lunes, 13 de agosto de 2018

¿QUIÉN ES EL ENEMIGO?



(Dibujo de Mª Pilar Burges-1956)

                   Darío



Me interesa esa advertencia de “no confundir al enemigo”.

         Lloramos con los familiares de tantos y tantos seres humanos a quienes la sinrazón les truncó la vida y pedimos que se haga justicia.

Me interesa seguir la pista de la justicia.

         Justicia es sinónimo de equilibrio y para juzgar es obligado que quien se erige en juez lo tenga.

         Sabemos si algo está bien o no, si es correcto o incorrecto, según los valores desde lo que partimos y para ello la educación (familiar y social) es fundamental. El hábito nace por la repetición de acciones iguales y lo natural sería repetir lo que nos procura felicidad.

Me interesa saber donde se nos da lo que tenemos.

         Saber si le es posible al niño hacer algún mérito antes de nacer con el que pueda justificar las diferencias y se le pueda responsabilizar por ello. En el caso de que no tuviera esos méritos porque no tuvo esa posibilidad, habrá que valorar lo que aporta cada uno de manera distinta.

         El que tiene 10 y aporta 4 se le tendrá que exigir seis veces más que el que puso 4 porque era todo lo que tenía.

Me interesan esos seis puntos de diferencia

         Me interesa esa pista que en su huida deja el enemigo y siempre me lleva a cualquiera de esos seis puntos que se han separado estratégicamente ocultándose detrás de cuatro cosas elementales con las que justificamos una superioridad vergonzante.

Siempre me encontré con que mi peor enemiga era yo.





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