Ella, fascinada por la falsa energía de Hyde, no vió ese punto de salvación.
De nuevo Jekill suplicó a Rebeca: ¡Por favor, ¡ayúdame!.
Hyde, más fuerte, se opuso con un histérico ¡vete! y Rebeca huyó.
Una personalidad incapaz de de dialogar con sus aspectos conflictivos está bloqueada.
Por eso estamos repitiendo una y otra vez, social y personalmente, la historia que escribió Robert Louis Steveson hace más de cien años.
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