Prestando voz a quien no la tiene.
Argumentos para una separación
En las reuniones con los demás siempre tienes un defecto que señalar y que está relacionado con sentirte incomprendido. Esta conversación es una de tantas miles que hemos tenido, y sin hacer una crítica de tu actitud, constato que actúas exactamente igual esté yo o no. Te relacionas con “ellos” porque no hay “otros” esperando que llegue lo ideal y mientras, se te va amontonando gente que si desapareciera no pasaría nada.
Mi comprensión durante tantos años no ha conseguido llenar ese hueco y a mí, ese resultado (que echaras en falta algo en los demás) me ha ido agotando.
No me olvido del sufrimiento. Sé que ha sido muy doloroso y hubiera querido saber cómo evitarlo, pero no he tenido más recursos. Siempre he dado una explicación positiva a la vida y no puedo hacer otra cosa. El cambio es que en ti veía a los demás y ahora, para seguir viéndote, tengo que vivir con ellos y voy a hacerlo con todas sus consecuencias. No podemos hacerlo de otra manera. Tiene que haber una fórmula que nos permita a los dos sentirnos cómodos compartiendo lo cotidiano.
Por favor, ayúdame a encontrarla.
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