El tango emociona porque es un idioma universal que
puede contar, con todos sus matices, la aventura humana. Todo lo que rodea esta danza
habla de actitudes correctas; mejor dicho, que lo correcto está en la
actitud adoptada para afrontar los problemas que nos plantea lo cotidiano.
Bailar tango es una provocación para hablar de nosotros mismos y en ese camino, son indispensables el compañer@ y nuestro equilibrio. Hablar es viajar, distanciarse de uno mismo para incorporar “lo demás” y en este difícil proceso hay que sumergirse en la paradoja. Esta danza no podría interpretarse de otra manera. Dejaría de ser tango.
EL CONTRATIEMPO
Abrazar dos momentos y que parezcan uno.
EL CONTRAPASO
Contemplar el pasado y seguir con el ritmo que marca tu presente.
EL RITMO
El
ritmo de la naturaleza nos descubre que el presente lo es todo,
aunque en algunos compases parezca que la vida se "marchita"
Se marchita la flor
para que nazca el fruto.
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