(Dibujo de Mª Pilar Burges-1956)
Darío
Me
interesa esa advertencia de “no confundir al enemigo”.
Lloramos con los familiares de tantos y
tantos seres humanos a quienes la sinrazón les truncó la vida y pedimos que se
haga justicia.
Me
interesa seguir la pista de la justicia.
Justicia es sinónimo de equilibrio y
para juzgar es obligado que quien se erige en juez lo tenga.
Sabemos si algo está bien o no, si es
correcto o incorrecto, según los valores desde lo que partimos y para ello la
educación (familiar y social) es fundamental. El hábito nace por la repetición
de acciones iguales y lo natural sería repetir lo que nos procura felicidad.
Me
interesa saber donde se nos da lo que tenemos.
Saber si le es posible al niño hacer
algún mérito antes de nacer con el que pueda justificar las diferencias y se le
pueda responsabilizar por ello. En el caso de que no tuviera esos méritos
porque no tuvo esa posibilidad, habrá que valorar lo que aporta cada uno
de manera distinta.
El que tiene 10 y aporta 4 se le tendrá
que exigir seis veces más que el que puso 4 porque era todo lo que tenía.
Me
interesan esos seis puntos de diferencia
Me interesa esa pista que en su huida
deja el enemigo y siempre me lleva a cualquiera de esos seis puntos que se han
separado estratégicamente ocultándose detrás de cuatro cosas elementales con
las que justificamos una superioridad vergonzante.
Siempre
me encontré con que mi peor enemiga era yo.
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