Te contaré la historia del "Anciano de Anero".
Era un "viejo sentado al sol". Un hombre feliz al que únicamente le inquietaba el último viaje.
Era un "viejo sentado al sol". Un hombre feliz al que únicamente le inquietaba el último viaje.
Los dioses le regalaron suspender esa cita hasta que él quisiera y al día siguiente se suicidó.
No quiso hurtar a los dioses lo único que le pedían:
Ocupar por un instante su lugar en la tierra y para ello necesitaban que él fuera, por un instante, un cielo.
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