Piaget explica clara y sencillamente las distintas
etapas que recorre el niño hasta alcanzar la madurez. Freud descubrió el
inevitable zigzag hacia la individuación.
Bailar tango es conversar con uno mismo. El alfabeto
lo forman los distintos pasos que combinados en las justas proporciones nos dan
idea de la originalidad de esta danza.
Por un lado el abrazo, una muralla frenando
cualquier retroceso. El avance lo indican esas manos unidas que muestran el
camino a recorrer. La dirección: hacia nosotros mismos. El otro nuestro espejo. ¡Cuidado!
El espejo
Hay algo que me inquieta en el espejo.
El mismo caminar, el mismo paso...
Pero esa mismidad no me enamora,
está lejos de mí; no, no lo quiero.
Yo quiero verte a ti porque te has visto
y no que esperes a que yo te vea.
Yo quiero ser tu fiel testigo
y espero que tú seas y ser contigo.
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