sábado, 20 de enero de 2018

EL EQUILIBRIO




En el tango hay un punto de equilibrio perfecto. Conseguirlo es difícil porque depende de dos.

Desplazarse sobre la pista deletreando correctamente la indicación del compañero.

Llegar a tiempo para empezar el siguiente paso sin perder ritmo.

No cargar el peso en el hombro que te sirve de apoyo.

Oír el tema y saber escuchar cómo quiere interpretarlo quien te acompaña.

Saber proponer sin que suene a mando.

El tango es como la vida misma.






2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Cuanto me falla a mi el equilibrio!, o debería decir no tengo equilibrio ni nada por el estilo: oigo la música pero no llevo el tiempo ni la cadencia; me adelanto o me clavo sin motivo; peso como una tonelada en el hombro y el brazo del compañero; no entiendo las indicaciones del otro. En fin, no sé si cortarme las venas o dejármelas largas. ¿Que me aconsejas María).
Abrazos Marisa

María dijo...

Hablaremos.

Un abrazo
María