miércoles, 29 de octubre de 2014

SIN RED




Hay momentos delicados, por complejos, que debemos vivirlos en soledad. Nadie se merece (y menos a quienes decimos querer), que les hagamos responsables de cualquier infelicidad nuestra y esto ocurriría si dejásemos que fueran ellos quienes tomaran decisiones que solo nos corresponden decidir a nosotros, ya que tenemos (o deberíamos tener) todos los datos. Pero hay que pensar bien para sentir bien. Y pensar bien no significa que lo que hagamos estará bien si al final hay premio o nos espera un final feliz. La vida no acepta esas redes previas.

Responder bien a la pregunta que se nos hace es asumir con todas las consecuencias la respuesta que ofrecemos en esa actitud de escuchar lo que la vida guarda para nosotros y que estamos obligados a recibir para que el círculo se cierre sobre nosotros mismos.

Que pueda convertirse en ley universal lo que hagamos nosotros, como decía Kant, es una buena prueba a la que someterse.

Lo que hagas será bueno, querido amigo, aunque tengas que pasar tú solo la incertidumbre de si llegarás o no a tierra firme.

En cualquier circunstancia siempre escucharás mi gratitud por ser tu amiga.








1 comentario:

M.J dijo...

No cabe duda que cada uno de nosotros somos responsables de nuestro sentír.
La aceptación es la base fundamental para nuestra salud emocional.

María, felicidades de nuevo. Me encanta lerte...

Un abrazo.
M.J