miércoles, 21 de marzo de 2018

8.- PRIMAVERA


















La riqueza es como el agua salada; cuanto más se bebe, más sed da.
Arthur Schopenhauer





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5 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso también se dice de la venganza..!
un saludo

Anónimo dijo...

Si, lo arreglaremos entre todos ... esta primavera o las siguientes:

La crisis financiera explicada de manera sencilla

Heidi es la propietaria de un bar en Berlín, que ha comprado con un préstamo bancario. Como es natural, quiere aumentar las ventas, y decide permitir que sus clientes, la mayoría de los cuales son alcohólicos en paro, beban hoy y paguen otro día. Va anotando en un cuaderno todo lo que consumen cada uno de sus clientes.
Nota: Pero en realidad, son prestamossno le entra en caja ningún dinero físico.

Muy pronto, gracias al boca a boca, el bar de Heidi se empieza a llenar de más clientes.

Como sus clientes no tienen que pagar al instante, Heidi decide aumentar los beneficios subiendo el precio El margen de beneficios aumenta vertiginosamente.
Nota: Pero en realidad, es un margen de beneficios virtual, ficticio; la caja sigue estando vacía de ingresos contantes.
Un empleado del banco más cercano, muy emprendedor, y que trabaja de director en la sección de servicio al cliente, se da cuenta de que las deudas de los clientes del bar son activos de alto valor, y decide aumentar la cantidad del préstamo a Heidi. El empleado del banco no ve ninguna razón para preocuparse, ya que el préstamo bancario tiene como base para su devolución las deudas de los clientes del bar.

Nota:
En las oficinas del banco los directivos convierten estos activos bancarios en "bebida-bonos", "alco-bonos" y "vomita-bonos" bancarios. Estos bonos pasan a comercializarse y a cambiar de manos en el mercado financiero internacional. Nadie comprende en realidad qué significan los nombres tan raros de esos bonos; tampoco entienden qué garantía tienen estos bonos, ni siquiera si tienen alguna garantía o no. Pero como los precios siguen subiendo constantemente, el valor de los bonos sube también constantemente.



Sin embargo, aunque los precios siguen subiendo, un día un asesor de riesgos financieros que trabaja en el mismo banco (asesor al que, por cierto, despiden pronto a causa de su pesimismo) decide que ha llegado el momento de demandar a Heidi el pago de su préstamo bancario; y Heidi, a su vez, exige a sus clientes el pago de las deudas contraídas con el bar.

Pero, claro está, los clientes no pueden pagar las deudas.


Heidi no puede devolver sus préstamos bancarios y entra en bancarrota.

Nota: Y Heidi pierde el bar.

Los "bebida-bonos" y los "alco-bonos" sufren una caída de un 95% de su valor. Los "vomito-bonos" van ligeramente mejor, ya que sólo caen un 80%.

Las compañías que proveen al bar de Heidi, que le dieron largos plazos para los pagos y que también adquirieron bonos cuando su precio empezó a subir, se encuentran en una situación inédita. El proveedor de vinos entra en bancarrota, y el proveedor de cerveza tiene que vender el negocio a otra compañía de la competencia.
Nota: Porque los proveedores de vinos y cervezas también le fiaban a Heidi, creyendo que estaban seguros de que cobrarían con creces al cabo del tiempo. Como no han podido cobrar dado que el dinero no existe, la deuda de Heidi se los ha comido a ellos.
El gobierno interviene para salvar al banco, tras conversaciones entre el presidente del gobierno y los líderes de los otros partidos políticos.

Para poder financiar el rescate del banco, el gobierno introduce un nuevo impuesto muy elevado que pagarán los abstemios.
Nota: Que es lo que de verdad ha pasado. Con los impuestos de los ciudadanos inocentes, los gobiernos han tapado el agujero financiero creado por la estupidez de los bancos.

María dijo...

... y ocurre lo mismo con toda actitud negativa. El ataque es un callejón sin salida.
Un cordial saludo

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Estupenda la metáfora.

Lo podríamos arreglar si todos utilizamos el dinero como base y el "interés", el "valor", se lo diésemos a las actividades que hacen posible los hechos. Para esa segunda parte no interviene el dinero sino la "estima".

En el "Larguero", José Ramón de la Morena dijo de alguien "... es como los niños, quiere los hechos, pero no sus consecuencias".
Tendríamos que valorizar las "consecuencias" pues son las que "alumbran" los hechos.

Pero estoy segura que el problema es mucho más complejo. Por eso, el único camino es que cada uno actúe según cómo pretende que actúen los demás.

Cordialmente.

Anónimo dijo...

Si el problema es complejo pero ..para mentar la solución de aumentar dos años la edad de jubilación, con carácter universal, no hace falta ser un experto en economía.
A ver si trabajan los políticos un poco más y un poco más justamente.

un saludo cordial

María dijo...

Mientras no protestemos en la dirección correcta no les daremos a los políticos la clave para solucionar las cosas.

Saludo cordial
María