viernes, 8 de mayo de 2015

UN CAFÉ




Si reacciono ante una respuesta inesperada del otro, sin averiguar cuál ha sido el origen de esa actitud, siento que algo falta.

Si asumo esa responsabilidad se abren las ventanas y aparece un nuevo horizonte.

Por eso la empatía es el espacio del amor. En ese estado todo es luminoso. Vemos y nos vemos completos. En esa realidad podemos reconocernos y esa conciencia nos hace invulnerables a cualquier distracción.

El león simboliza la fuerza porque es “indistraíble en el ataque”. Caza con la misma inocencia que Nieztsche lo hacía con sus ideas. La acción es nuestro tesoro. El amor nos hace libres porque ilumina nuestro campo de batalla.

Decir “te quiero” no es hablar de posesión. Es indicarle al otro que su compañía supone una jornada de puertas abiertas a la alegría.

Por eso el amor solo tiene una puerta y es de entrada.



***

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Querida María;
¡Que bonita frase esa de !
¡Te la compro!. Me propongo celebrar, de ahora en adelante, muchos días de puertas abiertas a la alegría.
¡Que tu alegría no nos falte en cada Milonga!. Besos Marisa

María dijo...

Que tampoco nos falte la tuya.
Otro abrazo.
María