo la tienen los científicos
que creen en el Big Bang y no en Dios. ¡Error! dijo un científico mientras diseñaba una bomba capaz de matar más
gente en menos tiempo con menos ruido y mucho más barata. La culpa de todo la
tienen los padres que no educan a sus hijos. ¡Infamia! dijo un padre mientras trataba de recordar cuántos hijos tenía
exactamente. La culpa de todo la tienen los ladrones que no nos dejan vivir. ¡Me ofenden! dijo un ladrón mientras arrebataba una cadenita a una jubilada
y, de paso, la tiraba debajo del tren. La culpa de todo la tienen los
policías que tienen el gatillo fácil y la pizza abundante. ¡Minga! dijo un policía mientras primero tiraba y después preguntaba. La
culpa de todo la tiene la Justicia que permite que los delincuentes entren
por una puerta y salgan por la otra. ¡Desacato! dijo un juez mientras cosía pacientemente un expediente de más de
quinientas fojas que luego, a la noche, volvería a descoser. La culpa de todo la tienen los militares que siempre se creyeron los dueños
de la verdad y los salvadores de la patria. ¡Negativo! dijo un coronel mientras ordenaba a su asistente que fuera
preparando buen tiempo para el fin de semana. La culpa de todo la tienen los
jóvenes de pelo largo. ¡Ustedes están del coco! dijo un joven mientras pedía explicaciones de por
qué para ingresar a la facultad había que saber leer y escribir. La culpa de
todo la tienen los ancianos por dejarnos el país que nos dejaron. ¡Embusteros! dijo un señor mayor mientras pregonaba que para volver a las
viejas buenas épocas nada mejor que una buena guerra mundial. La culpa de todo la tienen los periodistas porque junto con la noticia
aprovechan para contrabandear ideas y negocios propios. ¡Censura! dijo un periodista mientras, con los dedos cruzados, rezaba por la
violación y el asesinato nuestro de cada día. La culpa de todo la tiene el
imperialismo. Thats not true! (¡Eso no es cierto!) dijo un imperialista mientras cargaba en
su barco un trozo de territorio con su subsuelo, su espacio aéreo y su gente
incluida. The ones to blame are the sepoy, that allowed us to take even the
cat (la culpa la tienen los cipayos que nos permitieron llevarnos hasta el
gato). ¡Infundios! dijo un cipayo mientras marcaba en un plano las provincias más
rentables. La culpa de todo la tiene Magoya. ¡Ridículo! dijo Magoya acostumbrado a estas situaciones. La culpa de todo la
tiene Montoto. ¡Cobardes! dijo Montoto que de esto también sabía un montón. La culpa de todo
la tiene la gente como vos por escribir boludeces. ¡Paren la mano! dije yo mientras me protegía detrás de un buzón. Yo sé quién tiene la culpa de todo. La culpa de todo la tiene El Otro. ¡EL Otro siempre tiene la culpa! ¡Eso, eso! exclamaron todos a coro. El señor tiene razón: la culpa de todo la
tiene El Otro. Dicho lo cual, después de gritar un rato, romper algunas vidrieras y/o pagar
alguna solicitada, y/o concurrir a algún programa de opinión en televisión
(de acuerdo con cada estilo), nos marchamos a nuestras casas por ser ya la
hora de cenar y porque el culpable ya había sido descubierto. Mientras nos
íbamos no podíamos dejar de pensar: ¡Qué flor de guacho que resultó ser El
Otro...! |